EFECTOS DE LA SEQUÍA

Los parcelistas se preparan para un verano sin agua y prevén recurrir a camiones cisterna

En El Higuerón ya hay «muchos» pozos secos y en Trassierra están al 20% | El Movimiento Ciudadano espera este mes las primeras quejas por la situación

Una vecina de Alcolea llena una garrafa de agua en una fuente, el verano pasado.

Una vecina de Alcolea llena una garrafa de agua en una fuente, el verano pasado. / MANUEL MURILLO

Pilar Cobos

Pilar Cobos

Casi un año después de que las parcelaciones de Córdoba alertasen de que se quedaban sin agua en agosto pasado, la situación ha empeorado por la sequía y las fuentes consultadas afirman que la falta de soluciones persiste. El Consejo del Movimiento Ciudadano se muestra «convencido» de que este verano será necesario abastecer a las urbanizaciones con camiones cisterna. Prevé, además, que las primeras quejas por la situación de los pozos se producirán en el presente mes de mayo.

El presidente de esta entidad, Juan Andrés de Gracia, señala que «la falta de agua en los pozos es una realidad en las parcelaciones ahora mismo. Algunos acuíferos estuvieron funcionando con la poca que cayó, pero se empieza a notar». Así, comenta que «la situación se agudiza poco a poco este mes y se producirán las primeras quejas de parcelaciones a las que no llega el agua». 

A su juicio, «la dificultad es que Emacsa pone algunas fuentes pero, que yo sepa, seguimos sin tener medios adecuados para distribuir agua con cisternas llegado el momento». Respecto a las fuentes, también explica que «hay algunas puestas y otras peticiones, pero Emacsa tiene que disponer de línea de abastecimiento para poder instalarlas y existen lugares donde no la hay. En esos sitios es donde pueden producirse problemas para el suministro». En concretro, indica que la falta de red afecta, sobre todo, a la zona este y precisa que «en Las Quemadas, la línea pilla muy lejos de las parcelas». Juan Andrés de Gracia augura que «ahí es donde será necesaria sí o sí la posibilidad de suministrar con cisternas».

Esperando a conocer las medidas de Emacsa

El verano pasado, el gerente de Emacsa, Rafael Serrano, informó de que esta empresa municipal barajaba «varias alternativas» para responder a la falta de agua en parcelaciones e indicó que «estamos revisando la situación, como hacemos todos los veranos, y nos encontramos también preocupados». Este responsable destacó que Emacsa no disponía de camión cisterna, aunque aseguró que la empresa se encontraba preparada para atender una posible demanda de agua.

En los últimos días, este periódico ha contactado con Emacsa para conocer qué medidas tomará este verano en caso de necesidad, pero no ha recibido respuesta.  

De las 11.000 viviendas construidas en urbanizaciones irregulares en Córdoba, unas 9.000 no tienen acceso al agua potable. El presidente del Movimiento Ciudadano entiende que «el abastecimiento con cisternas debería tenerlo contemplado (Emacsa) y no lo tiene. Teniendo en cuenta que su responsabilidad es abastecer de agua potable a la ciudad, tendrá que hacerlo de forma alternativa». 

Este órgano de representación vecinal ya previó el año pasado que serían necesarias las cisternas. Finalmente, no fue así, pero su presidente admite que «no sabemos hasta cuándo podrá mantenerse la situación». De momento, algunos vecinos están ahondando pozos y buscando otras soluciones como llevar agua de la ciudad. Sin embargo, el problema no afecta solo al consumo humano. Juan Andrés de Gracia recuerda que «si se secan los pozos de las parcelaciones, tampoco habrá agua para apagar los incendios». 

«Sin agua no hay vida»

En la misma línea, el responsable del distrito de El Higuerón en la comisión de periferia del CMC, Juan Carlos Montero, subraya que «estamos hablando de muchas familias que se pueden quedar sin agua. De niños y mayores. Si no hay agua, no hay vida», asegura aludiendo a necesidades de la vida diaria como las actividades relacionadas con la higiene y la limpieza

El Higuerón es la zona que tiene más parcelaciones en la ciudad y alrededor de 6.000 personas viven en ellas. Estas son algunas como las ubicadas en el entorno de Medina Azahara y también Los Girasoles, La Perla o Llanos del Castillo. Juan Carlos Montero destaca que «ya hay muchos pozos que se han quedado sin agua». 

En este sentido, abunda en que «imagino que el Ayuntamiento, como se hizo en la pandemia, si ve la situación será suficientemente consciente para hacer algún protocolo de algún tipo y acercar el agua».

Decenas de miles de afectados

Por su parte, el presidente del consejo de distrito de Trassierra, Juan Manuel Luque, estima que en las parcelaciones de la zona residen en verano unas 40.000 personas. Al ser preguntado por el escenario que se plantea con la sequía, avanza que «lo vamos a pasar mal» y añade que «los pozos están a un 20% de su capacidad en mayo, imagine cuando llegue agosto». 

Este vecino afirma que «el 90% de las viviendas somos ilegales, aunque pagamos nuestros impuestos, pero (en el Ayuntamiento) no quieren saber nada del agua, simplemente, que es problema nuestro». Así, en referencia a la propuesta para llevar la red a Trassierra, reconoce que «hay un proyecto, pero yo no me lo creo. En el 2004 ya hubo uno, en el 2019, otro, y en 2023, otro. ¿Cuántos nos quedan?», se pregunta. 

El presidente del consejo de distrito de Trassierra confirma que si la situación no mejora «tendremos que plantear» la posibilidad de suministrarse con cisternas, porque en estas viviendas hay animales, plantas y árboles. «Sería una pena que esto se secara. Cuando la sierra se pierda, Córdoba se pierde», advierte. 

Preocupación entre la ciudadanía

El presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia, admite que «ya hay gente empezando a ponerse un poco más nerviosa» por el efecto de la sequía en los pozos de las parcelaciones. Así, entiende que «si no ha llovido y no hay obras de abastecimiento, la situación es peor que el año pasado», y afirma que «existe bastante preocupación». 

La calidad del agua empeora

El presidente del consejo de distrito de Trassierra, Juan Manuel Luque, explica que cuando los pozos de agotan los vecinos consumen el agua que llevan de la ciudad. En esta línea, señala que «no bebo agua de un pozo que está a un 10% de su capacidad porque se vuelven malas». Instalar fuentes «sería lo ideal», pero no se puede porque no llega la red de abastecimiento, lamenta. 

Acceder a los servicios básicos

«Las soluciones pasan por acogerse a la nueva ley e intentar solucionar el problema, no hay solución inmediata», reconoce Juan Carlos Montero, un representante vecinal de El Higuerón. «Estamos hablando de parcelaciones fuera de ordenación, pero también de ciudadanos que pagan impuestos, alguna solución habrá que buscar si la urbanística no es posible», pide. 

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