Un buen rival, el Nástic

Hasta el momento ha sido el único equipo que ha pasado por El Arcángel y que desde el primer minuto ha estado con intención de ganar el partido. Para esto utilizó la posesión del balón como argumento principal de su juego. Ha manejado bien el ritmo de partido en la primera parte con posesiones largas y sobre todo dominando los espacios con solvencia, ya que prácticamente se jugaba en campo local. Muy bien en la franja central del campo. Con Mairata y Jorge en el centro de la defensa, con Medina y Bauzá en mediocampo, y con Navarro más Roberto como pareja de atacantes. El Córdoba estuvo más replegado en el inicio que en otras ocasiones buscando en ataque el balón largo de los laterales a los puntas que caían a banda y jugar a partir de ahí sobre los rechaces. A pesar del dominio del Nástic, las ocasiones en la primera parte se repartieron a una por bando.

Un punto menos de intensidad

Partido más frío desde el inicio. Al Córdoba le faltó ajustar más las distancias para no dar tanto el mando al Nástic. Le faltó ese nivel de intensidad que hasta ahora había mostrado en casa y jugar a partir de robos en zonas más cercanas a la portería contraria. Se replegó intensivamente en campo propio y, cuando robaba, la portería contraria estaba a demasiada distancia como para llegar rápidamente, necesitando por tanto elaboración desde atrás, un factor del cual adoleció en el día de ayer. A raíz del gol visitante el equipo metió más ritmo al partido utilizando más juego directo y las situaciones de peligro comenzaron a llegar con más frecuencia al área rival. A todo esto contribuyó tanto el cambio en el dibujo del equipo como el repliegue del rival, que renunció al balón y se situó en campo propio, dando la iniciativa al Córdoba e intentando contraatacar.

Cambio de sistema y Javi Flores

La entrada de Savoia por Lopes tenía un mensaje muy claro. Intentar buscar el juego directo y, a partir de ahí, intentar crear situaciones de peligro en la portería rival. Poco a poco y creo que merecido, en el tramo final de partido el Córdoba consiguió el tanto del empate que parecía, en principio, dar opciones para llevarse los tres puntos. La expulsión de Arteaga creo que finiquitó esa opción y el equipo en el tramo final se colocó en el campo con dos líneas de cuatro hombres más un punta, muriendo prácticamente el partido ahí, ya que el Nástic parecía conformarse con el empate. Me gustaría romper una lanza en favor de Javi Flores. Actuó en tres posiciones. Primero, en banda derecha, después en la izquierda y, finalmente, como mediocentro más creativo cuando el Córdoba perdía en la segunda parte. Asumió responsabilidades en el último tramo de partido.

Se le va viendo la cara al equipo

Se comentó al principio de temporada que el equipo comenzaba la liga siendo una incógnita y que habría que esperar más o menos diez jornadas para ir calibrando su potencial verdadero. Este punto logrado permite al equipo sumar uno más y estar situado en la jornada ocho con doce puntos en la clasificación, en el puesto décimo. No obstante, y faltando un enorme camino por recorrer, el equipo debe seguir mejorando y mostrándose fuerte, con carácter y competitivo. En definitiva, no debe perder su identidad. El Córdoba es un equipo que por su configuración y las características de sus jugadores se encuentra más cómodo en situaciones en las que el rival lleva la iniciativa, mostrándose peligroso en contraataque. También se percibe un trabajo riguroso en las acciones a balón parado, tanto a favor como en contra. La confianza de los resultados le permitirá crecer.