reportaje

Un negocio en vía de extinción

Pozoblanco se queda sin zapateros, ya que el único negocio que hay se traspasa

El establecimiento atrae a clientes de toda la comarca de Los Pedroches

Pedro José Moreno busca a alguien que se quede con su negocio.

Pedro José Moreno busca a alguien que se quede con su negocio. / Rafa Sánchez

Es uno de esos establecimientos inherente al comercio local de Pozoblanco, aunque su clientela la encuentra en toda la comarca de Los Pedroches. Zapatería y Cerrajería Moreno siempre ha mantenido su ubicación en los aledaños del mercado de abastos y ha sido una referencia en la reparación de zapatos, aunque con el paso de los años el negocio regentado por Pedro José Moreno diversificó su oferta. Ahora, casi cuatro décadas después, el propietario de este establecimiento busca a alguien que tenga el espíritu emprendedor que él tuvo en su día y se anime a aprender el oficio para traspasar el negocio. De momento, no hay fecha fijada, pero el final se atisba. 

Se da la circunstancia de que se vuelve a repetir la historia porque cuando Pedro José Moreno decidió emprender el negocio al que ha dedicado su vida lo hizo viendo que «en Pozoblanco se necesitaba algo así, quedaban un par de zapateros de los antiguos que tenían que jubilarse y no se jubilaban por sus clientes». En ese momento, hace 36 años, este empresario pozoalbense pensó que era algo que «podía cuajar» y se fue a Madrid con su mujer para formarse. «Lo hice porque tuve lo que hace falta ahora, iniciativa, incertidumbre y ganas de quedarte en tu pueblo», explica. Después de la formación llegó la apertura de la tienda y de «cero clientes» se pasó a consolidar y a estar «como estamos ahora, desbordados». 

Sus compañeros de profesión han echado el cierre y la Zapatería Moreno se mantiene como la única de esta índole en la localidad pozoalbense. «Fui el primero y ahora seré el último», cuenta mientras no dejan de entrar clientes a la tienda. El matrimonio quiere traspasar el negocio y está dispuesto a enseñar el oficio a alguien que «se vaya a quedar con el negocio con garantías, alguien con ganas», aunque tiene claro que «se necesitan mínimo dos personas y si son tres, mejor porque yo hay días que trabajo 12-13 horas». «Ha habido gente que se ha interesado, pero, por el momento, no ha venido nadie con un interés profundo», aclara. 

«Este no es un negocio que se aprende en un día, necesitas un tiempo, lo ideal es que esas personas estén aquí trabajando con nosotros, conociendo al público y que los clientes les conozcan, que haya una continuidad», defiende. Esta situación lleva a otra reflexión, a la pérdida de los oficios porque «la gente está enfocada en otro tipo de iniciativas».

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