La cineasta Josefina Molina, Goya de Honor 2012, aseguró ayer lunes en un encuentro con periodistas en la Academia de Cine que la visibilidad de las mujeres en el mundo del cine es "menor", al tiempo que ha criticado que hayan "reaparecido viejos fantasmas que parece que no quieren" que las mujeres cineastas rompan su "techo". "En ocasiones se nos ningunea, se nos margina y se dice que hacemos cosas de mujeres, como si fuéramos un gueto", subrayó. En esta línea, ha planteado que las películas dirigidas por mujeres "han pasado generalmente desapercibidas y, si no, se han metido en el cajón de mujeres directoras, algo que no pasa con los hombres, pues siempre se les reconoce una personalidad individual". Por eso ha añadido que "la igualdad de oportunidades sería buena para nuestro cine, ya que hay que ver el mundo desde todos los ámbitos y con equilibrio".

Nacida en Córdoba en 1936, recordó que en la época en la que ella intentó hacer cine, no era esa una empresa precisamente "fácil", y destacó que ya "el primer handicap era la familia". Así, indicó que ella tuvo que "luchar contra la inercia" de la sociedad, y señaló que al mismo tiempo que atendía a su profesión, tenía que hacer sus "tareas como ama de casa". Molina es la tercera mujer en recibir el Goya de Honor, tras Rafaela Aparicio (1988) e Imperio Argentina (1989), y durante su charla con los periodistas también aparecieron nombres tan relevantes como los de Pilar Miró, Cecilia Bartolomé, Icíar Bollaín, Isabel Coixet o Ana Díez. "Hay en nuestro cine mujeres jóvenes muy importantes, mejor preparadas que las de mi generación y con las ideas muy claras", afirmó.

Sobre su propia trayectoria, admitió ser "muy autocrítica y perfeccionista", y precisamente por eso no ha querido destacar trabajo alguno por encima del resto. Eso sí, resaltó que en todo lo que siempre ha hecho, ya sea en cine, televisión o teatro, ha hablado de "la libertad de la mujer para tomar su propio camino". Retirada desde hace años, Molina aseveró que "hay vida más allá del cine", y añadió que "llega un momento en el que te das cuenta de que el cambio generacional ha llegado". "Pero me gustaría mucho hacer cine político, ahora que no se lleva nada, y hablar de mi país y de mis conciudadanos, investigar por qué se vota a la corrupción, algo que me preocupa", reconoció.

Acerca de una hipotética vuelta, dijo que es fácil que un hombre de su edad pueda hacer cine --ha citado a Vicente Aranda y Manuel de Oliveira--, pero "es muy difícil que una mujer con 75 años pueda hacerlo", porque no va a "encontrar el apoyo financiero". Sobre la situación actual de crisis, aseguró que "hay alguien que está preocupado en que tengamos todos miedo, pero no podemos seguir así, y las mujeres podemos aportar mucho". "El mercado es un monstruo que nos come el coco, nos utiliza y nos tira", añadió.

Como novedad esta edición de los Premios Goya, la junta directiva ha decidido modificar el procedimiento de entrega del Goya de Honor que, a partir de ahora, se otorgará oficialmente en la recepción de candidatos que cada año se viene celebrando en la sede de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, y que tendrá lugar el 28 de enero. Este cambio está motivado por la intención de la entidad de dar a este homenaje una mayor trascendencia y protagonismo informativos, utilizando para ello el soporte de la recepción de finalistas, antesala y presentación de la gala de los Goya. El homenajeado recibirá su galardón, pronunciará su discurso de agradecimiento y podrá compartir este emotivo momento con sus compañeros y allegados. La entrega de la estatuilla tendrá lugar también durante la gala de los Goya --que se celebrará el 19 de febrero--, ceremonia en la que se proyectará un vídeo recordando la trayectoria del homenajeado. En los últimos años, este premio lo han recibido Mario Camus, Antonio Mercero, Jesús Franco o Alfredo Landa, entre otros.