El proyecto 'Popi' anima a los menores de zonas desfavorecidas a quererse para querer ser

Tomar conciencia del efecto de las acciones individuales en el entorno --ya sea desde la cercanía del ámbito familiar o en los espacios ciudadanos-- impulsa esa sensación de autonomía que lleva a una persona a creer en sí misma y sus capacidades; competencias fundamentales desde la infancia. 

Esta es la base sobre la que opera Popi, un proyecto piloto de nueve meses financiado con 987.382 euros (sólo en Córdoba capital) procedentes de fondos Next Generation, con los que la consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía busca reducir los niveles de fracaso y absentismo escolar en menores de los barrios de Moreras, Palmeras y Sector Sur.

Lo principal es crear un entorno ameno que propicie las ganas de volver a clase tras el verano

Conocer otras realidades

Con la intervención del Ayuntamiento, a través de las asociaciones Cic Batá, Estrella Azahara y Fundación Don Bosco, los educadores sociales imparten talleres tanto a las familias como a los escolares, de modo que aumenten la autoestima, la comunicación (en casa y en el colegio) y la conciencia a cerca de la importancia del compromiso. En este sentido, una buena forma de asimilar las implicaciones de la responsabilidad es conocer la situación de los perros, gatos, caballos y hasta algún pájaro que actualmente habitan las instalaciones del Centro de Servicio de Sanidad y Bienestar Animal de Sadeco, hasta donde se ha desplazado este viernes un grupo de escolares de Moreras, atendidos por profesionales de CIC Batá, con motivo de una de las actividades de verano planteadas por Popi, como se llama la mascota de la iniciativa.

Ver la realidad de los animales de Sadeco ayuda a los menores a entender nuevas responsabilidades

"La idea también es darles a conocer nuevos entornos e impulsarles las ganas de volver a clase al final del verano", ha comentado Javier Partal, educador social y coordinador de CIC Batá para quien, "ahora, lo prioritario, es tratar de que lo pasen bien para ir generando esa constancia en la asistencia". Como ha comentado a los menores la delegada de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Eva Contador, quien ha visitado el taller junto a Mª Dolores Sánchez, consejera de Inclusión Social de la Junta, "lo importante es creer en que los sueños se cumplen".

Por el momento, los pequeños han demostrado gran interés al seguir las explicaciones de los técnicos y voluntarios de Sadeco, mientras les han enseñado las instalaciones junto al recorrido que siguen los animales cuando entran por primera vez. Algunos se han ido convencidos de querer poner todo su empeño en cuidar una nueva mascota, mientras que otros se han ido a casa con ganas de abrazar a la suya. Es sólo el primer paso de un camino a recorrer a base de constancia. 

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