No es fácil conseguir, en pueblos o ciudades pequeñas, que una iniciativa cultural se mantenga viva en el tiempo. Todavía es más difícil si esa iniciativa exige participación activa de un grupo no demasiado pequeño de personas. Por eso, la aparición del número 50 de los libritos que se editan en la «Colección Manantial» merece ser gozosamente celebrada.

Es responsable de esta colección la Asociación de Amigos de la Biblioteca de Priego, asociación que fue creada en 2004 por la profesora de Literatura Isabel Rodríguez Baquero con el apoyo del área de Cultura del Ayuntamiento de Priego. Se publicó el primer volumen, titulado «Inquisición.es», de María Rosal Nadales, el 20 de enero de 2005. Son libritos muy humildes, pues raramente han superado las 40 páginas, pero la colección muestra en su palmarés nombres de poetas y narradores muy grandes, todos los cuales leyeron y comentaron su obra, inédita o seleccionada, en sesiones presenciales organizadas por el Aula de Literatura: Lorenzo Silva, Juana Castro, Mario Cuenca, Alejandro López Andrada, Antonio Carvajal, Luis Alberto de Cuenca, Andrés Neuman, Antonio Luis Ginés, Manuel Guerrero, José Puerto, Pablo García Baena, Soledad Zurera, Manuel Gahete, Rafael Inglada… Así hasta 50 escritores actuales. Varios autores locales tuvieron la oportunidad de publicar sus versos o relatos: Sacramento Rodríguez, Rafael Requerey, María Antonia Gutiérrez, Manuela Calderón, Paqui Rivera y Ángel C. Gutiérrez.

Paralelamente, la Asociación de Amigos de la Biblioteca ha publicado una revista de literatura que lleva por título La ballesta de papel y que ha editado hasta el momento 16 números cuyos textos (prosa, poesía, crítica o divulgación literaria) suelen aparecer ilustrados con dibujos, pinturas o fotografías de autores locales. La mencionada asociación convoca un certamen literario anual para jóvenes escritores y durante algunos años ha mantenido un taller de creación literaria. Tras Isabel Rodríguez Baquero, dirigió el Aula de Literatura la poetisa Maricruz Garrido Linares y actualmente lo hace el profesor y poeta Manuel Molina González.

Las sesiones públicas de la Asociación de Amigos de la Biblioteca de Priego suelen ser minoritarias en el número de asistentes. Tal déficit podría ser considerado como normal. No obstante, quisiéramos saber cómo estimular a jóvenes y mayores para que la lectura, el contacto con los escritores y la creación literaria dejen de ser oportunidades que se desperdician, pese al esfuerzo de los organizadores.