INFRAESTRUCTURAS HIDRAÚLICAS

Agua del sur para el norte

La mayor parte de Los Pedroches pertenece a la cuenca del Guadiana, pero siempre se ha abastecido del Guadalquivir

En la práctica, la situación equivale a un trasvase

Sierra Boyera. El pantano del que se abastece Los Pedroches, vacío por la sequía.

Sierra Boyera. El pantano del que se abastece Los Pedroches, vacío por la sequía. / RAFA SÁNCHEZ

Rafael Verdú

Rafael Verdú

Observen un mapa geográfico de Andalucía. Verán que Sierra Morena es la espina dorsal de la comunidad, una barrera montañosa que la separa de la llanura castellana. En alguno de sus sistemas nacen la mayoría de los ríos que atraviesan la región, incluido el Guadalquivir. Es lógico pensar que todos los cauces fluyen desde las montañas hacia el sur, en dirección al Mediterráneo o el Atlántico. Casi todos lo hacen así, dando forma a la cuenca del Guadalquivir. Pero hay algunos que nadan a contracorriente.

En ese mismo mapa, asoma un saliente en la región central de Andalucía que se prolonga más allá de Sierra Morena, en tierras mesetarias que no son propiamente un valle, aunque así se llame por costumbre y por historia. Son las comarcas cordobesas de Los Pedroches y el Guadiato. Algunos de los ríos, por lo general pequeños y estacionales, que las atraviesan no discurren hacia el sur, sino hacia el norte, y terminan desembocando en el Guadiana. Esa es la razón por la que la mayor parte de Los Pedroches, todo lo que hay en una línea imaginaria que va desde Cardeña hasta Belalcázar, pertenece a la cuenca del Guadiana. El resto de la provincia está adscrita a la del Guadalquivir.

El papel de las cuencas

Por lógica, cada cuenca hidrográfica debe abastecer de agua a los municipios que la conforman. Sin embargo, Los Pedroches jamás ha bebido agua del Guadiana hasta febrero de este año, cuando se puso en marcha la conexión provisional del pantano de La Colada. El resto del tiempo siempre se ha surtido del agua de la cuenca del Guadalquivir, una anomalía que se repite en otras zonas que están a caballo entre dos demarcaciones. En la práctica, esa situación equivale a un trasvase entre cuencas: el Guadiana se ahorra agua, por poca que sea, que aporta el Guadalquivir.

¿Cómo se ha llegado a esta paradoja en la que los habitantes del norte tienen que beber agua del sur? La causa hay que buscarla en la falta de conexión de La Colada con a la red general. Ese pantano se levanta dentro de la cuenca del Guadiana, sobre uno de esos pequeños ríos (más bien un arroyo) que fluyen hacia el norte, el Guadamatilla. Estaba pensado precisamente para que los pueblos de Los Pedroches se abastecieran de agua del Guadiana.

Como ya es bien sabido, las conexiones nunca se hicieron. Son tuberías y estaciones de bombeo a lo largo de unos 40 kilómetros hasta la potabilizadora de Sierra Boyera, la única del norte de Córdoba. La CHG terminó el embalse en 2006, pero no alcanzó sus 57 hectómetros cúbicos de capacidad hasta cuatro años después. Costó 24 millones de euros.

Las conexiones, sin embargo, correspondían a la Junta de Andalucía, que puso en marcha su parte y llegó a ejecutarla en un 90 por ciento. Pero sobrevino la crisis económica de 2008 y los gobiernos del PSOE de entonces optaron por detener, sin más explicaciones, una infraestructura que estaba casi terminada y sin la cual el pantano de La Colada no servía para nada. Y así lleva 15 años. Haciendo un símil, el caso del embalse de La Colada es como comprarse un Ferrari sin ruedas para ahorrar dinero.

El origen del agua

Con conexión o sin ella, a Los Pedroches había que darles de beber. En todo este tiempo eso se ha hecho con el agua de Sierra Boyera, que se levanta sobre el río Guadiato, uno de los cauces que fluyen hacia el sur y que por tanto pertenece a la cuenca del Guadalquivir. Es una presa pequeña, de 37 hectómetros cúbicos, incapaz de abastecer las necesidades de las dos comarcas en época de sequía. En condiciones normales, el Guadiato y Los Pedroches consumen entre 7 y 8 hectómetros cúbicos de agua cada año.

La situación es aún más rocambolesca si se piensa que La Colada se diseñó para abastecer también a los pueblos de la vecina comarca de Almadén, en Ciudad Real. La Junta de Castilla La Mancha hizo sus tareas a tiempo, de modo que existen canalizaciones desde La Colada hacia el norte. Pero esos municipios nunca usan ese agua, según confirman desde la CHG, porque tienen otros recursos mejores a mano. Nuestros vecinos manchegos tienen dos coches, y los dos con ruedas.

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