La delegación de Cultura de la Junta de Andalucía estudia en estos días el que puede ser el mayor de los hallazgos paleontológicos de la provincia de Córdoba, que ha sido localizado en las proximidades de Hornachuelos.

El yacimiento, localizado por un agente forestal del parque natural, presenta restos fosilizados de cetáceos de la época del Mioceno, por lo que los expertos le adjudican una edad de entre 10 y 5 millones de años. Concretamente, en las piedras analizadas se pueden ver restos de columnas dorsales de distintos ejemplares de odontocetos (mamíferos marinos con dientes) tales como delfines, cachalotes, marsopas y otras especies como erizos de mar y conchas de muy diversos tipos.

UN ENORME VARADERO

El arqueólogo de la delegación provincial de Cultura Alejandro Ibáñez ha indicado a este periódico que por la ubicación de los restos, todo hace pensar que la zona podría haber sido una playa tranquila utilizada como varadero para los grandes cetáceos de esta etapa prehistórica y explica que posiblemente dicha playa, cuando se pueda analizar, sea de unas dimensiones extraordinarias, de hasta varios kilómetros de extensión. El yacimiento, de difícil identificación a simple vista por personas legas en la materia, se encuentra situado a las faldas de la sierra que une Posadas y Hornachuelos, muy cerca ya de la localidad meloja, pero debido a las características de la zona, Ibáñez estima que pudiera darse el caso de que la extensión de la citada playa miocénica se extienda a todo lo ancho de la citada ladera, llegando incluso hasta Posadas.

El arqueólogo ha indicado que una vez conocido el hallazgo, éste está vigilado por los propios agentes forestales, así como por el Seprona y la Policía Autonómica para evitar posibles agresiones. Por otro lado, técnicos de la Junta han visitado en dos ocasiones el lugar para hacer una inspección ocular, para las que se hicieron acompañar de la única paleontóloga que tiene la Consejería en Andalucía, quien se ha comprometido a enviar a un experto para que ayude en las labores de identificación de especies, orientación temporal y espacial y clarificación de conceptos.

En cuanto a las acciones más prioritarias a acometer, los expertos plantean la de señalizar la zona, identificar cada especie de cara a poder orientar a los futuros visitantes e intentar crear una carta paleontológica, además de programar actividades que contribuyan a un mayor conocimiento de los hallazgos.

A juicio de Ibáñez este yacimiento presenta varios aspectos novedosos e interesantes. El primero de ellos es que se encuentra en muy buen estado, que no ha sido expoliado y que por encontrarse ubicado en un terreno público, como es la Cañada Real Soriana, permitiría en un futuro poder acometer actuaciones que permitan su aprovechamiento desde el punto de vista cultural, científico e incluso turístico.

En este sentido, entre las recomendaciones que ya han hecho los técnicos, que elaboran en la actualidad un proyecto de actuación mucho más concreto, figura la de no excavarlo, ya que "es un yacimiento muy fosilizado" y apuntan como posible solución para su puesta en valor crear algo parecido a un parque temático o centro de interpretación científico cultural y medioambiental, en el que se conjugaran las distintas vertientes que ofrece la zona como paraje natural y como yacimiento paleontológico.

En esta línea va la propuesta de trabajo de los técnicos que están elaborando un plan director en el que puedan participar las delegaciones de Cultura, Medio Ambiente y Turismo, además de la Cátedra de Medio Ambiente de la Universidad de Córdoba.