Los trabajos arqueológicos en Medina Azahara, correspondientes a la tercera fase del plan de investigación del monumento y que llevan a cabo el propio yacimiento y el Instituto Arqueológico Alemán, han sacado a la luz varias claves que confirman la vitalidad constructiva que vivió el espacio y la disposición de la Plaza de Armas, que sirvió de entrada al palacio.

El director del conjunto arqueológico, Antonio Vallejo, y el arqueólogo Felix Arnold, que coordina los trabajos, han explicado que gracias a las últimas excavaciones se ha podido saber que el pórtico oriental de la plaza era del mismo tamaño que el occidental (el gran pórtico que es perfectamente visible en la parte baja del monumento), pero se construyó "con una concepción distinta".

Arnold ha detallado que no se levantó con piedra y ladrillo, como el occidental, sino solo con piedra, y que los arcos de herradura que lo coronaban estaban pintados únicamente de dos colores: rojo y blanco. En la excavación, además, se han hallado potentes sillares y se ha encontrado el contrafuerte que cerraba el recinto por la parte oriental.También se ha certificado que el camino de Los Nogales discurría por toda la muralla norte.

Vallejo ha detallado que estas labores certifican la construcción de muros en distintas fases que tenían como objetivo cerrar la gran Plaza de Armas y que incluso se siguieron levantando espacios para ocultar otras piezas. La ciudad palatina, ha dicho, "sufrió innumerables reformas", algunas, ha reconocido, "entendibles", pero para otras "necesitamos más tiempo" para investigar.

Sobre esa entrada imponente que se hacía en el palacio a través de la Plaza de Armas, Vallejo ha incidido en que no es muy común en la zona del Mediterráneo, pero sí en Oriente. Allí, ha explicado, "las entradas a los palacios son siempre monumentales, con agua o depósitos hidráulicos" donde se produce la presencia pública del califa. Eso ocurría en Medina Azahara, ha detallado, donde el califa se situaba, según apuntan todos los estudios, sobre ese gran pórtico, lugar de entrada de las embajadas que luego eran recibidas en el Salón Rico.

Por su parte, la secretaria general de Patrimonio Cultural, Macarena O'Neill, ha recordado que estos trabajos arqueológicos finalizan este mismo viernes y que se corresponden con la tercera fase del plan de investigación sobre el yacimiento, centrada en la Plaza de Armas. Esta tercera fase arrancó a mediados del mes de mayo, toda vez que no pudo ejecutarse el año pasado debido a la pandemia.

Sobre la primera fase ha recordado que se centró en el pórtico occidental y que también se hicieron trabajos con georradar para planificar las siguientes labores y que en la segunda fase (realizada en dos etapas) se centró más en el edificio singular.