Una de las frases más famosas y tópicas del mundo del fútbol la dijo Gary Lineker después de perder las semifinales del Mundial de 1990 ante Alemania en la tanda de penaltis. La conocen casi todos: "El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once detrás de un balón y al final siempre gana Alemania". Evidentemente, la sentencia no siempre se cumple, sobre todo cuando el rival de los germanos es Italia, como ocurre hoy en las semifinales de la Eurocopa en Varsovia. La selección teutona jamás ha ganado a la azzurra en una gran competición: seis enfrentamientos y ninguna victoria. Italia es la bestia negra de la poderosa Alemania.

Muchos germanos se frotaban las manos viendo el desarrollo del duelo entre Inglaterra e Italia de los cuartos de final. Con dos días más de descanso, el bloque de Joachim Löw estaba feliz con el desarrollo de una batalla que desgastó mucho a los dos equipos. Todo iba perfecto hasta el cuarto lanzamiento de la tanda de penaltis. Maldición: Italia aparece de nuevo en el camino de Alemania, la selección más solvente y fiable del torneo, la única que ha ganado todos los encuentros.

Dice otro tópico que las estadísticas están para romperlas. A eso se agarra Alemania, que ni siquiera sale victoriosa en el global de partidos: 30 veces se han medido ambas selecciones, con 14 triunfos transalpinos, 9 empates y 7 victorias germanas. "Italia ha cambiado su cultura futbolística, pero podemos ganar a cualquiera si imponemos nuestro ritmo", dijo ayer Löw.

La gran incógnita radica en la delantera alemana. Mario Gómez brilló en los tres primeros partidos, pero Klose fue titular contra Grecia. El preparador no ha aclarado quién será el elegido ante Italia. Löw hizo rotaciones en los cuartos, pero lo más probable es que Müller y Podolski recuperen la titularidad. Schweinsteiger, mientras, tenía molestias en el tobillo, pero su participación es vital y jugará.

Italia jugará sin complejos. Saldrá al ataque. "Ahora no podemos echarnos atrás. Sería repudiar el trabajo de dos años", destacó Prandelli, que prefiere no dar importancia al mayor descanso de Alemania. "¿Qué hacemos? ¿Nos vamos a casa? Será una gran alegría luchar contra una selección así. Lo haremos con serenidad y con la convicción de imponer nuestro juego", concluyó el míster.