Reportaje

Sin apoyo para poder opositar

El examen de las oposiciones de Educación en Andalucía no se adapta a la dislexia

Enrique y Aurora, padres de una joven con dislexia.

Enrique y Aurora, padres de una joven con dislexia. / CÓRDOBA

M.J. Raya

M.J. Raya

La hija de los lucentinos Enrique y Aurora tiene como objetivo desde siempre trabajar como profesora. Para ello, su aspiración es presentarse a oposiciones de Educación en Andalucía. Sus padres no quieren que en la próxima oposición a la que se presente vuelva a producirse el problema que tuvo su hija en anteriores convocatorias de 2019 y 2022, ya que las pruebas no se adaptaron a que tiene dislexia, disfaxia y disortografia, por lo que exponen que no pudo examinarse en igualdad de condiciones.

Estos tres trastornos afectan en determinados aspectos a la expresión, comunicación y escritura, pero no han impedido que esta aspirante a profesora aprobara Primaria, Secundaria, Selectividad, los estudios de Magisterio y un máster de Salud y Deporte, recibiendo en cada momento los adecuados apoyos, destacan sus padres. Además, también está haciendo el Máster de Profesorado, requisito para trabajar como docente, y ha ganado campeonatos de España y de Andalucía de natación en piscina y aguas abiertas.

«El Defensor del Pueblo Andaluz y la anterior delegada de Educación, Inmaculada Troncoso, apoyaron que se atendiera nuestra petición, pero si no está contemplado antes de los exámenes que nuestra hija va a poder contar con un mentor y con una adaptación acorde a su dislexia y otros trastornos, tendrá complicado opositar en igualdad de condiciones», denuncian. Esta joven no puede examinarse por el cupo de discapacidad porque solo tiene reconocido oficialmente un 19% de discapacidad y no el mínimo del 33%, aunque ha presentado informes que no han sido tenidos en cuenta, que avalan al menos ese 33%. Lo único que le admiten es que el tipo de letra del examen sea mayor, que no es lo que ella requiere.

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