El grupo cordobés Estirpe, unos de los más reconocidos de su género en Córdoba de las últimas décadas, dio ayer a conocer su separación mediante un cuidado comunicado publicado en su página web.

La noticia cayó por la mañana, ampliada por las redes sociales, como un jarro de agua fría sobre muchos de sus miles de seguidores e incondicionales en todo el país, una separación tras más de dos décadas de camino y éxitos.

Y todo ello, paradójicamente, «en el que consideramos que es el mejor momento de la banda en directo, con un equipo humano único y especial con el que hemos llegado a sentirnos más felices que nunca sobre las tablas y fuera de ellas. Es lo que más difícil quizá hace esto: el saber lo especial que es lo que tenemos entre nosotros», afirma el comunicado de la web del emblemático cuarteto. Sin embargo, «esto suena a lo que parece: Estirpe va a parar indefinidamente su actividad en un futuro cercano».

Más aún, el escrupuloso y emotivo comunicado reconoce que «necesitamos volver a casa a curarnos las heridas, a reposar y pensar, cada uno por separado y sin proyectos definidos, con el único objetivo de purificarnos por dentro, reflexionar y demostrarnos a nosotros mismos que tenemos todavía mucho que decir y hacer, ya sea juntos o por separados, pero siempre mirando hacia adelante».

GIRA DE DESPEDIDA/ Eso sí, la banda, y teniendo en cuenta que «celebrar siempre fue parte de nuestro estilo», y aunque «no queda mucho por escribir en este capítulo mágico de nuestras vidas», considera que «el mejor colofón posible a todo esto se debe escribir sobre el escenario, por eso os invitamos a esta gira de despedida con la alegría de celebrar nuestra vida y los logros conseguidos, los objetivos cumplidos, una vida feliz».

Aunque sus comienzos se remontan a 1992, no fue hasta 1995 cuando celebró sus primeras actuaciones, con 1997 como año de su primer álbum, Ídolos de Papel, al que le seguirían otras nueve obras con las discográficas Avispa, La Incubadora, Lengua Armada y Maldito Records.