Resulta cuanto menos curioso que ahora el PP, que durante la anterior legislatura puso en marcha una auténtica campaña contra la subida en el recibo de la basura aplicada por Epremasa, ahora plantee un incremento medio de 33 euros para que los contenedores se soterren. Parece que es la única fórmula de que los nada estéticos contenedores desaparezcan de nuestras calles y plazas, aunque para ello los contribuyentes tengamos que rascarnos los bolsillos.