La natación sincroniza española se despidió de los Europeos de Berlín con un "sabor agridulce", según comentó el presidente de la Federación Española, Fernando Carpena, pese a las dos medallas de plata logradas ayer domingo y las dos de bronce de días anteriores y tras ser superada por Ucrania además de Rusia en tres de las finales.

"Tendría que decir que ganando medallas el sabor de boca tiene que ser bueno, pero me voy con un sabor agridulce. Por un lado, seguimos ganando medallas, por otro lado el escenario que se ha provocado con las nuevas normas no nos han posicionado en el lugar que yo creo que debíamos de estar" comentó Carpena.

Los Europeos de Berlín suponen un retroceso para el combinado español que, pese al dominio ruso, hasta ahora siempre había clasificado mejor que el equipo ucraniano.

En la jornada de ayer, Ona Carbonell logró por la mañana la primera medalla de plata para España en estos Campeonatos de Europa de Berlín en la rutina libre del solo de natación sincronizada. El oro fue para la gran dominadora, la rusa Svetlana Romashina, mientras que el bronce, cuatro puntos por debajo de Ona en la combinada, lo consiguió la ucraniana Anna Voloshyna.

Por la tarde, el equipo español de natación sincronizada ganó la plata en la final de combo al acabar por detrás de las ucranianas y por delante de las italianas. Ucrania se llevó el oro con un ejercicio totalmente nuevo situándose un punto por delante de las españolas, mientras que el bronce fue para el equipo italiano.