El Córdoba CF sigue moviéndose en el mercado de fichajes para tratar de encontrar una alternativa sólida a Berto González, su prioridad desde hace semanas, con el objetivo de firmar, al menos, a un jugador sub-23 con capacidad de jugar tanto en la delantera como en las dos bandas. El club avanza en la búsqueda de esas opciones diferentes a la del delantero asturiano, siempre en el contexto en el que se mueve actualmente, con una sola ficha libre, además, para jugadores menores de 23 años. La salida de Alberto Salido, de producirse, liberaría una segunda ficha sub-23 con la que poder incorporar a un segundo futbolista de ataque, un extremo para nada descartado en el club blanquiverde.

Sin embargo, el mercado de enero de este 2021 es especial, distinto a otros anteriores. Siempre es habitual la dificultad de encontrar a jugadores en enero, ya que los clubs tratan de no perder a sus piezas clave y, aquellos equipos más necesitados de refuerzos, intentan pescar a jugadores con minutos que no necesiten ponerse en forma. En esta temporada 2020-21, sin embargo, influyen dos matices. El primero, que solo faltan siete jornadas para el final de la primera fase, y, en el caso del Córdoba CF, con la inquietud extra de no lograr destacarse en cabeza y de tener el riesgo de quedarse fuera de la segunda fase por el play off de ascenso. Eso, en general, obliga a los clubs a no soltar a jugadores que, en una temporada normal a 38 o 42 jornadas, podrían tener acomodo como cedidos en búsqueda de minutos y de continuidad. Este año, en Segunda B, es un campeonato al esprint y nadie quiere quedarse sin relevos cada 100 metros.

La situación de los filiales

El segundo matiz, igualmente importante, es la especial situación de los filiales. La complicada negociación con el Sporting de Gijón por Berto González evidencia esta coyuntura. Los equipos de Primera y de Segunda con filiales en Segunda B tratan de no deshacer a su segundo equipo para tener opciones de pelear por entrar en la Segunda B Pro, la categoría que arrancará en la próxima 2021-22, un lugar que las entidades de élite consideran ideal para sus filiales. En este sentido, el Betis Deportivo, cuarto clasificado empatado a 18 puntos con el Córdoba CF, es un ejemplo de la apuesta de un club de Primera por tratar de incluir a su filial en la Pro e, incluso, de pelear por acceder a la Segunda A. Hay más ejemplos. El Valladolid Promesas, cuarto en el Subgrupo 1B; Athletic Club B y Real Sociedad B, tercero y cuarto en el 2A; o el Barcelona B, tercero y rindiendo a gran nivel en el 3B. Y el Espanyol B, que trata de pelear al menos la Pro en ese Subgrupo 3B y en el que milita el extremo diestro sub-23 Josema Raigal. Un futbolista por el que el Córdoba CF se ha interesado recientemente, aunque no estaba entre las preferencias máximas de la lista que manejan Miguel Valenzuela y Juanito, máximos responsables de la dirección deportiva. En todo caso, el entorno de Raigal descarta que pueda marcharse, ya que considera ideal al filial del Espanyol para el crecimiento del jugador.

Además, y es el caso del Sporting B, colista del Subgrupo 1B, aquellos filiales de equipos de categoría profesional que se encuentran en apuros tratan, por todos los medios, de evitar un descenso a Tercera que, en realidad, supondría bajar dos categorías en un año. En Gijón no se rinden, no quieren que eso le ocurra a su filial, y precisamente contemplan a Berto González como un hombre muy importante para remediar el descenso a Tercera. Tanto es así que el delantero pretendido por el Córdoba CF regresó al Sporting B el pasado fin de semana, en la derrota ante el Burgos. Ese resultado llevó al cese del técnico Samuel Baños. Un nuevo entrenador, Sergio Sánchez, procedente del Juvenil asturiano, deberá evaluar la situación de Berto.

Este contexto de mercado lleva a clubs como el Córdoba CF a ampliar el radio de acción de la dirección deportiva para evaluar la opción de firmar a futbolistas sub-23 que no militen en filiales. Ello lleva el ingrediente de complejidad de que, si son jugadores contrastados, sus clubs de origen intentarán evitar que salgan. En todo caso, es una vía alternativa, la de clubs en Segunda o Segunda B que, por motivos económicos o deportivos, necesiten dar salida a jugadores sub-23, un caladero en el que el club blanquiverde podría pescar.

Otra opción, igualmente compleja, es la de los futbolistas sin equipo. La entidad de El Arcángel también se interesó en los últimos días en Raí Nascimento, delantero brasileño que el pasado lunes rescindió con el Real Zaragoza. Tampoco era de los primeros en la agenda de Valenzuela y Juanito y, en todo caso, diversos medios de comunicación de Galicia y la Agencia EFE daban ayer por prácticamente cerrada su incorporación al Deportivo de la Coruña.

En este mercado complejo y diferente, con el escenario de la pandemia del coronavirus lastrando las economías de los clubs, el Córdoba CF deberá mostrar agilidad para moverse entre esos sub-23 de filiales deseados, menores de 23 años de clubs de Segunda o Segunda B e, incluso, alguna alternativa sin contrato con la que poder incorporar a uno o dos elementos de ataque que mejoren el nivel del equipo en la recta final de la primera fase.