reportaje

El asociacionismo que vendrá: La pendiente unión vecinal de los nuevos barrios de Córdoba

Los nuevos barrios tienen el objetivo de canalizar sus demandas a través de asociaciones vecinales

El transporte y los servicios educativos y sanitarios serán las primeras necesidades que obliguen a la unión

Noelia Santos

Noelia Santos

La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, que aglutina a los colectivos vecinales de la ciudad de Córdoba, cuenta con cerca de un centenar de organizaciones. Prácticamente, ninguna de ellas se localiza en los conocidos como nuevos barrios, esas comunidades de residentes que se extienden, sobre todo, hacia el poniente de la ciudad. El hecho de que sean barrios tan nuevos dificulta su capacidad de organización a través del asociacionismo, un modelo de convivencia y reclamaciones que en Córdoba ha sido siempre muy fuerte

Como detalla el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC), Juan Andrés de Gracia, de la necesidad nacerá el movimiento. «En los nuevos barrios, la dinámica asociativa suele surgir por el primer problema que siempre aparece: la urbanización», detalla De Gracia, que pone como ejemplo la asociación vecinal de Mirabueno, un barrio cuya urbanización quedó a medias y que, a través de esa unión, consiguió que se culminara. Algo similar ocurrió en Turruñuelos, recuerda, pero una vez conseguido el objetivo, el grupo desapareció.

Viviendas en construcción en la zona de Poniente.

Viviendas en construcción en la zona de Poniente. / A.J. GONZÁLEZ

Pero la experiencia dice que a medida que surjan necesidades, los vecinos tenderán a unirse para pedir lo que consideren justo. En este punto, el presidente del Movimiento Ciudadano recuerda que los barrios nuevos nacen ya bien dotados de servicios, al menos de puertas para adentro, en sus urbanizaciones. Pero al vivir allí principalmente gente joven que tendrá hijos, en unos años les harán falta colegios y también centros de salud. Los servicios educativos y sanitarios, y también el transporte público, serán siempre las primeras necesidades que empiecen a surgir en las zonas nuevas, después de sus propias viviendas y cómo han quedado al ser entregadas. «Hasta que no surjan necesidades clave, no empezarán a verse las movilizaciones», apunta De Gracia.

Los vecinos de los nuevos barrios, eso sí, no están desamparados en cuanto a vehículo para canalizar sus demandas. Cuando un barrio que no está organizado necesita hacer alguna reclamación siempre puede canalizarla a través de los consejos de distrito o junto a asociaciones de vecinos cercanas que lleven funcionando desde hace tiempo.

Las cosas que sí se han conseguido

Pero a pesar de su corta edad, los nuevos barrios sí que han conseguido cosas. Por ejemplo, que no se instale la central de destino del sistema de recogida neumática de basura en una zona verde. La demanda la lideró un grupo de propietarios de la junta de compensación del plan parcial O-5 Turruñuelos y es un éxito que avala nada más y nada menos que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

También hay que resaltar que las quejas vecinales han provocado que el Ayuntamiento se lleve el futuro parque de bomberos a una zona no residencial, junto al Ifapa. Hasta dos ubicaciones se plantearon para el parque, una en Huerta de Santa Isabel y otra en la salida de la avenida Manolete hasta la ronda. 

Vecinos de ambas zonas pusieron el grito en el cielo por las molestias que un parque de bomberos puede ocasionar en el día a día. Cuando los vecinos de la segunda zona se enteraron de las intenciones del Ayuntamiento, iniciaron una recogida de firmas. Lo cuenta Lucía Zarza, vecina del residencial que se puso manos a la obra: «La organización fue dentro de mi urbanización. Somos 166 viviendas y cuando nos enteramos de lo del parque no nos gustó un pelo. Alguien dijo de hacer un Change y yo me ofrecí a redactarlo, la gente lo fue compartiendo, a sus contactos, algunos en otras urbanizaciones vecinas y listo». Cuando se presentó la ubicación definitiva, el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Miguel Ángel Torrico, reconoció la idoneidad de la localización, no solo por estar cerca de la ronda de Poniente, sino por no tener ningún residencial cerca.

La expansión urbanística traerá consigo, por lo tanto, no solo urbanizaciones de piscina y pistas de pádel, sino un crecimiento del asociacionismo vecinal que en Córdoba es histórico.

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