El Juzgado de Primera Instancia Número 8 de Córdoba ha iniciado el procedimiento de subasta judicial en vía de apremio de una propiedad de Rafael Gómez Sánchez valorada en 1.048.511 euros destinados a abonar una deuda de la empresa Arenal 2000 que asciende a 249.438 euros más 80.030 euros para intereses y costas. Según detalla el edicto del juzgado, se trata de la finca situada en la calle Cursillos de Cristiandad de Córdoba, en la zona de Sansueña. Según la descripción de los bienes subastados, se trata de un lote único consistente en una finca urbana con parcela edificable y una superficie total de más de 10.000 metros cuadrados.
La reclamación ha sido interpuesta a instancias de BPCE Lease, una filial de arrendamientos mobiliarios e inmobiliarios del Groupe BPCE, el segundo grupo bancario en Francia, especializada en la financiación de las empresas y de los profesionales, con un conocimiento exhaustivo de los equipos y del sector inmobiliario profesional.
La subasta electrónica tendrá lugar en el portal de la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado destinado a subastas. Abierta el pasado 29 de septiembre, el plazo para presentar pujas se prolongará hasta el próximo 19 de octubre a las 18 horas, según detalla la publicación en el BOE. Las personas interesadas deberán realizar un depósito por importe de 52.425 euros. No se establece una puja mínima, si bien los tramos entre pujas son de 20.970 euros, según establece el juzgado.
Según detalla la documentación del juzgado, si en la subasta no hubiera ningún postor, el acreedor puede, en el plazo de veinte días a contar desde el día siguiente de la fecha de cierre de la subasta, pedir la adjudicación del bien. Si no se trata de la vivienda habitual del deudor, el acreedor puede pedir la adjudicación por el 50% del valor por el que hubiera salido a subasta o por la cantidad que se le debe por todos los conceptos.
En diciembre del 2020, en plena pandemia, ya se subastaron los terrenos en los que se encuentran las naves que el empresario y exconcejal de Unión Cordobesa levantó hace quince años sin licencia en la antigua Colecor.
