No ha escogido el Córdoba la mejor semana para sufrir dos bajas sensibles en el centro del campo y, además, una de ellas hasta enero. Sobre todo porque el próximo rival de los blanquiverdes, el Osasuna de Pamplona, no solo ha iniciado muy bien la campaña, sino porque su medular es la que destaca sobre el resto del equipo. De hecho, el equipo de Martín no destaca por su juego elaborado y sí por ir a por la segunda jugada, los balones divididos y la llegada desde atrás.

No sólo es un concepto futbolístico. Los números de los rojillos les avalan. En los cinco encuentros que ha disputado Osasuna siempre ha marcado. Siete goles llevan los rojillos y solo dos llevan la firma de sus delanteros: uno de Nino y otro de Kodro. Los otros cinco se los reparten centrocampistas. Dos de Pucko, otros dos de Roberto Torres (uno de ellos de bellísima factura) y otro de Berenguer. Enrique Martín ha sabido conformar una segunda línea con mucho gol.

No será a lo único que tendrán que vigilar los blanquiverdes, sino también tener en cuenta un dato: el Osasuna siempre se ha puesto por delante en el marcador en los cinco encuentros que ha disputado, incluido el único que ha perdido, en el Juegos del Mediterráneo de Almería. De hecho, los de Barjuán lograron darle la vuelta al marcador en los minutos finales de encuentro. Por lo tanto, bien hará el Córdoba en no permitir que los pamplonicas asesten el primer golpe, ya que además de ser garantía de éxito en un 80% para ellos también es un síntoma de derrota en el análisis propio. El equipo de Oltra ha demostrado que ha debido mutar en su juego y que para ello necesita anotar antes que el rival. En las dos ocasiones que no fue así no sólo salió derrotado, sino que el adversario fue muy superior, como se demostró en Butarque ante el Leganés y en El Arcángel ante el Alcorcón.

Y ese primer golpeo tampoco será fácil, ya que Osasuna es el segundo equipo menos goleado en Segunda con tan sólo tres goles y dos de ellos recibidos en Almería. Es decir, Nauzet ha sido batido en una sola ocasión en cuatro encuentros, lo que habla muy bien de la solidez defensiva del rival del sábado, que sólo podrá ser derribada si se descifra la clave de los de Martín, el centro del campo. La batalla estará en la tierra media.