Zona norte | Plan de choque de la Diputación

La Colada aplica ya ultrasonidos con vistas a potabilizar el agua en abril

Seis dispositivos eliminan algas desde el lunes y se espera llegar a los niveles óptimos en un mes

El tratamiento es una técnica que se utiliza por primera vez en Andalucía en un embalse

Uno de los dispositivos que emiten ondas de baja frrecuencia para reducir las algas en La Colada.

Uno de los dispositivos que emiten ondas de baja frrecuencia para reducir las algas en La Colada. / CÓRDOBA

David Jurado

David Jurado

El primer plan de choque para potabilizar el agua de La Colada se encuentra ya operativo con la puesta en funcionamiento de los dispositivos de ultrasonido para eliminar la población de algas, uno de los principales motivos del alto nivel de Carbono Orgánico Total (COT) que impide desde hace casi un año que 80.000 vecinos de la zona norte puedan usar el agua de la red para consumo. El presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, señala que con esta actuación se allana el camino para «alcanzar los objetivos y el desafío que nos hemos planteado, como es llegar a abril, un mes vital, con las garantías para poder devolver el agua potable a los grifos». El también presidente de la Empresa Provincial de Aguas de Córdoba (Emproacsa) apunta que «ese es el reto que tenemos todos y por el que estamos trabajando».

La previsión de Fuentes se sustenta en las predicciones de los técnicos y en la experiencia de los tratamientos que se están aplicando para descontaminar el agua en otros lugares. Los resultados de este primer plan de choque no tardarán en conocerse. «Pecando de prudentes podremos saber si han funcionado en unas cuatros semanas, aunque hay expertos que nos dicen que los niveles podrían bajar notablemente en tan solo dos o tres semanas», explicó el jefe de servicio de Producción y Redes de Emproacsa, Gabriel Benítez.

Los equipos instalados en el embalse de La Colada suponen el primer tratamiento de choque para potabilizar el agua. Estos dispositivos se han ubicado en zonas definidas por GPS para abarcar la mayor parte del embalse. Desde el pasado lunes los seis aparatos de ultrasonido se encuentran operativos. Todos ellos están emitiendo ondas para frenar la población de algas y, aparte, dos de ellos transmiten datos que permiten monitorizar los niveles de contaminación.

Seguimiento en tiempo real de la actividad de los equipos de ultrasonidos para eliminar las algas.

Seguimiento en tiempo real de la actividad de los equipos de ultrasonidos para eliminar las algas. / CÓRDOBA

Control en tiempo real

A través de un software se obtiene en tiempo real el nivel de toxicidad del agua por la concentración de algas, midiendo parámetros como la concentración de clorofila, el volumen de fitoplancton o el porcentaje de cianobacterias en el agua.

La Delegación de Salud de la Junta de Andalucía declaró el pasado 17 de abril el agua de La Colada como no apta para el consumo humano por sobrepasar el límite legal permitido de niveles de COT, alcanzando un porcentaje del 9 cuando el límite está en 7. Hasta que no se rebaje ese umbral continuarán las restricciones al consumo humano que afecta a 80.000 vecinos de 24 municipios de las comarcas del Guadiato y Los Pedroches.

Los técnicos habían previsto que, debido a la superficie de la lámina de agua del pantano, con cuatro equipos era suficiente, «aunque hemos preferido apostar sobre seguro y finalmente se han instalado seis», según informó Benítez.

Destrucción de algas

La instalación de los equipos de ultrasonido se ha realizado en un tiempo récord. Frente a los siete días previstos para que estuviera todo el sistema operativo tan solo han sido necesarios dos tras la llegada desde Holanda de estos modernos dispositivos. «Esto demuestra el nivel de implicación de los trabajadores de Emproacsa, que están encima de las obras y con una dedicación total», apuntó Fuentes, quien aclaró que sus constantes visitas a las obras tienen como objetivo «garantizar la transparencia, el seguimiento y el control de la obras, así como dar cumplimiento al compromiso que adoptamos con los vecinos de los 28 pueblos afectados». El presidente de Emproacsa, que acumula ya una decena de visitas a la zona, indica que cumple también con el compromiso «de dar información periódicamente del estado de las obras y hasta que no se potabilice el agua, no dejaré de visitar las obras».

Los equipos de tratamiento antialgas por ultrasonido se ubican en zonas estratégicas para abarcar la mayor parte del embalse. Estos dispositivos, cuya instalación ha supuesto un montante de 503.630 euros, emiten ondas ultrasonidos de baja potencia en el agua para impactar en el organismo de las algas. En concreto, estas emisiones ejercen una presión constante en las células de las algas destruyendo sus moléculas y evitando que suban a la superficie. Al no tener contacto con la luz solar y a los nutrientes las algas no pueden realizar la fotosíntesis y acaban hundiéndose en el fondo del pantano. Es en este lecho donde acaban por descomponerse, de forma totalmente natural, y sin liberar toxinas perjudiciales. Además, la emisión de ultrasonidos de baja potencia tan solo afecta a las moléculas de la vegetación que está contaminando el pantano, por lo que su uso no implica ningún peligro para el resto de flora acuática o fauna animal.

Uno de los dispositivos que emiten ondas de baja frrecuencia para reducir  las algas en La Colada.

Salvador Fuentes y el jefe de Abastecimiento de Emproacsa supervisan la instalación de los equipos. / CÓRDOBA

Pionera en Andalucía

Los sistemas están anclados mediante una pesa al fondo del pantano y mediante una boya se fija en la superficie del agua la estructura flotante de placas solares que suministran la energía al dispositivo de emisión de ultrasonidos. Cada dispositivo cuenta con una autonomía, en caso de insuficiencia de luz solar, de 48 horas.

Una de las ventajas de este sistema es su portabilidad. Así, cuando acabe el tratamiento antialgas en La Colada los dispositivos se podrán ubicar en otros embalses para contribuir a la mejora de la calidad del agua.

El tratamiento con ultrasonidos en embalses es una técnica que se aplica por primera vez en Andalucía, según indica el jefe del servicio de Abastecimiento y Redes de Emproacsa. Añade que este sistema es frecuente que se use en balsas de riego para combatir la proliferación de algas, que tienen en estas grandes masas de agua estancadas un perfecto caldo de cultivo. «Es común encontrar este tipo de aplicaciones en lagos de Estados Unidos, pero no es tan frecuente en Europa y, en el caso de España, es una técnica que apenas se usa», explica.

Es por ello por lo que el tratamiento liderado por la empresa Emproacsa constituye en estos momentos «una experiencia pionera que va a servir para definir los protocolos de actuación cuando se detecten problemas similares en otros puntos del país», indica Benítez.

Suscríbete para seguir leyendo