salud | ingesta de comida en mal estado

Las intoxicaciones alimentarias aumentan en Córdoba en verano por el calor

La mayoría de las toxiinfecciones se relacionan con huevo o productos crudos

Expertos instan a atender la fecha de caducidad y a una correcta refrigeración

La refrigeración de alimentos es fundamental para evitar toxiinfecciones.

La refrigeración de alimentos es fundamental para evitar toxiinfecciones. / CÓRDOBA

Cristina Ramírez

Cristina Ramírez

Las intoxicaciones alimentarias aumentan con la llegada del verano y el calor que conlleva una aceleración del deterioro de los alimentos, fundamentalmente, por una peor refrigeración. Expertos sanitarios instan a guardar especial atención durante estas fechas a la fecha de caducidad y consumo preferente de los productos y a conservarlos en temperaturas óptimas.

Según los datos aportados por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, en lo que va de año han atendido en distintos centros sanitarios de la provincia de Córdoba a un total de 86 pacientes por toxiinfecciones alimentarias. El número va en aumento y hasta la fecha ya se ha producido una intoxicación más que hasta diciembre de 2022. De esas 86 incidencias, 36 entre los meses de junio y julio coincidiendo con los meses de más calor. En total, este año se han producido diez brotes. De ellos, 6 fueron de origen familiar y 4 en establecimientos públicos. En cuanto a alimentos, seis fueron por preparado de huevo, dos por productos de pastelería, uno por marisco y otro desconocido.

Los profesionales han aclarado que el alimento que provoca más intoxicaciones si se consume en mal estado es el huevo crudo seguido de la carne de ave. El subdirector de Protección Salud de la Consejería de Salud y Consumo, Ulises Ameyugo, ha precisado que más del 60% de los brotes alimentarios suceden en los meses de verano por la subida de temperaturas. «Esto es importante porque los gérmenes patógenos crecen a temperaturas cercanas a la temperatura de nuestro cuerpo, 33-37 grados» que se corresponden con los que marcan los termómetros con la llegada de la temporada estival, explica el Ameyugo quien apunta que «si en invierno las bacterias crecen en 6 o 7 horas en verano lo hacen en una o menos». El experto ha alertado, además, que este tipo de gérmenes no alteran las características del alimento «y cuando las alteran tienen un nivel muy muy alto» porque lo que aunque parezca que el producto está en buen estado puede derivar en un problema digestivo. De ahí la importancia de atender a las fechas de caducidad y consumo preferente.

Por su parte, José Luis Barranco, facultativo especialista del área de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Reina Sofía, señala que la mayoría de toxiinfecciones se deben a «una mala refrigeración de los alimentos» y añade que hay que tener muy en cuenta en esta época aquellas relacionadas con los viajes internacionales, sobre todo, a lugares exóticos donde «las condiciones alimentarias no son las más ideales» por lo que insta a guardar espacial atención a la correcta manipulación, conservación y preparación de los alimentos durante las vacaciones. Barranco indica que los síntomas son cuadros gastrointestinales y que suelen durar unas 48 horas. En este sentido, aclara que los vómitos o diarrea ayudan a eliminar los microorganismos lo antes posible, por lo que no sería recomendable tomar medicamentos que las corten.

Buena higiene de manos y alimentos

Los expertos en salud recomiendan no ingerir alimentos como carne y huevos sin cocinar y prestar especial atención a la higiene de manos y de los propios productos antes de su consumo para evitar posibles toxiinfecciones alimentarias.

El doctor José Luis Barranco asegura que «todas estas patologías se pueden prevenir con una correcta higiene de manos, evitando el consumo de alimentos crudos y con una adecuada refrigeración», ya que la mayoría de brotes de deben a una mala conservación o preparación de los mismos. Para los profesionales aconseja el uso de guantes. A la hora de viajar el especialista en Medicina Preventiva recomienda no ingerir productos con olor, textura o sabor diferentes a lo que se está acostumbrado. Asimismo, recomienda acudir a un centro sanitario si los síntomas básicos no remiten y, en este sentido, contratar seguros médicos ya que «nuestro sistema sanitario es bastante avanzado en ese sentido pero no todos lo son», precisa.

El subdirector de Protección Salud, por su parte, recomienda reducir al máximo los tiempos que los alimentos pasas fueran del frigorífico en verano, guardando especial atención a prácticas como «dejar las bolsas de la compra en el maletero del coche» o sin colocar. De igual forma, detalla que la temperatura ideal para los alimentos en la nevera es de 4 grados y de -18 grados en el congelador.

A la hora de refrigerar un alimento preparado o fresco apunta que lo ideal es «tener un cajón dedicado a productos que se vayan a refrigerar porque cuando introduces algo a temperatura ambiente le quita al frío al alimento que ya está congelado» y, por lo tanto, modifica su estado, algo que se debe evitar, a su juicio. También sugiere guardar la comida en recipientes individuales de forma que solo se saque del frigorífico aquello que se vaya a consumir.

En cuanto al consumo de huevos o alimentos crudos, Ulises Ameyugo apela a evitar su consumo y, de hacerlo --por ejemplo haciendo salsas caseras con huevo--, consumirlo en el momento y no guardarlas. A la hora de preparar comida para llevar, sugiere cocinar los platos en un periodo de tiempo próximo a la ingesta y no el día de antes.

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