Viva Suecia, la banda de indie rock murciana que irrumpió en el panorama musical en el año 2013, se encuentra de gira por toda España presentando su último trabajo de estudio, El Milagro. Tras su primer EP, Viva Suecia, en 2014, dos años después llegó su ópera prima, La Fuerza Mayor, y su segundo disco, Otros principios fundamentales, en 2017. El pasado año lanzó este tercer disco, que el grupo ha confiado a su discográfica de siempre, Subterfuge, contando con un magnífico productor, Carlos Hernández, curtido ya en esto de la música. La banda, formada por Rafa Val, Alberto Cantúa, Fernando Campillo y Jess Fabric, que hace de portavoz en esta entrevista mientras pasea a su perro por las calles de Murcia, llega mañana a la sala M100, donde las entradas se encuentran agotadas desde hace días.

-En el año 2013 comenzaron la andadura con el grupo. ¿Cómo surgió Viva Suecia y ese nombre tan particular?

-La idea vino como sucede en la mayoría de bandas, Alberto y yo veníamos de tocar juntos y queríamos montar un grupo y hacer canciones de las que te gusta escuchar en otras bandas, pero era algo difícil y no siempre encuentras al resto de componentes que les guste la misma música. Viva Suecia surge de, sin tener ninguna pretensión de nada, hacer la música que queríamos escuchar, algo con lo que nos sintiésemos realmente cómodos. El nombre viene de Fer, que es un apasionado de los grupos de pop-rock suecos y siempre estaba intentando convencernos de que escuchásemos a grupos como Jeniferever. Una noche de fiesta, alguien, que no recordamos quien, dijo «¡Viva Suecia!» y fue por eso, por la insistencia de Fer con Suecia.

-¿Cómo están tomando todo este éxito que han recibido en estos pocos años?

-El éxito es algo muy subjetivo. Nosotros vemos el éxito como tal porque estamos viviendo de esto y tenemos el cariño de la gente que nos acompaña a los conciertos y cantan nuestras canciones, y eso es éxito. Percibir la fama cómo la gente la entiende no existe en esto que hacemos nosotros. Yo paseo al perro y soy un vecino más que puedo ir al Mercadona tranquilamente.

-Han conseguido en pocos años hacerse un hueco en el difícil panorama musical. ¿Qué esperan que les llegue en un futuro cercano?

-Esperamos seguir como hasta ahora. Yo creo que nosotros con esto que tenemos ya estamos más que contentos, poder vivir de la música es algo que muy poca gente se puede permitir, y todo lo que venga que sea bueno para nosotros y para el público será bienvenido, pero con lo que hemos conseguido hasta ahora estamos más que satisfechos.

-¿Cómo les vino la idea de llamar a su nuevo disco ‘El Milagro’?

-La verdad que lo llamamos así porque creemos que es un milagro. Al final, nosotros somos cuatro colegas de Murcia, cuatro personas normales que hacemos música y nos pasamos todo el día haciendo el gilipollas y nos estaban pasando demasiados milagros como para no llamarlo así.

-¿Qué tipo de fe es de la que hablan en su nuevo trabajo?

-La fe de la que hablamos en el disco es hacer lo que estamos haciendo, porque podríamos estar juntos y unidos sin estar sacando disco, ni girando por toda España. Al final, estamos haciendo lo que nos gusta y nuestro trabajo es algo que nos apasiona, no todo el mundo puede presumir de trabajar en lo que le gusta y hacerlo para ti mismo.

-¿Cuál es su fuente de inspiración a la hora de componer?

-La verdad que nos inspiramos en muchas cosas y al final depende del momento, no hay una norma escrita para eso. Si has tenido una bronca con un colega el día de antes que haces una canción, vas a estar inspirado en eso; o si te ha dejado tu pareja, o te acabas de enamorar, todo eso influye y cada canción puede estar inspirada en algo diferente. También nosotros somos muy melómanos y nos dejamos influenciar por bandas que nos flipan.

-¿Dónde se sienten más cómodos actuando en pequeñas salas con conciertos más íntimos o en los grandes festivales en los que han participado?

-Los grandes escenarios tienen un rollo muy especial. Por lo general, estas tocando delante de mucha más gente y eso te hace sentir algo, pero, claro, en las salas pequeñas la cercanía y sentir el calor del público es algo acojonante. En el fondo, no tenemos preferencia, ambos escenarios son disfrutables.

-¿Cómo se concilia la vida familiar con la profesional y esto de estar girando por toda España?

-Ahora es algo que no nos planteamos, trabajamos todos los días pero lo hacemos en casa y solamente es en los conciertos cuando salimos fuera. Antes es cierto que era bastante complicado, pero bueno, eso ya quedo atrás, es algo del pasado.

-Ya comentaron el pasado año que poder participar en Coachella, en EEUU, sería un auténtico lujo. ¿Cómo sería si el próximo año se les presenta la oportunidad de poder participar?

-La verdad que sería genial, pero realmente es como si nos llaman para tocar en el Etnosur en Alcalá la Real. Claro que si te dan a elegir, quieres elegir el sitio donde sabes que no tienes posibilidades de tocar, que en este caso sería el Coachella

-Si se presentase la oportunidad de trabajar con alguien a nivel nacional o internacional, ¿quién sería el elegido?

-Supongo que cada uno de nosotros tendría su preferencia. A mí, en particular, me gustaría trabajar con el productor Danger Mause en algún momento de nuestra carrera, algo difícil de conseguir, que sería un sueño.

-¿Cómo se presenta la agenda de conciertos este año 2020?

-Se presenta bastante bien, aun estamos con la presentación del disco en salas del país que está yendo genial y se nos presenta un verano lleno de festivales y actuaciones.