Integración, aprendizaje y diversión en las escuelas de verano municipales

Con un coral y efusivo "¡hola!", los pequeños que disfrutan del programa de escuelas de verano A tu salud en el colegio Virgen de la Esperanza han recibido a la teniente de alcalde delegada de Servicios Sociales, Eva Contador. Esta iniciativa "busca crear un espacio seguro en que disfrutar con otros niños", según ha comentado Contador, que ha añadido que "nuestro objetivo es que los más pequeños tengan un sitio divertido en el que estar en verano, además de ayudar a los padres con la conciliación de la vida laboral".

La teniente de alcalde ha tenido la ocasión de ver de primera mano como está funcionando la iniciativa, teniendo la oportunidad de estar en contacto con los niños, que la han recibido y han jugado con ella. El número de participantes ha aumentado con respecto al anterior año. "Hemos pasado de los 1.500 pequeños del año pasado a dar este servicio a 1.855 que son atendidos por 179 personas de la empresa adjudicadora, entre monitores y coordinación. Esto no solo significa que los niños están bien atendidos, sino que también supone un empujón a los datos de empleabilidad en verano".

Juegos para los niños e integración

Los niños están repartidos en grupos en función de su edad. "Los mayores están jugando a la pelota, los de siete están terminando de desayunar y ahora se van a jugar con agua, y los peques están pintado en el aula", explicaba una monitora de la escuela de verano. Estos juegos hacen que los pequeños interactúen entre sí y se diviertan, a la vez que el desayuno que se les da a todos ellos, sirve de primera comida del día para muchos críos que no la tienen en sus casas.

El horario de la escuela de verano es de 10.00 horas a 13.00 horas, sin embargo, hay niños que por sus circunstancias familiares están en turnos desde las 9.00 horas hasta las 14.00. La iniciativa está repartida entre 17 centros de todos los distritos de Córdoba.

"En esta escuela de verano en concreto, tiene mucho impacto la interculturalidad, hay participantes de seis nacionalidades diferentes: españoles, sirios, marroquíes, albanos, etcétera", explica Ana Gutiérrez Delgado, educadora social de servicios sociales comunitarios del Centro y la Ribera. Sin embargo, la integración no es solo una palabra que se utiliza para hacer campaña, en estos cursos, la integración es una realidad.

Hacia el final de la visita, ha aparecido un padre sirio con un chico de unos 10 años y una niña de seis años, ninguno de los tres hablante fluido de español, la niña rápidamente se ha metido en su clase asignada, mientras que el chico tenía que subir las escaleras y, mientras lo hacía, se ha encontrado a un compañero que salía del baño y también iba en dirección a la clase. Ambos chicos se han saludado y han subido juntos sonriendo, a pesar de no hablar una sola palabra de la lengua del otro.

Para finalizar la experiencia en la escuela de verano, los niños más mayores harán una salida de fin de semana, en la que realizarán una acampada para celebrar el fin del verano.