"Mamá, del cáncer hay que quedarse solo con lo bueno"

Cuando a unos padres les comunican que su hijo tiene cáncer lo normal es que entren en shock, sin querer aceptar la noticia. Sin embargo, estas familias se ven obligadas a resurgir, porque no les queda otra que dar ánimos continuamente a sus hijos y hacerles ver que a la enfermedad se le va a hacer frente en equipo, junto a los expertos sanitarios. Serafín es un niño de Lucena de 8 años que se encuentra afrontando desde el pasado año un cáncer del sistema nervioso central.

Este martes ha ingresado de nuevo en el hospital Reina Sofía para su recibir un sexto ciclo de quimioterapia, de ocho que tiene indicados desde septiembre. Este miércoles se celebra el Día Internacional del Niño con Cáncer.

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Su madre, Lidia Caballero, dejó de trabajar para estar siempre junto a su pequeño. Este menor echa de menos a sus amigos y poder ir al colegio Nuestra Señora de Araceli, recuperar su vida anterior. Sin embargo, gracias a numerosas personas y entidades que se vuelcan con los niños con cáncer Serafín está teniendo oportunidad, cuando se encuentra bien físicamente, de conocer a los bomberos de Lucena y Priego, a la Policía Local de Montilla, la base militar de Cerro Muriano o de viajar al Oceanográfico de Valencia (por mediación de la fundación Pequeño Deseo). Además, Juegaterapia le regaló una tablet y la fundación Aladina le presta apoyo psicológico, al igual que la AECC a Lidia. "Las navidades pensaba que iban a ser horribles, pero casi no nos enteramos gracias a todas las actividades previstas por la Unidad de Actividades Motivacionales. Solo tenemos palabras de agradecimiento para los profesionales del hospital, tanto los oncólogos Elena Mateos y David García, como de otras categorías", apunta Lidia Caballero.

Serafín no está enfermo, "está sanando"

Tanto a este niño como a su madre les gusta decir que Serafín no está enfermo, sino que está sanando del cáncer. Un día este niño le dijo a su madre: «Mamá, del cáncer hay que quedarse solo con lo bueno», en relación a que aprovechan todos los momentos que él está bien para hacer excursiones u otras actividades, y desde entonces es su lema. 

Lidia decidió llevar a su hijo el 18 de mayo del pasado año al Reina Sofía porque Serafín se notaba muchas punzadas en la cabeza y en el hospital Infanta Margarita de Cabra no le hacían un TAC. En el Reina Sofía le hicieron esta prueba, después de que Lidia les dijera que su hijo llevaba tiempo perdiendo el equilibrio.

El 26 de mayo, en una operación coordinada por la neurocirujana del Reina Sofía Juana Vidal "le extrajeron a Serafín casi todo el tumor. Recibió radioterapia y quimioterapia durante 6 semanas. El verano fue muy duro porque vomitaba todo. Ojalá pronto desaparezca el poco tumor que le quedó», indica Lidia, que destaca la importancia de contar con apoyo psicológico y de seres queridos (en su caso de su hermana Vanesa, entre otros) en estos duros procesos, para que «los padres no toquemos fondo y podamos estar al 200% con nuestros hijos».

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