Las organizaciones agrarias exigieron ayer más medios y una modificación del código penal para frenar los robos de aceituna y de aperos de labranza que se producen en el campo durante la campaña del olivar. La patronal, junto a la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca), se reunió con el subdelegado del Gobierno, responsables de la Guardia Civil y delegado provincial de Agricultura. El subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, anunció ayer el inicio del plan de seguridad para prevenir estos delitos, que se pone en marcha por tercer año consecutivo y que, según Ruiz, "está obteniendo buenos resultados porque se está reduciendo la cantidad de aceituna robada y la investigación está permitiendo aumentar la recuperación de fruto sustraído".

Por su parte, el teniente coronel de la Guardia Civil, José Ignacio Criado, aseguró que el dispositivo se centrará en el control de movimientos del fruto recolectado y en los puntos compra y venta. El año pasado, la Guardia Civil consiguió aumentar un 121% la cantidad de kilos recuperados.

EXIGENCIAS El presidente de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, advirtió de la inseguridad que existe en el campo y demandó un cambio del código penal para incrementar las sanciones contra los delincuentes al considerar que las faltas son reiterativas.

Asimismo, demandó una modernización del sistema de comunicación entre los juzgados para que se pueda hacer un seguimiento de la trayectoria del delincuente y se agraven las penas.

El secretario provincial de COAG, Francisco Garrido, aseguró que las medidas son similares a las del año pasado y lamentó que se mantengan los robos de maquinaria agrícola y los destrozos en cortijos y naves.

Para el secretario de Organización de UPA, Miguel Cobos, el problema de los robos sigue existiendo, aunque valoró que se refuercen las medidas. Cobos pidió que se controle la producción que entrega el agricultor con la media de las cosechas que obtienen de un año para otro.