Coincidiendo con la celebración del vigésimo aniversario del fallecimiento de Pepe Espaliú (1955-1993), el Ayuntamiento de Córdoba, a través del Centro de arte Pepe Espaliú, tiene pensado para este año 2013 un programa de actividades cuyo objetivo es dar a conocer la obra de Espaliú, facilitar herramientas para la interpretación de su obra y proponer las conexiones con otros artistas contemporáneos cuyos intereses aparecen vinculados a algunas de las problemáticas y cuestiones tratadas en la obra de Espaliú.

Con el comisariado de José María Báez, la exposición que ahora podemos visitar en el centro hasta finales del mes de marzo se encuadra en la segunda línea de actuación, intentando aportar claves para la interpretación de su obra a través de apuntes y documentos procedentes de diversas colecciones privadas y fundamentalmente del propio archivo documental del Centro.

Si bien durante un tiempo la figura de Espaliú apareció silenciada en el panorama artístico local, desde su fallecimiento en 1993 y las exposiciones retrospectivas que se realizaron sobre su obra, primero en 1994 en el Pabellón Mudéjar de Sevilla y el Museo de Bellas Artes de Córdoba y después en el 2003 coincidiendo con el décimo aniversario de su desaparición en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la figura de Espaliú volvió de nuevo a sobrevolar la ciudad para presentarse en exposiciones como Pepe Espaliú desde Córdoba, una exposición que contó con el comisariado de Juan Vicente Aliaga y Angel Luis Pérez Villén en un importante diálogo de dos maneras de entender y abordar el discurso de Espaliú, y culminó en el 2010 con la apertura del Centro de arte Pepe Espaliú y la exposición de la colección que el Ayuntamiento de Córdoba a través de Vimcorsa había adquirido a la familia del artista.

Dos años después, esta exposición, Apuntes y documentos , intenta aportar nuevas herramientas para poder interpretar la obra de Espaliú, en particular, para un periodo que hasta ahora había sido oscurecido o poco tratado en la historiografía sobre su obra, sus comienzos en la década de los setenta en Barcelona, que nos llevan a descubrir la existencia de un Espaliú antes de Espaliú, o lo que es lo mismo, una obra que poco o nada tiene que ver con el potencial que su poética adquirió en el arco temporal que va desde 1986 hasta 1993.

De esta primera etapa, la muestra plantea la novedad de presentar una pieza de 1973, en la que los primeros tanteos de Espaliú con la pintura apenas llegan a desvelar los intereses que en torno a la figura del otro, la identidad, la máscara y el lenguaje se desplegarán en las obras de mediados de los años ochenta. En relación con esta pieza, dos años después, Pepe Espaliú, ya en Barcelona, se desentiende de este lenguaje cercano al neoexpresionismo que practicarán muchos de sus compañeros de generación años después y, quizás influenciado por algunas prácticas del arte conceptual en Cataluña, se deja seducir por la repetición minimal y la filosofía del lenguaje en piezas como Variaciones sobre la imagen de Jean Arthur y el tetrabrik de leche Rania (1975) o las poéticas del espacio en los trabajos realizados entre noviembre de 1975 y marzo de 1976 en Hospitalet de Llobregat.

Pasados estos primeros tanteos, la exposición inicia la década de los ochenta con documentos de las tres exposiciones que Espaliú realizó en nuestra ciudad, en 1983 en la Posada del Potro y la galería Arc-en-ciel y la última en el Colegio de Arquitectos de Córdoba, donde expuso con el que ahora es comisario de esta exposición, José María Báez, y Laureano Carmona en una exposición que llevaba por título Pintado en Córdoba , para continuar con el verdadero comienzo de la obra de Espaliú, sus contactos con la revista Figura , en la que participaría desde sus inicios con Guillermo Paneque y Rafael Agredano y su posterior relación con la Máquina Española y el despegue de aquellos "otros sevillanos guapos" de los que hablaba Victoria Combalía en un artículo en El País en 1988.

Finalizaba la década de los ochenta con dos importantes hechos en la vida y trayectoria de Espaliú, la exposición en la Van Krimpen Gallery en Amsterdam (mayo-junio 1989), para la que planificó un montaje de sala que reconstruiría los espacios de deseo de los cuartos oscuros presentes en algunos clubs gays , montaje que fue desechado a última hora, y la exposición en la Brooke Alexander Gallery de Nueva York (2-30 diciembre), momento en el que conoce los primeros síntomas de la enfermedad del sida.

De esta fecha y los años siguientes, la exposición toma buena nota a través de numerosos cuadernos de apuntes en los que podemos ver bocetos e ideas para piezas que después llegaron a realizarse como la famosa Four Provisional Suicides, expuesta hace poco en el CAAC de Sevilla y otras que nunca llegarían a hacerlo, pero que dan buena prueba del fervor creativo del artista en estos últimos años de su vida.

En 1991 tendría lugar otro importante hecho en su trayectoria, que fue el comisariado de la exposición Un secreto fluir , para la que reunió en el espacio de La Máquina Española en Madrid las obras de Barbara Ess, Rosemarie Trockel, Cristino de Vera y Julio Romero de Torres, en un secreto juego de conexiones y ocultaciones, desvelos y presencias en los que la participación de Espaliú, además de la selección de los artistas, quedaba resuelta en un texto para el catálogo que terminaba con estas palabras, "fuera aún llueve, y mi vida, parece caer confundida en ese perderse del cielo en la tierra, en esa húmeda llamada que el más allá susurra goteando a un suelo dormido..., acércate, acércate...

Esta húmeda llamada cubrirá los últimos años de su vida, para muchos los más importantes por el sentido social y político de los proyectos llevados a cabo en estos años. Son los años del Carrying y de las Parábolas del desenlace , los años de sacar a la calle las problemáticas de la enfermedad del sida, los tabúes y oscurantismos sobre la misma, tácticas aprendidas por Espaliú en su estancia neoyorkina por el contacto con las acciones de Actup, que culminaron en las dos acciones llevadas a cabo en San Sebastian y Madrid en 1992, acciones cuya repercusión aparece recogida en la planta alta del Centro, acompañada de las esculturas de muletas y los cercanos Carryings , mientras, desde el fondo del pasillo, la Maternidad sin cabeza parece escuchar los últimos pasos y el corazón de Genet sigue brotando sangre negra.

Como en la carta que envió a aquellos que participaron en el Carrying , "espero que hoy mi arte sirva para atrevernos a mirar tus ojos en mis ojos, abiertos de azul y de aire y con sed de vivir. El arte es ese viento de vida que atraviesa los muros más sólidos e ilumina la noche que te envuelve. El sida te mata, pero a la vez en él obtienes la fuerza que da el sufrimiento. Para la mayoría lo esencial nunca ha nacido, pero para ti la existencia es un recuerdo y una fuga... la obsesión de conservar en la serenidad de ese claro del bosque en el que estás y en medio de las estrellas que en la noche lo iluminan sólo las más brillantes, sólo las esenciales". Una exposición necesaria, un comienzo de año esperanzador.

'Pepe Espaliú. Apuntes y documentos'. Lugar: Centro de arte Pepe Espaliú. Clausura: 31 de marzo. Horario de visitas: Martes a viernes, de 17 a 21 h. Sábados, de 10 a 14 y de 17 a 21 h. Domingos y festivos de 10 a 14 h.