Transportes

Normalidad en el primer día sin patinetes en los trenes de Renfe en Córdoba

No se han recibido quejas ni reclamaciones en la compañía por la prohibición de entrar en los convoyes con estos vehículos eléctricos

Un usuario de patinete eléctrico pasa por delante de a estación de Córdoba este martes.

Un usuario de patinete eléctrico pasa por delante de a estación de Córdoba este martes. / Manuel Murillo

Rafael Verdú

Rafael Verdú

La normalidad ha sido la tónica en el primer día en que ya no se puede subir a un tren de Renfe con un patinete eléctrico, aunque sí se permiten otros modelos de vehículos como las bicicletas. Hace ya varias semanas que los revisores, los guardias de seguridad, personal de la entidad y la cartelería avisaba de que desde el día 12 de diciembre no estaría permitido montarse en un tren con un patín eléctrico por cuestiones de seguridad. Y parece que la campaña informativa ha funcionado.

Renfe ha informado a este medio de que hasta el momento no se ha recibido ninguna queja formal de usuarios de patinetes en Córdoba. Y eran muchos quienes los usaban como transporte intermodal, especialmente para ir hasta la estación de Córdoba y desde allí a Rabanales en un tren de Media Distancia, en uno de los trayectos más frecuentados de toda Andalucía gracias a la afluencia de estudiantes hacia y desde el campus de la Universidad de Córdoba.

Justificación

El principal motivo para aplicar esta medida -que lógicamente no ha gustado a los usuarios de estos vehículos personales- es la seguridad. En los últimos meses, se han detectado algunos casos, muy pocos, de patinetes cuya batería ha explotado dentro de un tren. Ante el riesgo que una situación así supone para el resto de pasajeros, Renfe ha optado por la mayor y ha prohibido la entrada de patinetes. Se dio un periodo de gracia para adaptación que ha finalizado este martes.

Sin aparcamientos propios

La estación de Córdoba no está preparada -ni prácticamente ninguna otra en el país- para mantener a buen resguardo los patinetes mientras sus propietarios se desplazan en tren, de modo que han de dejar sus dispositivos en casa o arriesgarse a dejarlos fuera sin vigilancia. No existe un aparcamiento adaptado y Adif ha asegurado a este medio que se va a hacer un seguimiento "al incremento que se produzca en la demanda de las actuales plazas de aparcamiento existentes para patinetes/ bicicletas", para a partir de ahí evaluar las opciones para el futuro.

Esos estacionamientos a los que se refiere Adif están pensados para bicicletas, pero la empresa pública considera que son válidos para los patinetes y hay usuarios que así los emplean, indica la compañía. Sin embargo, para ello es necesario que los usuaros dispongan de un candado adaptado u otros sistemas de protección para evitar los robos. A corto plazo, la única solución que aporta Adif es emplear los aparcamientos para bicicletas.

Esta medida no solo afecta a los patinetes eléctricos, sino también a los monociclos o cualquier otro dispositivo de movilidad personal eléctrico o dotado de baterías, con excepción de los vehículos de personas con movilidad reducida y las bicicletas eléctricas.

La postura de los estudiantes

Los alumnos de Rabanales han mostrado cierto descontento por la medida, pero el Consejo de Estudiantes de la UCO considera que su impacto es relativo. Según Sara Muñoz, presidenta del organismo, en el campus de la UCO hay aproximadamente unos 3.000 alumnos, pero no todos ellos utilizan los trenes para ir a clase. Y quienes sí lo hacen, por lo común viven cerca de la estación ya que prefieren alquilar sus pisos en el entorno precisamente por eso, por lo que tampoco usan el patinete.

Otra cosa son los estudiantes residentes en Córdoba, que sí suelen usarlo con más frecuencia. "Ellos sí se tienen que desplazar a Renfe y suelen tirar más de este tipo de vehículo. Pero no hemos detectado que sean muchos", asegura Muñoz.

Prohibiciones similares

Para justificar su decisión, Renfe ha recordado que ya existen prohibiciones similares en otros medios de transporte y ciudades europeas. Sevilla fue la primera ciudad, en 2021, en impedir que los viajeros entraran al Metro con sus patinetes eléctricos en la hora punta los días laborales.

El pasado mes de febrero, Cataluña prohibió tanto el acceso a los vehículos como a las propias infraestructuras (estaciones y andenes) de transporte público, tras la explosión de un patinete en el servicio de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) en noviembre de 2022.

Asimismo, desde el pasado 4 de noviembre está prohibido el acceso de patinetes eléctricos a las instalaciones y vehículos del transporte público de la Comunidad de Madrid cuya gestión sea competencia del Consorcio Regional de Transportes (por ejemplo en el metro o los autobuses).

En otros países, algunos operadores ferroviarios de Reino Unido e Irlanda, así como el Metro de Londres o Hamburgo, también han prohibido el acceso de patinetes eléctricos a sus trenes.