Diario Córdoba

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Nueva adquisición

Los estudiantes, codo a codo con los robots

La Universidad de Córdoba presenta, gracias a la colaboración de la Diputación, el primer modelo colaborativo de un brazo robótico que servirá para formar a los alumnos en la nueva realidad de la Industria 4.0

Puesta en funcionamiento del nuevo robot colaborativo de la Universidad de Córdoba. CHENCHO MARTÍNEZ

Al notar un contacto humano, el UR3 detiene sus movimientos inmediatamente. Basta un toque para que cese en su actividad. En este caso, el brazo robótico solo colocaba piezas de madera en un perfecto orden para demostrar de lo que era capaz, en la presentación de la nueva adquisición de la Universidad de Córdoba. El primer robot colaborativo de la UCO supone un paso más hacia la adaptación a la nueva realidad tecnológica que cada vez está más presente en las empresas. Serán los estudiantes del máster dual de Industria 4.0, primero, y los demás alumnos que cursen una titulación relacionada quienes practiquen con un modelo superior a los robots que usaban habitualmente. La novedosa máquina ya se encuentra en el laboratorio de Robótica del departamento de Ingeniería Eléctrica y Automática.

En su apellido -colaborativo- radica la esencia de una maquinaria cuya principal virtud es tener una mano a los humanos. Mientras que modelos más convencionales pueden suponer un riesgo en la interacción con las personas, el robot UR3 y otros modelos por el estilo se han convertido en piezas fundamentales en la automatización industrial al ofrecer una mayor seguridad y sensibilidad. La clave está en un sensor de esfuerzo situado en el motor. Este mecanismo hace que, una vez programados los estímulos en la consola, el brazo autómata sea capaz de percibir los límites de sus funciones. Es decir, si está programado para trabajar en un rango de espacio o cargar cierto peso, no se saldrá de esos parámetros, sino que detendrá sus movimientos. Un claro y destacado ejemplo de estos sistemas colaborativos es el Da Vinci del Hospital Reina Sofía, un aparato utilizado para cirugía robótica.

El UR3 llegó hace una semana y se ha puesto en funcionamiento este miércoles. Alumnos de postgrado han asistido, por primera vez, a un curso de formación con esta máquina. Al acto han acudido representantes universitarios como Cristina Aguilar, nueva vicerrectora de Postgrado; el director del máster de Industria 4.0, el profesor Francisco J. Vázquez; y, en representación de la Diputación Provincial de Córdoba, el delegado de Empleo, Miguel Ruz. En la presentación, desde ambas instituciones han puesto en valor la nueva adquisición tanto en materia docente como en la empleabilidad, pues no son pocas, según aseguran, las empresas que utilizan estos sistemas. "Casi todo lo que se está instalando a nivel industrial es colaborativo. Por supuesto, todos los robots de tipo médico, obligatoriamente, tienen que ser colaborativos", ha indicado Vázquez.

Sin jaula para acercarse a la Industria 4.0

Cerca del robot colaborativo, un modelo convencional permanece enjaulado para evitar riesgos. La capacidad de adaptación a entornos humanos permite al UR3 operar libremente en las tareas que se le asignan desde una consola. En clase, ese mando de control se usa para dar instrucciones y establecer medidas. En su aplicación industrial, el brazo robótico estaría programado, en cualquier cédula de producción, para actividades que van desde la clasificación de piezas, el enroscado de tapones, la colocación de etiquetas o la clasificación hasta la soldadura o la pintura. Aunque estos últimos casos resultan menos frecuentes. Las funciones y capacidades de esta máquina pueden potenciarse, por si fuera poco, con otros sensores externos.

Francisco J. Vázquez (i), Cristina Aguilar (2i) y Miguel Ruz (2d), durante la presentación del nuevo robot colaborativo de la UCO. CHENCHO MARTÍNEZ

El modelo adquirido por la UCO es el más pequeño de la gama. Por encima, existen otros que llegan a alcanzar el tamaño de un humano adulto. Estos aparatos, como ha explicado Vázquez, no tienen más de cinco o seis años en el mercado y no se fabrican en Andalucía, mientras que otros no colaborativos superan se utilizan desde hace dos décadas. Se podría decir que es relativamente moderno.

El precio asciende a 20.000 euros, de los que un 75% ha sido financiado por la Diputación. La institución provincial también financia parte del máster, con becas mensuales que facilitan las prácticas de los estudiantes en las empresas durante siete meses. Según ha precisado Ruz, la inversión de Empleo suma 118.000 euros, con el único fin de que los jóvenes completen su formación. El responsable de la delegación ha puesto en valor, además, la estrecha colaboración entre administraciones. Y, en concreto, los lazos entre la Universidad y la Diputación.

Para la vicerrectora de Postrado, el máster de Industria 4.0 tiene "un punto de vista práctico muy relevante" y con esta incorporación se consigue "dar un paso más en ese acercamiento al mercado laboral". Aguilar ha destacado las diferencias de este nuevo robot respecto a los ya existentes en la institución académica, resaltando especialmente el paso que se da dejando atrás la jaula y acercando la tecnología a los estudiantes.

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