Historia, presente y futuro gastronómico

Córdoba Califato Gourmet, el mejor embajador gastronómico

El evento llega este año a su décima edición

Córdoba Califato Gourmet  ha reunido en sus distintas ediciones a los mejores cocineros españoles del momento.

Córdoba Califato Gourmet ha reunido en sus distintas ediciones a los mejores cocineros españoles del momento. / Manuel Murillo

En 2014 abría por primera vez sus puertas Córdoba Califato Gourmet, una propuesta privada con amplio apoyo público que a lo largo de la última década ha puesto el foco en la mucha y buena gastronomía de Córdoba y su provincia. Ya lo decía el chef dos estrellas Michelin Paco Morales en la pasada edición (ahora ya cuenta con tres estrellas) cuando destacaba «la riqueza y diversidad gastronómica de la ciudad de Córdoba, que está viviendo uno de sus momentos más dulces». Que tenemos una gastronomía brillante y que es uno de los mayores atractivos de Córdoba es indudable, como que el Califato Gourmet se ha convertido en el estandarte de los eventos gastronómicos de la provincia.

«La idea surgió en un ‘famtrip’ gastronómico en el Mercado Victoria», recuerda Antonio Caño, uno de los promotores de la ya ineludible cita gastronómica, junto a Enrique Merino (actualmente gerente del Patronato Provincial de Turismo de Córdoba) y Juanma Barberá. Caño explica que el certamen nació con un objetivo claro: la promoción turística, gastronómica y agroalimentaria de los productos de Córdoba. Así, aquella primera edición, que se celebraba en el Real Círculo de la Amistad, se proponía convertir a Córdoba y su provincia en el centro del turismo gastronómico de España y apoyarla como destino turístico, gastronómico y cultural indispensable, aprovechando su condición de Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica en aquel año. El objetivo se cumplió con creces, y diez años después, Córdoba Califato Gourmet es ya una cita ineludible del otoño.

En aquella primera edición se fusionaron las cuatro culturas (romana, árabe, judía y cristiana) que han marcado la cultura y la gastronomía cordobesas, que año tras año se da a conocer dentro y fuera de nuestras fronteras gracias a este evento que, según Caño, «está cumpliendo con los objetivos que se comprometió tanto con la promoción turística, como con la agroalimentaria y gastronómica, defendiendo a ultranza los productos de Córdoba, sus cocineros y la hostelería y cocina cordobesa».

Miles de personas han degustado las tapas en 'In the street'.

Miles de personas han degustado las tapas en 'In the street'. / Manuel Murillo

El éxito fue tal que, solo unos meses después, se presentaba en Fitur la segunda edición, que sumaba un día más a la cita con una fórmula sencilla: mostrar las creaciones de algunos de los chefs locales más reconocidos -Paco Morales, Kisko García, Celia Jiménez, etcétera-, junto a las de referentes de la cocina española de la talla de Joan Roca, Jesús Sánchez, Paco Roncero, Yayo Daporta, Andoni Luis Adúniz, Mario Sandoval, Pepe Solla, Francis Paniego o Ricardo Sanz.

Córdoba Califato Gourmet ha sido también escaparate del talento femenino, con chefs como Susi Díaz, María José San Román, Yolanda León, Rocío Parra, Elena Lucas, Macarena de Castro o María Marte.

La gastronomía, a la calle

Pero además, lleva la alta gastronomía a la calle y ofrece a esos establecimientos que día a día construyen la buena fama de la cocina cordobesa de mostrar su trabajo al gran público, que con su voto decide en cada edición cuáles son las mejores tapas que se elaboran en las cocinas de bares, restaurantes y tabernas locales. Los seis ganadores (elegidos entre el voto de la gente y del jurado) tienen acceso al ‘showcooking’ oficial de la siguiente edición del Córdoba Califato Gourmet, una cena en donde sus tapas se sirven, junto a las de los chefs estrella Michelin invitados, a los afortunados comensales que logran una de las plazas para esta cena de lujo.

La primera edición fue un rotundo éxito. Más de 500 personas se animaron a probar las ‘delicatessen’ fusión ideadas por siete de los mejores chefs del momento, de calidad certificada por estrellas Michelin y soles Repsol, y aún hubo más gente en lista de espera. Hasta 5.000 personas han llegado a disfrutar de las tapas en ‘In the street’, la actividad que ha llevado a distintas localizaciones de la ciudad las propuestas de decenas de establecimientos cordobeses. 

Precisamente, poner en valor los productos cordobeses es otro de los objetivos de Córdoba Califato Gourmet. Por ello, edición tras edición se han ido sumando al evento algunas de las denominaciones de origen de la provincia y empresas.

Córdoba Califato Gourmet permite conocer las últimas tendencias gastronómicas.

Córdoba Califato Gourmet permite conocer las últimas tendencias gastronómicas. / Manuel Murillo

En la segunda edición, el chef invitado fue Jesús Sánchez, que volvió a Córdoba Califato Gourmet en la última edición. El tres estrellas Michelin reconoció la gran evolución de un evento que «se ha consolidado y adquirido calidad, trascendencia y valor entre los cordobeses y entre los establecimientos de la ciudad, que buscan un reconocimiento. Y que se traduce también en una herramienta de marketing y de proyección para los ganadores».

En este sentido, Antonio Caño apunta que «los objetivos a futuro están por la internacionalización de la marca y del evento».

Salud de la gastronomía cordobesa

Tanto Caño como el presidente de la Asociación Cordobesa de Hostelería y Turismo (Hostecor), Jesús Guerrero, coinciden en que la salud de la gastronomía cordobesa es más que satisfactoria. «La gastronomía cordobesa va para arriba y cada vez tenemos mejor cocina y mejores productos y de calidad», afirma el organizador del Córdoba Califato Gourmet. En el mismo sentido se expresa Guerrero, quien afirma que «tenemos una calidad muy alta y productos muy buenos, pero tenemos que ponerlos en su sitio». En esto también coincide con Caño, quien opina que «nos vendemos mal. Hace falta más impulso público y por supuesto privado». Otra cuestión en la que coinciden Guerrero y Castro es en la necesidad de contar con una escuela de hostelería. «Una escuela de hostelería sería necesaria para dar mayor calidad a la prestación del servicio y a la mejora de sus nuevas figuras», señala el último, mientras que el presidente de Hostecor remarca que un centro de este tipo ayudaría a «profesionalizar» el servicio.

El presidente de los hosteleros reconoce que el cliente cordobés «es muy exigente» y, por ello, el hostelero que pretende permanecer «no va a hacerlo mal». Guerrero remarca que «tenemos unas tabernas espectaculares, restaurantes de alta cocina, bares de comida casera muy buenos. Y no es solo el producto y cómo se trata, sino cómo se trabaja».

Productos de calidad reconocida y una oferta gastronómica variada no parecen ser suficientes, no obstante, para augurar un futuro próspero a la hostelería cordobesa. O es al menos lo que transmite el presidente de Hostecor, quien hace hincapié en que la escasa rentabilidad de algunos establecimientos, a causa de la subida de precios de los alimentos y combustibles, les está llevando al cierre. «Hay establecimientos con pérdidas semanales de 1.500 euros a la semana y eso es difícil de afrontar», dice Jesús Guerrero, quien admite que se han repercutido algunas subidas, pero no las necesarias para poder compensar los incrementos de precios. «Es una pena, pero va a haber pérdidas de negocios, muchos van a desaparecer», lamenta.

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