ENTREVISTA | Enrique Benítez Miembro del Comité de Diseño de la Estrategia de Protección al Menor en el Entorno Digital

«Lo digital es invisible, pero las consecuencias son reales»

Enrique Benítez y la protección al menor en el entorno digital

Víctor Castro

María José S. Guardiola

María José S. Guardiola

Enrique Benítez es economista y durante más de tres años ha escrito sobre el mundo digital en Prensa Ibérica, además de formar parte del Observatorio Odiseia relacionado con la inteligencia artificial. Todo ello lo ha llevado a ser nombrado miembro del comité de expertos encargado de diseñar una estrategia para promover un entorno digital seguro para las niñas, niños y adolescentes. En esta entrevista, a título personal, como ha puntualizado, señala algunos de los grandes retos como sociedad ante el gigante que representa internet.

-¿Qué es y para qué se ha creado este comité de expertos?

-El comité de expertos se ha creado a propuesta de la Presidencia del Gobierno de España. Está claro que después de más de 25 años de popularización de internet, la navegación digital necesita de un cierto control y vigilancia. Algunas de sus consecuencias están siendo dañinas, sobre todo para la juventud, ya que tienen menos filtros para darse cuenta de lo que es verdadero y lo que es falso. Por ello, muchos gobiernos se han dado cuenta de que no había ningún tipo de regulación, que se ha dejado prácticamente todo al trabajo de los padres y de las familias, y que esa dedicación de vigilar cómo viven sus hijos menores de edad en internet, no estaba siendo suficiente. En todo el mundo se han impulsado medidas legislativas para tratar de poner un poco de control en un mundo en el que todos pasamos mucho tiempo frente a las pantallas, y que realmente no tenía muchas normas. Al final, el tiempo que se pasa en el mundo digital está teniendo consecuencias en la vida real, porque, aunque lo digital sea invisible, las consecuencias son reales.

-A causa de la globalización, ¿cómo puede proteger un Gobierno a sus ciudadanos de internet?

-La cuestión es que los gobiernos nacionales solo tienen competencia sobre cuestiones que ocurran en territorio nacional. Por ejemplo, la Agencia Española de Protección de Datos tuvo que dirigirse a un portal de vídeos pornográficos para que retiraran un vídeo colgado por un novio despechado, en el que salía una chica en una actividad sexual no consensuada. Esa plataforma estaba en Checoslovaquia, la Agencia pudo conseguir de manera diplomática que retiraran el vídeo, pero no pudo sancionar a esa plataforma por estar fuera de su jurisdicción. Los proveedores de servicios y de contenidos están ubicados en otros países de manera que las jurisdicciones nacionales existen, pero se quedan cortas porque solo pueden operar en territorio nacional. Por eso es muy importante que se haga un esfuerzo coordinado, y europeo, en la medida de lo posible. Incluso se está hablando de una regulación mundial.

-¿Cuáles son los primeros principios en los que va a trabajar el comité?

-Este comité de expertos está muy enfocado en la sociedad civil. Se pretende llegar a una hoja de ruta que pueda marcar una estrategia del Gobierno a cinco o diez años vista. Se trata de identificar cuáles son las principales amenazas para la navegación segura de los menores en internet, cuáles son los principales riesgos de no hacer nada y ver qué medidas se pueden poner en marcha.

"Para muchos chavales jóvenes, el concepto de privacidad no existe"

-¿Y cuáles son esos riesgos?

-Desde mi punto de vista, creo que habría que analizar cuál es toda la cadena que lleva a que la navegación de los menores se haya convertido en un problema. En primer lugar, las familias proporcionan a los menores un smartphone demasiado pronto, pero, además, dentro de las familias se ven los móviles como una herramienta de entretenimiento para sus hijos. Esto ya ocurrió con las consolas y los videojuegos. Desde hace un tiempo, parte de la educación que se proporciona dentro de las familias se ha sustituido por tiempo de pantalla. Con lo cual yo diría que un primer problema es que muchas familias han renunciado a ejercer su papel, en cuanto a pasar tiempo de calidad con tus propios hijos. Este cambio se está viendo en un proceso muy acelerado. Otra cuestión es que en un móvil que te permite conectarte a internet, te permite llegar a lo que tú quieras. Es decir, no hay ningún tipo de filtro y muchas de estas aplicaciones que entretienen a nuestros niños, por ejemplo TikTok o Instagram, tienen consecuencias que también son negativas.

-¿Qué consecuencias tiene el uso en redes sociales?

-Para muchas generaciones más jóvenes, no solo menores de edad, su idea de privacidad o de intimidad no tiene nada que ver con la de nosotros, porque lo importante es compartir cada paso que dan. Esa generación, que se llaman nativos digitales, han dejado un rastro de su vida en internet que está a disposición de todas las multinacionales, para muchos chavales jóvenes que se han educado on line este concepto de privacidad, que la Constitución Española recoge con el derecho a la intimidad, no existe. Además, con las búsquedas que hacemos en internet, las grandes multinacionales tienen una información sobre nuestros hijos e hijas descomunal, que les puede servir en un futuro y les sirve ahora para venderles cosas fundamentalmente. Pero, lo que está pasando, es que eso también se puede utilizar para la manipulación política, para la manipulación de voluntades y para la generación de extremismos políticos. Entonces, ya no sólo está en riesgo la salud mental de los jóvenes o nuestra protección como consumidores, sino que también está en riesgo nuestro propio concepto de ciudadanía. Si se nos manipula para provocar un determinado comportamiento electoral, al final esas grandes compañías multinacionales, y por eso también los gobiernos, pueden tener una capacidad de influencia y pueden distorsionar la convivencia.

"Las redes son muy frías y se basan en la utilidad a muy corto plazo"

-¿Qué consecuencias habrá en un futuro?

-Todo eso está por ver, pero ya se puede observar algunas tendencias. Una que a mí me preocupa muchos es la hipersexualización de las niñas. Las chicas han aprendido que mostrando de alguna manera su cuerpo, o una determinada actitud, resulta que tienen más likes y son más populares. Aquí hablaría también de la perspectiva de género. A los chicos se les enseña a que sean valientes, o incluso agresivos, se está trasladando un mensaje que a mi parecer está haciendo que se retroceda mucho, y eso las encuestas ya lo están señalando en cuanto a los valores de convivencia, o de tolerancia por la igualdad de género. Y a las chicas se les está lanzando un mensaje de que su sexualidad es lo que más vale, más que su capacidad intelectual o de sacrificio. Esto está creando una brecha en la gente joven, entre chicos y chicas que pueden tener consecuencias importantes a largo plazo. Hay una cuestión que está ahí, que a mí me sorprende mucho, que es la utilización de aplicaciones para ligar. Las redes son muy frías y se basan en la utilidad a muy corto plazo, y todo esto puede acabar afectando a la forma en la que nos relacionamos entre nosotros. Una tercera tendencia que a mí, personalmente, me preocupa mucho es que la gente joven ya no lee el periódico. Yo soy un gran defensor de la de los medios de comunicación como un pilar básico de la democracia. Y ahora mismo, para mucha gente joven, lo que ven en TikTok o Twitter es algo real y lo que ven en un medio no.

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