La residencia de la asociación San Rafael de Alzhéimer de Córdoba atraviesa graves dificultades económicas

La residencia de la asociación San Rafael de Alzhéimer de Córdoba atraviesa graves dificultades económicas. La residencia lleva prácticamente desde que se inauguró en 2016 registrando un déficit económico, según su presidente, Rafael Luque. Una situación así se debe a que el centro se acreditó por parte de la Junta para 23 plazas, un número de puestos inferior a los 30 de media de muchos de este tipo de centros, y que permitiría que esta prestación fuera más costo eficiente.

La asociación San Rafael de Alzhéimer en Córdoba vio agravarse su déficit aún más si cabe durante la pandemia y con el incremento del IPC del presente año. Rafael Luque, que asumió la presidencia de la asociación en 2018, explica que “para poder cubrir gastos la residencia debería estar acreditada para entre 30-40 usuarios, pero al contarse con solo 23 ya que no había espacio para más, no llegamos para poder pagar la subida continua que está habiendo de sueldos, ni para afrontar el incremento del coste de los servicios”.

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La residencia acumula un déficit de 140.000 euros

“La descompensada ratio de personal por usuario, al haber menos residentes de lo que debiera, le ha generado a la asociación un déficit de 140.000 euros”, lamenta el presidente de este colectivo. Ante esta situación, la junta directiva actual se ha propuesto tratar de arreglar este problema definitivamente.

La asociación San Rafael de Alzhéimer ha planteado a los familiares una subida de las tarifas de la residencia para mejorar la viabilidad sin dejar de prestar una asistencia de «excelencia». El próximo día 7 de diciembre se celebrará una asamblea de la asociación con familiares de residentes para ver a qué acuerdo se puede llegar, lo que incluye el posible cierre de la residencia.

Subir las tarifas o cerrar la residencia

Luque destaca que se ha reunido con representantes de todas las administraciones y entidades bancarias, pero que la única solución con la que por el momento cuenta la asociación es subir las tarifas o cerrar la residencia, «lo que nos apenaría mucho», para reconvertirla en centro de día con hasta 70 plazas, con el compromiso de mantener los puestos de trabajo.

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