Entre el vandalismo y el arte urbano

El regreso, por quinta vez y en cinco años, de las misteriosas caras de barro de Córdoba

Los diminutos rostros afloran de nuevo en La Ribera, una zona en cuyas inmediaciones ya registró casos similares en 2022 y 2023

Caras aparecidas en La Ribera con la misma estética que las anteriores

Caras aparecidas en La Ribera con la misma estética que las anteriores / Manuel Murillo

David Jurado

David Jurado

Un lustro lleva ya el misterio de las caritas de barro de Córdoba sin resolver. Tantos años como veces han aflorado estos diminutos rostros en los espacios públicos de la ciudad. Aunque en diferentes composiciones, desde el marrón del barro hasta el blanco de la escayola, el estilo es siempre el mismo, por lo que hay pocas dudas sobre su autoría. Sea una o varias las personas, así como la intención que hay detrás de esta acción, entre el vandalismo y el arte urbano, sigue siendo, a día de hoy, un misterio.

Las caras vuelven de nuevo a sorprender a los cordobeses. En esta ocasión vuelven a la Ribera, tal y como ha adelantado Cordópolis, en una zona en cuyas inmediaciones ya aparecieron en 2022 y 2023. Las caras siguen siendo las mismas, con los mismos rasgos, tamaño y estética.

Pero hay algo que la distinguen del resto. Ahora se presentan con un letrero reivindicativo y con una clara referencia al cambio climático. Los rostros están impresos en la yema de un huevo frito, por lo que su color es ahora amarillo, en contraste con el blanco de la clara. En el letrero que acompañan a las caritas se indica que el planeta aumentará su temperatura en los próximos años, por lo que las caras en los huevos fritos funcionan como metáfora de lo que le espera al ser humano si no combate el cambio climático.

Antecedentes

También cambia el lugar de aparición. Ya no es una muralla ni una pared. Ahora se presentan en el mobiliario urbano, en concreto en un panel informativo del Paseo de la Ribera, junto al carril-bici.

La primera vez que estos rostros afloraron en la ciudad fue en 2019, entre los huecos de la muralla próxima a la Puerta de Almodóvar. En aquella ocasión saltaron las alarmas por entenderse que era un acto vandálico. Finalmente, el daño al patrimonio no fue tal y se retiraron sin dañar los sillares de la muralla.

Poco tiempo después, en diciembre de 2020 aparecieron en una zona también próxima a un monumento, el Alcázar de los Reyes Cristianos. Se localizaron en unas escaleras junto a la plaza de la calle Doctor Fleming. Eran de la misma composición y estética que las primeras.

En enero de 2022 hubo otra réplica en los muretes del Balcón del Guadalquivir. Más distintas fueron las que aparecieron justo un año después, en enero de 2023, en una fachada de la calle Caldereros. Mismas caras pero esta vez blancas para integrarse plenamente con la pared.

Ahora las que ha aparecido son menos, con leyenda incluida, distintos colores y un claro mensaje reivindicativo para alargar el misterio.