Tras menos de dos meses en funcionamiento, el pasaporte covid dice adiós en Córdoba. Fue el 20 de diciembre del año pasado cuando los establecimientos de hostelería y ocio nocturno empezaron a aplicar la norma implantada por la Junta de Andalucía (en hospitales y residencias se pedía desde el 7 de diciembre). ¿Ha servido para algo su aplicación? A la hora de responder a esta pregunta hay disparidad de criterios entre los hosteleros de la capital. El presidente de Hostecor, Francisco de la Torre, tiene claro que el certificado covid ha cumplido con su cometido, "doblegar la curva de contagios".

De la Torre considera, eso sí, que es "una satisfacción" que a partir de este martes desaparezca la obligación de pedirlo a todos los clientes que accedan al interior de los locales. "La hostelería ha estado a la altura", dice el presidente de Hostecor, que señala que "en muy pocas y contadas ocasiones" han podido surgir problemas con los clientes o con algún empresario del sector.

También es extendida la opinión entre los consumidores de que la petición del certificado empezó fuerte, pero luego se ha ido diluyendo y que incluso eran pocos los locales que seguían exigiendo mostrar el móvil para poder consumir en el interior. Ante esto, De la Torre cree que se debe a que la clientela en la hostelería cordobesa, excepto en la zona del casco histórico, suele ser habitual. De ahí que los hosteleros conocieran a sus clientes y supieran de antemano que sí tenían el pasaporte.

El presidente de Hostecor apunta además otra clave y es que "no se han perdido clientes". Eran muchos los empresarios que temían que algún consumidor se marchara de su negocio si se le exigía el pasaporte y éste no lo tenía, pero desde la patronal insisten en que no ha sido así y en que "se ha cumplido" con la norma.

Una opinión compartida la tiene Mario Pimentel, que regenta el bar La Esquina, en San Miguel. El primer día de aplicación de la norma, allá por el 20 de diciembre, relataba pequeños problemas informáticos (eran los propios camareros quienes tenían que escanear el QR del pasaporte para comprobar que estaba en regla). Esos problemas desaparecieron rápido y en estos meses han sido escasas las problemáticas que hayan podido tener ciertos clientes a la hora de enseñar el documento. También alude a esa clientela habitual para justificar que haya muchas ocasiones en las que se ha dejado de solicitar el código, a sabiendas de que ese cliente en concreto había enseñado el pasaporte el mismo día de antes.

Disparidad de opiniones

Desde Horeca Córdoba (asociación del sector prácticamente recién nacida), su presidente, Miguel Ángel Morales, tiene una opinión algo distinta a la de sus predecesores en estas páginas. Según Morales, sí que ha habido clientes que "han dejado de venir» por el hecho de tener que presentar el pasaporte. Quizá por esto mismo, en un comunicado remitido por la asociación, se haya visto con "esperanza" el fin del certificado.

"Es importante que, después de meses de restricciones, los avances en la lucha con la pandemia de la covid-19 permitan acercarse a una normalización de la vida ciudadana que contribuirá a la recuperación del sector de la hostelería", señalaban desde este colectivo, que entiende que las restricciones (no solo el pasaporte) "han impactado de forma muy importante en la viabilidad de muchos establecimientos y en el empleo en el sector".

Por su parte, Rubén Rivero, responsable de algunos de los locales de ocio nocturno más significativos de la ciudad, dice directamente que la medida "no tenía mucho sentido" y que "no ha servido para bajar los contagios", a tenor del número de casos registrados en estos meses de la sexta ola. En este sentido, Rivero considera que aunque se aplicara con un objetivo claro, "no ha servido para lo que tenía que servir".

El certificado desaparece también en centros sanitarios

Hospitales y residencias eran, principalmente, los espacios a los que se dirigió en un primer momento la medida del certificado covid. Desde el 7 de diciembre del año pasado, en la totalidad de hospitales de la provincia, así como en residencias de mayores y centros sociosanitarios, había que mostrar el certificado para poder acceder.

Esto cambia a partir de este martes. El 15 de febrero es el último día que venía avalado por la justicia para poder exigir el certificado y para no permitir la entrada si éste no se mostraba.

Ese día, el 7 de diciembre del 2021, había ingresadas en Córdoba 40 personas con coronavirus, de las cuales nueve estaban en la uci. A día de hoy, la cifra es bastante más alta, ya que hay 136 personas hospitalizadas, 21 en cuidados intensivos. Eso sí, la realidad actual no es la misma que la del 7 de diciembre. En esa época, ya se empezaba a hablar de la variante Ómicron (ahora dominante) y se estaba a las puertas de las celebraciones de Navidad. Ahora, todos los indicadores apuntan hacia una evidente caída de la sexta ola del coronavirus.