Diario Córdoba

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SEGURIDAD | ATAQUES A LAS VIVIENDAS

Sector Sur y Huerta de la Reina, entre los barrios con más viviendas okupadas de Córdoba

La patronal de cerrajeros afirma que en Córdoba se ‘venden’ pisos allanados por entre 500 y 2.000 euros | La demanda de cerraduras y otros sistemas derivada de robos y okupaciones aumenta un 20%

Respuestas al problema: Una vivienda, con las ventanas tapiadas en un edificio de vecinos del Sector Sur. A.J.GONZÁLEZ

La okupación de viviendas cambia de objetivo en Córdoba. Si antes se focalizaba, principalmente, en inmuebles propiedad de entidades financieras, ahora se realiza también en pisos de particulares que están deshabitados por distintas circunstancias como el traslado de sus propietarios a una residencia, a la casa de los hijos o el hospital, o por encontrarse en vías de adjudicación de la herencia. El vicepresidente de la Unión de Cerrajeros en España (UCES) y presidente de la asociación de ámbito cordobés y andaluz Cerracor, José Antonio Diéguez, afirma que «la situación en Córdoba está como en el resto del país. En el caso de los okupas hay una preocupación continuada», y precisa que «hay zonas con más okupaciones que otras. Por ejemplo, el Sector Sur es un barrio muy okupado. Del puente de San Rafael hacia el barrio, sobre todo, la calle Motril, Algeciras… Ahí no hay un piso libre, o están ocupados por vecinos o por okupas. En algunos casos, hay hasta dos y tres okupas en las viviendas», precisa. A esta zona se añade La Golondrina y Huerta de la Reina. «Hay otras donde no es tan fuerte como en el Sector Sur y donde hay menos, quizá, es en el centro, donde es muy extraño que se okupe un piso», comenta.

Acerca de la evolución de las okupaciones, este profesional señala, como se ha referido más arriba, que «antes se ocupaban pisos de bancos, pero ahora cualquier piso que está vacío durante un tiempo es objetivo de los okupas». Este periódico ha solicitado a la Policía Nacional una valoración de la situación, pero ha declinado hacer comentarios.

El presidente de la patronal de cerrajeros afirma, no obstante, que en Córdoba «existen con toda seguridad grupos de personas que se dedican a la okupación y hacen negocio de ella. Okupan y venden», destaca, apuntando que los precios podrían oscilar entre los 500 euros y los 2.000 euros. Además, «dentro de ese grupo hay personas que hacen el enganche de la luz y del agua, del viario público y otras veces de vecinos», abunda. A modo de ejemplo, José Antonio Diéguez recuerda el caso de un propietario que abonó 700 euros a una mujer, que había okupado con su hijo, para que abandonase su propiedad. «Al día siguiente, okuparon otra vivienda dos casas más abajo», señala.

En cuanto a la picaresca que se observa, apunta que «es muy habitual» que los okupas llamen a cerrajeros fingiendo ser propietarios que han olvidado las llaves de casa. «Por la experiencia y con las preguntas clave que haces, o preguntándole a los vecinos, detectas que están intentando hacer una okupación, aunque en algunos casos son cómplices incluso los vecinos. Quizá cada vez menos, porque, normalmente, luego son vecinos problemáticos, pero esta picaresca se da de continuo», asegura el presidente de Cerracor.

El problema de la vivienda

De su parte, el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia, explica que en los casos de okupaciones que conocen los inmuebles son propiedad de entidades financieras y se quedan libres, fundamentalmente, debido a procesos de embargo y desahucio. Este representante vecinal apunta que «no tenemos sensación de que esté proliferando la okupación» y explica que, según la información que llega al CMC, se han producido okupaciones en Huerta de la Reina, donde «se han generado problemas de convivencia», y en algunas casas del casco histórico. En otras zonas de Córdoba como la Carrera del Caballo y El Brillante, «los vecinos están organizados y cuando ven la posibilidad de que se esté intentando okupar avisan a la Policía», indica.

Juan Andrés de Gracia subraya que «entendemos que la gente prefiera estar en un piso antes que en la calle», y hace hincapié en que «el banco debería buscar un sistema de alquiler social para esas personas». De este modo, precisa que «no nos han llegado casos de vecinos que le hayan okupado la vivienda habitual o segundas residencias». En su opinión, «el problema social se genera si el que okupa no sigue las normas de convivencia» y, asimismo, «nos parece un problema cuando se generan alquileres de okupaciones o mafias», destaca.

Los robos se duplican

El último balance de criminalidad publicado por Interior recoge que durante el primer semestre del año (próximamente se actualizarán los datos) se han detectado 150 robos con fuerza en viviendas de la capital, más del doble que en el mismo periodo del 2021.

El presidente de Cerracor afirma que la preocupación por los asaltos a viviendas se produce «por oleadas, porque existen bandas que suelen actuar durante un tiempo y provocan el miedo en los sitios donde roban. Eso suele ocurrir, últimamente, en urbanizaciones nuevas», entre las que cita como ejemplo Turruñuelos y Poniente.

A su juicio, los robos en zonas de expansión se deben a «una razón sencilla: las puertas y las cerraduras son obsoletas y de una calidad básica. Son vulnerables. Se están poniendo cerraduras de 50 euros en pisos que valen 300.000 o 400.000 euros», lamenta. Así, advierte de que «hoy el ladrón no es el antiguo, con palanqueta o un taladro. Hoy utilizan medios técnicos y son expertos. Cada vez salen herramientas más sofisticadas, que abren con más facilidad y son más silenciosas», detalla.

José Antonio Diéguez hace referencia al bumping, «un método que han utilizado mucho las bandas georgianas y que consiste en el tallado de una llave que, mediante un golpeo, se gira y abre la puerta», detalla. También alude al impresioning, la técnica con la que se realiza un calco de la llave para abrir la puerta.

En cuanto a las consecuencias, el vicepresidente de UCES estima que la demanda de cerraduras y sistemas de seguridad derivada de la preocupación por los robos y las okupaciones ha aumentado alrededor de un 20% durante el 2022 en Córdoba. Sobre estos productos, apunta que el coste medio de una cerradura con elementos premium puede rondar los 300 euros, pero también se encuentran cerraduras buenas «más básicas» por unos 150 euros. UCES estima que el 80% de los robos se realizan en viviendas que tienen cerraduras obsoletas. Esta entidad recomienda dotar de seguridad «cada puerta y cada acceso» de la vivienda, y reclama un plan renove para sustituir cerraduras anticuadas, porque «ahora mismo se está robando muy fácilmente», asegura José Antonio Diéguez.

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