Un bronce, una plata y el ansiado oro. La selección española de balonmano masculino ya hace tres ediciones que no baja del podio continental. Pero quiere agrandar la historia. Y lo quiere hacer desde la prudencia. Es un orgullo ser los actuales campeones pero eso ya pasó. Estamos en 2020 y la experiencia nos dice que hay que vivir cada partido al máximo, reconoce el seleccionador Jordi Ribera, consciente de que el equipo podría hacer historia en el primer Europeo en disputarse en tres países diferentes (Suecia, Austria y Noruega).

El cordobés César Montes es el segundo entrenador de la selección. Montes ha asegurado que "lo afronto con muchas ganas, ilusión y motivación, intentando aportar mi granito de arena para que consigamos los objetivos que buscamos. Además, al ser el primer gran campeonato es un sueño poder disfrutar de esta oportunidad".

Los 'Hispanos', inician este jueves su aventura en la ciudad noruega de Trodheim ante la debutante Letonia (20.30h, Tdp), pueden revalidar la corona conquistada hace dos años en Croacia. La gesta, no solo les permitiría entrar en los anales de la historia junto a la legendaria Suecia de los Bengan Boys, sino que además les daría un billete directo para los Juegos Olímpicos de Tokio. El objetivo está claro. El camino, también.

Los españoles siguen apostando más por el talento que por el físico. Con un juego de ataque elaborado, una primera línea capaz de penetrar con inteligencia y lanzar desde el exterior y extremos efectivos como Aleix Gómez, los de Ribera son una de las selecciones a batir. Y lo son por los resultados, pero también por un juego que dista al del resto de Europa. Porque Francia y Dinamarca, las otras dos favoritas, se caracterizan por un balonmano mucho más físico marcado por la potencia defensiva y los disparos de estrellas como Nikola Karabatic y Mikkel Hansen.

El muro y el contragolpe

España es diferente, en ataque y en defensa, donde Gedeón Guardiola y Viran Morros siguen apuntalando el muro español sin renunciar al contragolpe. Y en portería, donde Gonzalo Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales forman una de las mejores duplas del panorama mundial. Por eso, parten como favoritos para superar la primera fase ante Alemania, Letonia y los Países Bajos.

Les ha tocado uno de los grupos más fáciles, con dos debutantes, y tendrán suficiente con lograr una de las dos primeras plazas para acceder a la Main Round. Aunque ellos, solo piensan en ganarlo todo y evitar sacar la calcadora en la fase decisiva. Porque saben que un Europeo es más difícil que un Mundial. Y llegan de quedar séptimos en la última Copa del Mundo disputada en Río.

Las energías están renovadas. Las sensaciones son buenas (acaban de conquistar el Torneo Internacional de España). Y la ambición les lleva al oro.