Conflictos por la celebración de las primeras comuniones

Padres separados recurren a la justicia para decidir si su hijo hace la comunión

Esta decisión es independiente de la custodia y está ligada a la patria potestad | El juez tiene en cuenta la voluntad del menor y si ha recibido otros sacramentos

Imagen de archivo de niños haciendo la primera comunión en Córdoba.

Imagen de archivo de niños haciendo la primera comunión en Córdoba. / Europa Press

Cristina Ramírez

Cristina Ramírez

Cada vez más familias se plantean la cuestión de si sus hijos hacen o no la comunión. En algunos casos, sobre todo si los padres están separados y comparten (o no) la custodia, es necesario acudir a un abogado o a la justicia para decidir si el menor recibe este sacramento y de qué manera se celebra. Según han informado las abogadas especializadas en Derecho de Familia María Dolores Azaústre y Cristina López, en caso de no llegar a un acuerdo hay que acudir al artículo 156 del Código Civil, que hace referencia a la patria potestad y es independiente a la guardia y custodia del menor.

«La cuestión relativa a si un niño hace la comunión o se bautiza no la puede decidir uno solo de los progenitores», apunta Azaústre. En el caso de que no se llegue a un acuerdo los padres acuden al juez a exponer sus motivos para que reciba o no ese sacramento y el tribunal «no decide si el niño hace la comunión o no, sino que le da la facultad de decidir a uno de los dos en función de los argumentos que entienda el juez que son más convincentes», dice la letrada. Según ha ejemplificado, uno de los elementos a tener en cuenta, en la mayoría de los casos es si en su día lo bautizaron, si los hermanos han recibido la primera comunión y factores vinculados a estos.

Al problema de que los padres no lleguen a un acuerdo en este asunto se suma el de cómo se celebra en el caso de que se decida que sí se lleva a cabo el sacramento. «En la mayoría de los casos el conflicto pasa por este asunto», según la experiencia de López. María Dolores Azaústre, sin embargo, dice que cada día ve más clientes con el primer problema. Aunque los dos estén de acuerdo en que el niño haga la comunión, «puede ocurrir que uno quiera que la haga en una fecha o una iglesia diferente».

Una de las formas de evitar este conflicto es anticiparse, como argumenta la también diputada de la junta de gobierno del Colegio de la Abogacía de Córdoba, abordando esta cuestión previamente en el propio convenio regulador de divorcio cuando es de mutuo acuerdo, incluyendo una cláusula específica regulando como se va a llevar a cabo el día de la comunión. «Algo que hay que dejar claro es que el hecho de que este día entre dentro del periodo de un progenitor no excluye al otro de asistir a la comunión porque al ser un día especial y muy importante, además, en la vida del niño, requiere una regulación específica», cuenta la abogada.

En lo que se refiere a la celebración del evento, por lo general, ambos padres acuden a la iglesia. Para el convite deciden si celebrarlo por separado o en conjunto. Cristina López sostiene que en la mayoría de los casos que ha trabajado deciden dividirse el día y «durante la comida y hasta la tarde están con un progenitor y desde la tarde-noche hasta la mañana siguiente, con el otro». «También se puede establecer que uno duerma con él la noche anterior para vestirlo y prepararlo para la iglesia y que el otro se lo lleve a comer tras la ceremonia», añade Azaústre. La abogadas, incluso, se han encontrado con casos en los que ambas familias se reúnen en un mismo convite para que el niño esté con sus amigos y la totalidad de sus allegados, con una división de las dos partes mediante biombos en el restaurante, abonando cada uno sus invitados. No obstante, en la mayoría de los casos, los padres miran por el bienestar del menor y se ponen de acuerdo para hacer una celebración conjunta contando con los amigos del niño.

Custodia compartida

La abogada Cristina López recalca que los divorcios de mutuo acuerdo y a favor de la custodia compartida cada vez son más comunes. Algo que para López es «una maravilla». Según relata, las mujeres son más conscientes de que el cuidado del menor no les corresponde solo a ellas y que tienen que compartir esta tarea; y el hombre también toma más parte activa en el cuidado de sus hijos. En la experiencia de esta profesional del Derecho de Familia, casi siempre hay acuerdo. «Los casos más conflictivos que surgen suelen ser de custodia monoparental», concluye.

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