El fútbol le tenía deparado al Lucena un final dramático y, por ello, aún más dulce. Por si fuera poco, un jugador que el año pasado pisaba campos de Tercera División con el Pozoblanco fue el encargado de catapultar al club celeste a la segunda ronda de la fase de ascenso a Segunda A con un zurdazo a la escuadra desde el punto de penalti. "Soy un hombre tranquilo", aseguró el futbolista. "Es de plomo", dijo su entrenador, Rafael Carrillo.

No fue posible de otra manera y la lotería se alió esta vez con el que más se lo mereció. Porque el Lucena lo intentó por la banda, por el centro, al toque, en largo, desde lejos, desde cerca... pero no hubo forma. Unas veces, el portero Paco, otras el palo y, la mayoría, la falta de acierto, desbarataron las ocasiones.

Porque este equipo es merecedor del premio de todas todas. Nadie podrá decir que este Lucena de guerreros, de hombres, de trabajadores en todos los sentidos, no es justo ganador de esta eliminatoria. También lo es su afición y toda la ciudad, que ha vivido con toda la intensidad estos últimos quince días de emoción que se resolvieron desde los once metros.

Los locales apenas sufrieron durante los 90 minutos y la media hora de prórroga posterior. Ni siquiera durante la tanda de penaltis, en la que siempre fue por delante. Salió a comerse a su rival, un Huracán que poco más o menos las veía venir. Realmente, los rojiblancos solo tuvieron una ocasión de verdadero peligro y fue con un cabezazo de Amarilla --no se puede ser más expeditivo-- tras un saque de falta que se marchó rozando el palo izquierdo de Vargas. Lo demás fueron balones directos a un inoperante Rufino. Nada más se puede decir. Para colmo, Powel --ladraba, pero no mordía--, su gran esperanza para la segunda parte, solo apareció para mandar su penalti a las nubes.

Si se puede destacar a alguien en el Lucena, la mención especial se la merecen los dos laterales. Sergio Albiol, por la derecha, y Germán, por la izquierda, dieron un auténtico recital y dejaron claro que han llegado a esta fase de ascenso en las mejores condiciones posibles. Taparon a Morgado, Fas y Omar y se atrevieron a subir la banda constantemente. También estuvieron a la altura los centrales, Obregón --incluso mandó un cabezazo al larguero en la prórroga-- y Curro Vacas, en un duelo que si algo requería era veteranía y serenidad.

Sin embargo, la línea de ataque no estuvo acertada. Y eso que todos lo intentaron. Quini tuvo dos buenas ocasiones en la primera parte --fabricadas por él mismo-- e igualmente Fede, Hugo Díaz, Matías Saad y Víctor Armero pudieron marcar. Javi Lara, Jesús Lanza... prácticamente todos se acercaron al gol sin fortuna. Incluso Saad llegó a introducir el balón en la portería del

Huracán en el descuento de la segunda parte, pero el árbitro señaló falta del delantero celeste sobre el portero Paco.

Pero, cuando no se puede, no se puede. Así que lo mejor era beber mucha agua durante los continuos parones propiciados por el Huracán y aguantar el resultado por lo civil o por lo criminal, esperando que el otro equipo tampoco quisiera hacer daño. Y así fue. Los visitantes firmaron el pacto de no agresión en la prórroga, encomendándose aún más a los balones en largo en busca delfantasma Powel buscando los penaltis sin complejos. Tanto, que hasta los focos del Ciudad de Lucena tuvieron que iluminar la noche aracelitana por primera vez.

La tensión también tuvo su punto de importancia, al igual que el miedo a no perder. Un gol del Huracán prácticamente le daba la clasificación a los valencianos y eso pesaba mucho. Demasiado. Además, la intensidad en el juego de los visitantes desató ese punto de cabreo en el Lucena sobre el campo y en la grada. Sarmiento lo sufrió. Se retiró lesionado en el descanso.

Fue lo más negativo del encuentro. Eso, y los amagos de infarto que deparó la tanda de penaltis en la que un zurdo con corazón de plomo mandó un balón a la escuadra para llevar el éxtasis a Lucena. El sueño continúa.

EL MEJOR: GERMAN. El lateral zurdo cuajó una gran actuación completada con un lanzamiento de penalti magistral.

Tanda de penaltis: 1-0; Javi Lara, gol. 1-0; Amarilla, al palo. 1-0; Víctor Armero, fuera. 1-1; David Fas, gol. 2-1; Rubén Cuesta, gol. 2-2; Omar, gol. 3-2; Jesús Lanza, gol. 3-2; Powel, fuera. 4-2; Germán, gol.

Árbitro: Alfonso Vicente Moral, del colegio castellano-leonés. Amonestó, por el Lucena, a Hugo Díaz, Quini y Matías Saad y, por el Huracán de Valencia, a Vidal, Alexis, Morgado, Hernández y Hernández.

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ciudad de Lucena, con más de 3.000 espectadores en las gradas, un centenar de ellos llegados desde Valencia. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del exjugador del Lucena Rafael Martínez.