La tecnología, una aliada del sector primario

El catedrático de Ingeniería Hidráulica y miembro del grupo de investigación Hidráulica y Riegos de la Universidad de Córdoba Juan Antonio Rodríguez afirma que «al igual que en la sociedad, en la agricultura ocurre algo muy parecido. Cada vez se están implementando más las tecnologías, hay muchos sensores que nos ofrecen información que se puede ir recibiendo en tiempo real. Tenemos muchos datos para programar el riego de forma óptima y aplicar la cantidad justa de agua cuando es necesario. Hoy tenemos mucha más información para tomar las mejores decisiones», valora.

El olivar seguirá siendo el rey en un horizonte ‘sin agua’

En esta línea, al ser preguntado por los avances que se están produciendo en la agricultura, destaca que «la tecnología nos puede ayudara a recibir mucha información y usarla de forma eficiente para manejar el agua de manera más precisa», aunque también recuerda que «la eficiencia en el riego depende de muchos factores como el propio sistema de riego y el manejo que se realiza de él».

Sobresalen los avances en el riego de precisión y en la utilización de aguas regeneradas

Juan Antonio Rodríguez detalla que, en la labor de investigación y desarrollo que llevan a cabo en Hidráulica y Riegos, «siempre vamos muy de la mano del sector» y «trabajamos varias líneas». Las principales son el riego de precisión o uso eficiente del agua basado en nuevas tecnologías, y el nexo agua y energía, con objeto de optimizar el uso de renovables en el suministro de agua a los cultivos, ya que «el coste energético sigue siendo un factor importantísimo en la producción agrícola», recuerda.

A estas se añaden otras vías de trabajo como el desarrollo de aplicaciones para teléfonos móviles, con la finalidad de sintetizar la información y extraer las mejores recomendaciones de manejo del agua. En este caso, el catedrático hace referencia al proyecto Reutivar, en el que han colaborado diferentes socios (entre ellos, la UCO y Feragua) y que ha permitido desarrollar una App para el fertirriego de precisión del olivar con agua regenerada. «Se ha desarrollado una App que permite a los regantes, de forma muy sencilla, aplicar técnicas de riego deficitario, una dosis de agua inferior a lo que teóricamente necesitaría el cultivo, pero repartiéndola de forma óptima. Estas tecnologías son muy útiles, porque hoy casi todos tenemos un Smartphone en el bolsillo. Se abre un campo bastante interesante para lograr el uso eficiente del agua», comenta.

Por otro lado, apunta que también se está aplicando la inteligencia artificial para modernizar el riego. «Se están desarrollando técnicas de IA para predecir la demanda de agua a varios niveles, por ejemplo, en una comunidad de regantes y en las parcelas de esa comunidad. Una vez se conoce la demanda, esto tiene ventajas en la gestión de la comunidad, el mantenimiento o la contratación energética», cita a modo de ejemplo. «La IA va a jugar un papel importante en el regadío», augura.

Preocupados por el agua

De su parte, Rosa Gallardo, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam) afirma que, «sin duda, el agua es el principal problema al que se enfrenta nuestra agricultura» y hace hincapié en que «llevamos muchos años dedicando parte importante de nuestro esfuerzo a investigar para avanzar en la gestión más eficiente del agua. La utilización de tecnologías digitales es determinante para tomar mejores decisiones que permitan hacer un riego inteligente y un mejor aprovechamiento de un recurso cada vez más escaso. También hay avances importantes en otras innovaciones, como puede ser la utilización de aguas regeneradas», coincide. A esto añade que «la formación, igualmente, está orientándose en esta dirección».

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