QUÉ HACER ESTE VERANO EN CÓRDOBA

Rutas a caballo: entre crines y el Guadalquivir

Reencontrarse con la naturaleza a solo veinte minutos del centro de la ciudad es posible gracias a la variada oferta de recorridos ecuestres existentes, que se convierten en una auténtica terapia para huir del estrés

La ruta a caballo recorre parte de la ribera del río Guadalquivir, explorando su fauna y sus paisajes.

La ruta a caballo recorre parte de la ribera del río Guadalquivir, explorando su fauna y sus paisajes. / Ramón Azañón

Es posible reencontrarse con la naturaleza a tan solo 20 minutos del centro de la ciudad. En los distintos clubes ecuestres de Córdoba se ofrecen rutas a caballo en entornos naturales. «Las rutas aportan mucho bienestar, no sólo físico, sino también psíquico. Es una especie de terapia», explica Inmaculada Estévez, dueña del Centro Ecuestre El Cañuelo junto a su marido, el jinete Rafael Castaño.

Este recinto lleva desde 2003 operando, no solo en rutas a caballo, sino también organizando concursos, siendo el club que más competiciones celebra en Córdoba y en cuyos certámenes participan jinetes y caballos de toda España y del extranjero. «Acuden muchos jinetes franceses a los concursos, se traen sus propios caballos por su puesto». Además, cuentan con un caballo muy especial, Labrador, ganador de varios premios a nivel nacional.

Etapa de la ruta entre olivos. Al frente, Rafael Castaño, jinete y monitor del Centro Ecuestre El Cañuelo

Etapa de la ruta entre olivos. Al frente, Rafael Castaño, jinete y monitor del Centro Ecuestre El Cañuelo. / Ramón Azañón

Las rutas realizadas en plena naturaleza, entre aves migratorias, especies autóctonas, juncos, eucaliptos, la ribera del río Guadalquivir y olivos, duran entre una hora y tres horas, depende de la experiencia previa de los jinetes y de la temperatura del día. Antes de la ruta, Estévez instruye a los jinetes en un circuito de arena, en caso de no haber montado previamente. En este espacio les enseña lecciones básicas que usarán a lo largo de la ruta.

La ruta por el Guadalquivir

Una vez los jinetes inexpertos aprenden a montar, da inicio a la ruta. Los jinetes pasan entre olivos y eucaliptos hasta llegar a la ribera del río. Cerca del Guadalquivir el calor del verano de Córdoba deja de ser un problema, y el aire se llena de una fragancia entre menta y hierbabuena. Allí Estévez, bióloga de formación, explica la inmensa diversidad de la fauna local. "En ese talud podéis ver agujeros pequeños en lo alto, ¿alguien sabe qué es?», pregunta Estévez que, ante el silencio de los alumnos explica: "Son nidos de abejaruco, un pájaro que come abejas, y excavan sus nidos en paredes, justo debajo hay unos huecos más grandes, eso son madrigueras de conejo".

Pero esa no es toda la fauna que hay, "hemos llegado a ver flamencos, cormoranes, garzas, gallinetas y hasta nutrias, aunque últimamente apenas se ven", explica Estévez. La fauna del valle del Guadalquivir es impresionante y, aunque alejada, esta zona comparte muchas especies endémicas con los Sotos de la Albolafia.

La ruta dura de una hora a tres horas y atraviesa el paisaje cordobés, entre olivos y eucaliptos para llegar a la ribera del río Guadalquivir

La ruta dura de una hora a tres horas y atraviesa el paisaje cordobés, entre olivos y eucaliptos para llegar a la ribera del río Guadalquivir. / Ramón Azañón

Los nuevos jinetes opinan

Para los pupilos de Estévez, la experiencia ha sido fantástica. "Lo que más me gusta es el paisaje cerca del río, la fauna que hay también es increíble", comenta Rafa Castaño, hijo de Inmaculada y Rafael, que también participa en las rutas.

Por otro lado, Lucía Morante opina: "Lo que más me gusta es la tranquilidad del campo, no hay ruidos y hay mucha paz". Además, valora la experiencia a lomos del caballo: "Es una sensación muy chula, no solo el hecho de cabalgar, sino también a nivel sentimental, el vínculo que estableces con el caballo es único". Lucía se lo recomendaría a todo el mundo como experiencia, pero también como terapia, "porque es un momento de desconexión total".

Lucía Morante, recogiendo la silla tras la ruta.

Lucía Morante, recogiendo la silla tras la ruta. / Ramón Azañón

El Centro Ecuestre

Además de realizar estas rutas, el centro ecuestre realiza otras muchas actividades. Desde competiciones en distintas modalidades: doma clásica, doma vaquera y ‘reining’ entre otras disciplinas. Los concursos del centro tienen gran repercusión, esto se refleja en su asistencia, no solo por la afluencia de jinetes españoles, sino también por los visitantes internacionales que acuden a Córdoba para acudir a estas competiciones.

Además de estos certámenes, El Cañuelo realiza campamentos y hace las veces de granja escuela para los niños. En estas actividades, los pequeños pueden ver animales, aprender a acercarse a ellos y jugar vigilados por un adulto.

Por último, también realizan sesiones de hipoterapia, es decir, terapias complementarias (nunca alternativas) para personas con capacidades especiales o que han tenido algún tipo de problema. En estas sesiones la herramienta de trabajo es el vínculo que los jinetes establecen con los caballos, así como la relajación que transmiten los movimientos de los equinos.

Los jinetes vuelven al Centro Ecuestre tras haber estado en la ribera del río

Los jinetes vuelven al Centro Ecuestre tras haber estado en la ribera del río. / Ramón Azañón

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  • Centro ecuestre El Cañuelo. Situado cerca de la rivera del Guadalquivir, ofrece tours para grupos de todas las edades con flexibilidad de participantes.
  • Ponyclub La Loma. Ubicado en la carretera de Trassierra, dispone de rutas para grupos por la Sierra de Córdoba. Además, cuenta con paseos en poni para los más pequeños.
  • Centro Hípico La Herradura. Situado en Palma del Río, ofrece rutas y excursiones de más de un día de duración que llegan a otras comunidades autónomas.
  • Entre Toros y Caballos. Ofrecen rutas muy variadas y de larga duración, entre ellas, a las Ermitas, la Sierra de Córdoba, a ganaderías de toros bravos o Medina Azahara.

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