Entrevistas Cultura | Ernesto Neto Artista contemporáneo

«Estamos todos juntos reparando la naturaleza a través de la cultura»

Ernesto Neto, durante la inauguración de la segunda fase de la exposición.

Ernesto Neto, durante la inauguración de la segunda fase de la exposición. / MANUEL MURILLO

El artista contemporáneo Ernesto Neto ha sido el encargado de inaugurar, junto a los líderes amazónicos Huni Kuin, la segunda fase de la exposición Remedios del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Córdoba, la Junta de Andalucía y la TBA21. La obra del ya veterano Ernesto Neto se caracteriza por tener una fuerte influencia de la espiritualidad, la naturaleza, el humanismo y la ecología.

¿Cómo se siente al volver a Córdoba para la inauguración de esta reapertura de la muestra Remedios?

Me siento muy bien, me gusta mucho venir a España en general, pero es que me encanta venir a Andalucía. Es la segunda vez que estoy aquí en Córdoba y me gustaría poder venir mucho más. Es un sitio muy importante históricamente hablando, con mucha fuerza y cultura arraigada en sus antepasados.

¿Ha tenido oportunidad de ver la exposición completa? ¿Qué le ha parecido?

He podido ver un poquito. Me parece muy interesante ver que hay tantos trabajos indígenas y sobre los ancestros en la exposición. Tanto eso como el tema de la destrucción que está aconteciendo en el mundo y cómo los artistas estamos trabajando para asegurar el cambio, la reparación, el remedio y la fuerza.

Su obra está relacionada con la cultura Huni Kuin, de hecho, participan con usted en el acto inaugural de la reapertura de Remedios. ¿Por qué es importante su presencia? ¿Qué es lo que aportan?

Para mí es muy importante el contacto con la fuerza y la sabiduría de la cultura Huni Kuin. Es una cultura inclusiva, muy diferente a la cultura occidental, que es mucho más exclusiva y jerárquica. Ese es el espíritu que yo quería representar en este trabajo y lo que ellos aportan. Un espíritu de comunión, de inclusión, de decir «estamos todos juntos, reparando la naturaleza a través de la cultura y del arte». Por eso en mi obra podréis encontrar la Kupixawa, un espacio de reunión, una sala de encuentros, donde poder intercambiar y compartir.

¿Considera que han cambiado los Huni Kuin la visión que tiene sobre el arte?

Yo comencé a hacer arte hace 40 años, cuando realicé mi primera escultura de barro. Cuando la terminé la miré y dije: «Esto es lo que yo quiero hacer en la vida». Antes de eso no tenía ningún foco. Todo surgió del barro, de la conexión con la naturaleza, y cuando me encontré con los Huni Kuin, los seres humanos más conectados con la naturaleza que he conocido jamás, fue un momento muy especial y revelador. Siento ese encuentro como algo transformador y poderoso dentro de mí y de mi arte.

"Existe la necesidad de volver a nuestros ancestros para intentar encontrar una cura para la sociedad"

Y esa interacción e inclusión de la que hablaba antes, ¿la considera parte esencial de su intención artística?

Sí, de hecho, casi todos mis trabajos abren ese espacio a la interacción y unión del espectador. Creo que es muy importante que exista esa relación.

¿Aprendió eso también de los Huni Kuin?

Sí. Ellos antes de comenzar una rueda de prensa, una asamblea, o una discusión política se dan las manos, sean amigos o no, y cantan juntos. Cuando termina la discusión, pasa lo mismo. Las ideas pueden ser diferentes pero la hermandad y la unión está por encima de eso. Es algo que tenemos que aprender como sociedad, darnos la mano a pesar de las diferencias para poder cantarle juntos a una mejor humanidad.

Y volver a los ancestros para, haciendo alusión a la exposición que se ha inaugurado en el C3A, remediar, ¿lo considera necesario, importante?

Totalmente, sí. Existe la necesidad de volver a nuestros ancestros para intentar procurar un remedio, para encontrar una cura para la sociedad en la que vivimos hoy en día. Creo que tenemos mucho que aprender de todos esos ancestros y pueblos que fueron oprimidos sobre como podemos cambiar nuestra occidentalidad para conseguir vivir en un mundo más armonioso a nivel social y equilibrado en el sentido ecológico. Y estos pueblos, como ya he mencionado anteriormente, tienen como creencia principal el culto a la naturaleza y a la unión, factores primordiales para poder conseguir ese avance y ese cambio.

"La naturaleza se conecta con nosotros a través de nuestro cuerpo, no de la intelectualidad"

¿Y cuál considera que es su papel como artista en la sociedad actual?

Mi trabajo como artista es el mismo ayer, hoy y mañana. Mi misión no es otra que trasladar esta conexión de las personas con la naturaleza como lo más importante para conseguir el remedio, la reparación. Mi obra siempre ha buscado anteponer la fuerza de la naturaleza ante todo. La estructura de la sociedad occidental destaca por la fuerza de las armas y de la tecnología, estructura que domina el pensamiento mundial. Dentro de esta estructura parece que el cuerpo es una cosa mala que estamos obligados a cargar con nosotros mismos y cosas como el sexo, que es una de las grandes virtudes de la vida, han sido consideradas como un tema tabú o, incluso, como un pecado. Por eso, mi trabajo como artista busca el retorno hacia el cuerpo, hacia el poder sentir nuestro cuerpo, que es lo más natural que tenemos con nosotros mismos. La naturaleza se conecta con nosotros a través de nuestro cuerpo, no a través de nuestra intelectualidad. Es a partir de ahí donde se produce el cambio.

¿Tiene un pensamiento positivo con respecto a ese cambio? ¿Mira al futuro con positividad?

No sé si tengo una actitud positiva. Mi intención es sacar a las personas del conflicto para que entren en una situación de amor, comunión e integración no solo con su entorno y la naturaleza, si no también con ellos mismos. Pero creo que danzo entre el optimismo y el pesimismo con respecto al futuro y con que ese cambio se haga cien por cien efectivo y real. Creo mucho en la humanidad, me gusta tener fe y esperanza en ella, pero a veces, cuando miro a mi alrededor, me doy cuenta de que tenemos una sociedad enferma, y no sé si tenemos la medicina para curarla. Es como que estamos en un bajo al que no paran de salirle agujeros por los que entra el agua y solo buscamos poner parches y reparaciones puntuales a esos agujeros, cuando el problema real no está ahí, el problema se soluciona mirando el bajo, mirando las raíces y conectando con ello para poder entenderlo y cambiarlo.

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