Reportaje

Entre la alegría y la reticencia a beber del grifo

La ciudadanía de Los Pedroches y el Guadiato se debate entre el consumo inmediato del agua del grifo o esperar algunos días

Los negocios optan por empezar a utilizar el agua que sale de los grifos tras un año de reestructuración y pérdidas de tiempo y esfuerzos 

Las cocineras del restaurante El Ratón Pérez de Pozoblanco llena una olla con agua del grifo.

Las cocineras del restaurante El Ratón Pérez de Pozoblanco llena una olla con agua del grifo. / Rafa Sánchez

Hasta las 18.30 horas estuvo operativa en Pozoblanco la cisterna para llenar las garrafas de agua, una actividad que la ciudadanía de Los Pedroches y el Guadiato se vio obligada a incorporar a su rutina diaria y que ayer llegó a su final. Más de un año después, las cisternas dejarán de ser parte del espacio público de los municipios de ambas comarcas, pero ayer hubo gente que aprovechó para hacer acopio de agua ante la desconfianza que hay de volver a consumir el agua del grifo.

El goteo de gente fue incesante desde el momento en el que se conoció la declaración del agua como apta para el consumo humano, pero lo que vaya a hacer ahora la ciudadanía depende de cada persona. Hay una desconfianza inicial que se irá venciendo conforme vayan pasando los días, pero las reticencias existen. «No nos fiamos mucho, al menos no ahora, voy a seguir con las garrafas de aquí y con las compradas hasta que pase un tiempo», cuenta una mujer que acude a llenar hasta cinco garrafas. Evidentemente, entre quienes hacen acopio de agua esa es la idea generalizada y hará falta algo de tiempo para que el miedo se diluya. Curiosamente hay quien piensa en utilizar el agua desde el inicio para cocinar, pero no tanto para beber, al menos, en los primeros días de vuelta a la normalidad perdida hace más de un año.

Muchos ciudadanos hicieron acopio de garrafas de agua ante la marcha de las cisternas  

El trabajador que llena las garrafas termina su jornada laboral a las 18.30 y a esa hora llega el propietario de las cisterna, que confirma que «ya mañana -por hoy- no venimos, esto es algo bueno para todos porque esta situación no se podía extender más», contaba mientras ultimaba los detalles para poder llevarse la cisterna hasta su empresa. Precisamente el saber si los camiones cisternas seguirán llevando agua estos primeros días era una de las preguntas más frecuentes realizadas durante el día de ayer, algo de lo que se informó con un escueto mensaje a los alcaldes pasadas las siete de la tarde indicando el cese de este servicio a partir de hoy ante la posibilidad de utilizar el agua del grifo para uso y consumo humano.

Vecinos de Pozoblanco llenan por última vez sus garrafas de agua del camión cisterna. | RAFA SÁNCHEZ

Vecinos de Pozoblanco llenan por última vez sus garrafas de agua del camión cisterna. / Rafa Sánchez

Otro de los puntos de interés para saber qué harán a partir de ahora eran los bares y los negocios de restauración. Aquí parece que las dudas son menores, los responsables optan por empezar a utilizar el agua potable porque «Salud nos obliga a ir todos los días a por el agua y es una pérdida de tiempo importante que llevamos acumulada durante muchos meses», explica Nunci Rojas. Llevan un año esperando esta decisión y ha llegado el momento de volver a consumir agua del grifo una vez que ya Salud ha certificado que es potable y apta para el consumo humano.

Reacciones oficiales

Las reacciones de la ciudadanía se alternaron con las oficiales, entre ellas las del alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, que valoró positivamente la vuelta a la normalidad. «Salir de este escenario supone dejar atrás una etapa no sólo difícil, sino también desilusionante pues nos hacía sentir como un territorio minusvalorado», indicó. «Ahora no hay que olvidar lo que ha pasado y es el momento de seguir insistiendo en las inversiones hídricas, de conectividad viaria y de red eléctrica tan demandas en nuestras comarcas», afirmó.

Alcaldes de las dos comarcas se quejan de no haber recibido información directa hasta última hora  

El alcalde de Peñarroya-Pueblonuevo, Víctor Manuel Pedregosa (PSOE), también mostró su alegría por la noticia. «Recibimos la noticia con sorpresa, ya que es una buenísima noticia pero entiendo que no cuesta ningún trabajo que los representantes responsables de la Junta o la Diputación se pongan en contacto con los pocos alcaldes que estamos en el norte». «Tenemos agua potable y no es precisamente gracias a la Junta ni a la Diputación, es gracias a la naturaleza», añadió.

Por su parte, el alcalde de Dos Torres, Manuel Torres (PP), señaló que «es una noticia sumamente esperada para los que vivimos en el Norte de la provincia después de un año» e indicó que «estamos de acuerdo con lo que ha manifestado el presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, de que hay que seguir con las infraestructuras y con las inversiones».

El presidente de la Asociación de Empresarios de Villanueva de Córdoba (Asevi), Jesús Sánchez, mostró su optimismo, puesto que los negocios locales han pasado un año bastante difícil, principalmente en lo que se refiere a industrias agroalimentarias, panaderías, hostelería y otras empresas que utilizan diariamente agua para la elaboración de sus productos».

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