A veces corre la ligera sensación de que no hay más palabras que definan lo que está consiguiendo este Córdoba. Pero cuando se escarba en lo más profundo de la Liga, aparecen nuevos datos que dan si cabe más méritos al equipo de Jémez. Porque el excelente juego y los buenos resultados los ha conseguido con una dificultad añadida: la mitad de los rivales a los que se ha enfrentado llegaron en su mejor momento de la temporada. Es decir, que se ha convertido en un especialista en recibir a conjuntos enrachados.

Unas veces ha logrado frenar la dinámica positiva de su rival y en otras se quedó muy cerca. El mejor ejemplo es el Valladolid, que llegó a El Arcángel tras 12 partidos sin conocer la derrota y, además, con tres victorias en sus últimos tres encuentros. Los pucelanos sucumbieron ante el buen hacer de los de Jémez (2--0).

Otro equipo puntero que llegaba lanzado fue el Celta, pues sumó los nueve últimos puntos que había en juego antes de enfrentarse al Córdoba. Los blanquiverdes no lograron el triunfo, pero sí cortaron la racha triunfal de los vigueses (0--0).

No lo hicieron ante los otros equipos de la zona alta que llegaron en alza. El Almería llevaba siete partidos sin perder y aumentó su cifra ante el Córdoba (2--1), al igual que el Hércules, que venía de lograr cinco victorias seguidas y ante los cordobesistas logró la sexta (1--0).

Pero también muchos de los rivales de la zona media -- baja han jugado ante el Córdoba cargados de moral. El Murcia, el Barcelona B y Las Palmas (en la vuelta) llevaban dos triunfos consecutivos, su mejor registro de la temporada; el Villarreal B acumulaba cuatro partidos sin perder; el Alcoyano, cinco. El Huesca jugó ante los blanquiverdes siete días después de conseguir su primera victoria en Liga; y el Cartagena, tras lograr su primer punto. De todas ellas, solo la racha murciana continuó su buen ritmo con triunfo (2--1). Los demás, o perdieron o empataron.

El equipo de Jémez solo se ha visto en tres ocasiones ante un rival que venía de perder (Alcorcón, Sabadell y Gimnástic).

El reto del Córdoba ahora es frenar la racha de su próximo rival, el Xerez, que por primera esta temporada ha encadenado tres victorias de forma consecutiva. Eso sí, en Chapín no ha encontrado su mejor versión. "El equipo no ha tenido regularidad en casa y que eso es lo que le ha marcado la clasificación", reconoció ayer Mendoza.