SALUD

Los cascos hacen estragos en los más jóvenes: copan una de cada tres consultas al otorrino en Córdoba

El posible daño suele deberse a que escuchan mucho tiempo música muy alta con los auriculares

Presentar una hipoacusia a edades demasiado tempranas afecta al estado anímico y cognitivo

Un joven escucha música con unos auriculares.

Un joven escucha música con unos auriculares. / CARLOS MONTAÑÉS

M.J. Raya

M.J. Raya

Una de cada tres consultas que atienden los especialistas en Otorrinolaringología en Córdoba corresponden ya a jóvenes que acuden al especialista porque quieren saber si están sufriendo algún problema de audición. El especialista en Otorrinolaringología del hospital Cruz Roja de Córdoba, José Francisco Padilla, señala que «llama la atención que cada vez tengamos que atender a pacientes más jóvenes, que alegan poder presentar un posible problema de audición, el cual suele deberse exclusivamente a que han estado expuestos durante demasiado tiempo a una música muy alta usando auriculares, no a motivos laborales o de otra índole, una vez se le realizan las preguntas pertinentes». 

Cuando hay ruido se puede producir un daño en las células internas del oído, que se encargan de captar el sonido y de enviarlo a la corteza cerebral. En la ciudad, en zonas donde se soporta mucho ruido por el tráfico, conversaciones o música, se superan con frecuencia los 90 decibelios. 

Consecuencias de la exposición continua a ruidos altos

Las personas que están expuestas mucho a esos ruidos elevados pueden sufrir un daño auditivo irreparable, asegura este especialista. «Si durante muchas horas al día los jóvenes usan cascos para oír música u otros contenidos por encima de los 90 decibelios tienen más posibilidad de padecer hipoacusia (deficiencia auditiva), sordera unilateral o bilateral. Se le realiza al paciente un completo interrogatorio sobre su actividad y hábitos diarios para tratar de descubrir el origen de su posible problema de audición, por si guardara relación con el trabajo, con haber estado ingresado en una uci o haber tomado un tratamiento que le hubiera podido dañar el oído, pero en la mayoría de los casos la causa que subyace en este problema es esa exposición excesiva a música o sonidos altos durante demasiado tiempo. 

A los jóvenes que se les detecta este problema de audición le supone un impacto anímico y también les afecta desde el punto de vista cognitivo, ya que no se enteran de todo y les genera impotencia saber que la única solución pueda ser usar un audífono si el daño auditivo que sufren es irreversible.  

Casos en casi niños

Padilla teme que con el paso de los años la edad de estos pacientes jóvenes pueda ir incluso disminuyendo, teniendo en cuenta que ya hay niños que hacen uso durante demasiado tiempo de pantallas y otros dispositivos móviles a unos decibelios mucho más altos de lo que pueda ser recomendable.

«Como son jóvenes piensan que a ellos no les puede pasar nada en la audición, que los fallos al oír son cosa únicamente de personas mayores, que solo se produce por una cuestión degenerativa del paso de la edad», indica este especialista del hospital Cruz Roja. 

«Por eso, no es recomendable estar escuchando música u otros contenidos a volumen alto a todas horas. No se debe estar prácticamente todo el día con los cascos puestos para estar con el ordenador, ver la televisión, usar el móvil o contar con el último modelo de altavoz. Se observa desde hace años un cambio social de convertir los hogares prácticamente en un cine», lamenta este otorrino. 

José Francisco Padilla, especialista en otorrinolaringología del hospital Cruz Roja de Córdoba.

José Francisco Padilla, especialista en otorrinolaringología del hospital Cruz Roja de Córdoba. / CÓRDOBA

Recomendación de la OMS

José Francisco Padilla recuerda la regla del 60-60 que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), no escuchar música por encima del 60% de lo que te permita el sistema y no hacerlo durante más de 60 minutos al día, aunque reconoce que esta recomendación en la actualidad se cumple poco, sobre todo entre adolescentes y jóvenes, teniendo en cuenta que una conversación normal ya se hace a unos 40 decibelios y que 60 decibelios son fácil de alcanzar y de superar. 

Padilla recuerda que es fácil evitar la exposición a ruidos demasiados elevados, pues hoy en día los dispositivos incluyen mecanismos que indican que se está superando el volumen aconsejable. Sobre si es mejor usar auriculares internos o externos para estar más protegidos, precisa que los dos son igualmente perjudiciales sí se utilizan durante mucho tiempo y con el volumen muy alto.

¿Cómo puede afectar el ibuprofeno o la tónica?

La principal señal que debe alertar sobre la posible pérdida de audición es sufrir los llamados acúfenos, zumbidos o pitidos en los oídos, que se suelen detectar como si fuera un ruido de fondo cuando hay silencio o cuando no lo hay y también apreciar que no se entienden las conversaciones que antes sí se escuchaban. Si se detecta esta situación se debe consultar con el especialista en Otorrinolaringología. 

Ante este problema de salud en auge, el doctor Padilla destaca la importancia de tomar conciencia de la prevención de la salud auditiva. Precisa que existen fármacos, como el ibuprofeno, o bebidas, caso del agua tónica o las bebidas energéticas, que también pueden influir en la pérdida de audición, al incluir estas bebidas quinina y mezclarse en ocasiones con el alcohol.

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