El Levante, a pesar de estar inmerso en la ley concursal, corre serio peligro de descenso. Varios futbolistas han denunciado a su ex equipo ante la AFE por impago y la deuda asciende a unos 3,5 millones de euros correspondientes a sus finiquitos. De seguir adelante la demanda, el club azulgrana podría bajar a Segunda B el 31 de julio.

Rubiales, Ettien y David Castedo, tres de los demandantes, podrían retirar su denuncia ante esta posibilidad de descenso. Esto supondría que perderían el derecho de cobrar, a través del fondo de garantía salarial de la LFP.

Vicente Andreu, uno de los administradores judiciales del club, calificó la denuncia como "demencial" en declaraciones al diario Las Provincias. Además, apuntó que los demandantes "no tienen derecho a cobrar en este momento", pero subrayó: "Si los jugadores quieren que el Levante descienda, entre en disolución y desaparezca...".

El club está en problemas, ya que Andreu aseguró que no hay fondos para pagar los más de 3 millones en finiquitos ni está prevista la entrada de dinero por derechos de televisión.

Por su parte, el Celta de Vigo negocia con varios futbolistas la retirada de las denuncias presentadas en la AFE. La entidad esperaba que se produjesen estas reclamaciones, pero la directiva pensaba que lo harían futbolistas declarados transferibles o que han cumplido su contrato. Sin embargo, entre los denunciantes se encuentra un jugador que entra en los planes para la próxima temporada. A todos se les debe la mensualidad de junio. Además, el Celta ha sido denunciado también por el Paranaense ante la FIFA, por el impago de la cesión de Dinei.

Otro de los clubs denunciados en Segunda A es el Salamanca, mientras que el Elche ya ha pagado el dinero que debía a nueve jugadores.