DÍA INTERNACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

El ‘bullying’, el maltrato y las redes sociales están detrás de muchos suicidios en jóvenes

Acabar con el acoso escolar reduciría un 22% los intentos en adolescentes, según la Universidad Internacional de Cataluña

La enfermedad mental es la causa prinicipal de los suicidios.

La enfermedad mental es la causa prinicipal de los suicidios. / MANUEL MURILLO

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

Las organizaciones de familiares y afectados por enfermedades mentales vienen haciendo hincapié este año en advertir el incremento de casos de suicidio en personas jóvenes (adolescentes y menores). Este domingo se ha celebrado el Día Internacional para la Prevención del Suicidio y con tal motivo se han dado a conocer numerosos detalles y datos sobre esta problemática. En Córdoba, se celebró un acto en la Plaza de la Corredera organizado por la Asociación Internacional Teléfono de la Esperanza, en el que se advirtió de tal circunstancia.

En este sentido, los especialistas señalan que hay un factor que a veces desemboca en tendencias suicidas, como es el maltrato y los traumas infantiles en general. Sobre ello, el presidente de Asaenec (Asociación de Allegados y Personas con Enfermedad Mental de Córdoba), Juan Guijo, señala que «puede ser un maltrato de tipo físico o psicológico» y reflexiona sobre que las personas tenemos tres capacidades que vamos desarrollando a lo largo de la vida, y sobre todo en la adolescencia, como es la regulación emocional, nuestra identidad y nuestra forma de establecer relaciones interpersonales. Así que «cuando hay un trauma en la infancia y nos cortan alguna de esas tres capacidades, puede suponer efectivamente una predisposición».

En esta idea incide un estudio de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC) que señala que acabar con el acoso escolar reduciría un 22% los intentos de suicidio adolescente. El citado trabajo atribuye «el aumento de casos de suicidio entre adolescentes y jóvenes a la excesiva e inadecuada exposición a las redes sociales y la consecuente falta de interacción social, muy probablemente en jóvenes la dificultad de acceso al mercado laboral y sus problemas relacionados».

En este mismo asunto insiste Juan Guijo, «la gente no tiene interacción social, la gente se comunica mucho, pero es una comunicación con muy poca emotividad. Es decir, en el fondo la gente se siente sola. Solo se interactúa a través de un móvil, de un aparato, y eso al final no crea ningún vínculo, porque aunque haya mucha muchos contactos, son pocas personas con las que realmente se tiene una verdadera amistad».

Los datos

La Federación de Salud Mental de Andalucía y el Teléfono de la Esperanza han difundido en los últimos días informaciones relacionadas con la evolución del número de suicidios que se dan en España cada año. En el caso de Córdoba, de acuerdo con los datos de INE, se quitaron la vida durante el año 2022 un total de 71 personas. De ellas, 56 fueron hombres y 15 eran mujeres, pero en España la cifra alcanzó los 4.097 casos, de los que en Andalucía se produjeron 799.

Con estas cifras entidades como Asaenec o el Teléfono de la Esperanza reclamen que tanto desde las administraciones como desde la sociedad en general se trabaje en visibilizar al máximo esta situación. Juan Guijo, médico y presidente de Asaenec, apunta que esta problemática experimentó un incremento considerable con motivo de la pandemia, «que hizo que el tema se desbocara un poco más» y que se detectó un aumento mayor en la población más joven. «En adolescentes, la cifra se ha multiplicado. Las estadísticas últimas han sido impresionantes. Se estima que en el mundo, para el año 2030 se podría llegar a un millón de suicidios anuales». Las datos que se manejan indican que en España se producen a diario una media de 11,2 casos, casi uno cada dos horas, detrás de los cuales hay, según aclara el presidente de Asaenec, algún intento anterior. A juicio de Juan Guijo, «estamos hablando de uno de los mayores problemas de salud pública que tenemos ahora».  

Reclaman más recursos

Así desde Asaenec se reclaman más recursos para abordar esta problemática. «Ahora mismo no hay recursos sanitarios para este problema, hay que aumentar la plantilla de psicólogos, psiquiatras y especialistas». Aunque reconoce Juan Guijo que algo se está haciendo ya y recuerda que el 27 de junio se ha aprobado por parte de la Junta de Andalucía el primer programa de prevención de la conducta suicida. Eso es importante porque se ha escogido un grupo de especialistas nacionales e internacionales para tratar este programa, que tiene un periodo de desarrollo de tres años. Y a nivel estatal se ha aprobado la estrategia nacional sobre salud mental que se ha dotado con 100 millones de euros; también, añade el presidente de Asaenec que se ha creado la especialidad médica de psiquiatría infantojuvenil. «Se están dando pasos, pero se necesitan más», apunta. 

Por su parte, las asociaciones relacionadas con la enfermedad mental no dejan de acometer actuaciones y campañas tendentes a concienciar a la población de esta problemática y han publicado incluso una guía de prevención y actuaciones con sectores vulnerables, como la infancia y la familia, grupo fundamental en el trabajo, pero también porque es la más perjudicada una vez ocurrida la desgracia. Por eso, Asaenec desarrolla campañas en colegios de la provincia y según indica su presidente, «en todos los colegios hemos detectado varios casos con tendencia suicida».

La lucha contra el estigma

Por último, apunta que hay algo también muy importante contra lo que luchar que es el estigma de las personas con enfermedad mental, porque por un lado se le tiene miedo y por otro se ignora la vivencia y la situación personal del enfermo.

Desde el punto de vista profesional, Juan Guijo indica que esta problemática debe abordarse con acciones de promoción y de prevención, como las citadas, algo que corresponde, apunta, a las instituciones públicas, a los medios de comunicación y la propia sociedad, pero luego hay, continúa, «acciones de detección precoz que nos corresponde un poco a todos». Esta faceta es algo que corresponde a colectivos de enseñanza, educativos y familias y se une todo ello a un ámbito como es la formación, la educación sanitaria, de la que carece la sociedad.

El otro frente es la intervención, algo sobre lo que el presidente de Asaenec apunta que se ha de poner en marcha apenas se detecta el primer indicio de que la persona tiene tendencia o ideas suicidas, inmediatamente, «poner a la persona en manos de un especialista». 

Las causas

Sobre las causas que pueden llevar a una persona al suicidio, los especialistas coinciden en indicar que la principal es la enfermedad mental. Pero hay otras que, según apunta Juan Guijo, hacen sufrir a la persona y ésta acaba viendo una única salida. Guijo apunta que nadie quiere morir, «lo que el suicida quiere es dejar de sufrir».

Estos sufrimientos tienen distintos orígenes, como la soledad (que se vio agravada durante la pandemia), la pobreza, el rechazo social, los conflictos o problemas laborales o familiares. Las adicciones también son causa de numerosos casos de autolisis.

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