La artesanía fija la población al territorio y permite mantener las costumbres. Sin embargo, el sector no pasa por sus mejores momentos y las distintas asociaciones que hay repartidas por la provincia lo cuentan a este periódico. Todos estos colectivos coinciden a la hora de señalar que cuando se vislumbraba la recuperación tras los peores meses de la pandemia del coronavirus, se han encontrado con una subida muy destacada de los precios. Además, la artesanía adolece desde hace años de una clara falta de relevo generacional.
El presidente de la Asociación de Artesanos Alfareros de La Rambla, Álvaro Montaño, así lo confirma. «El relevo generacional está complicadillo», comenta, para añadir que «antes era distinto, hace 30 o 40 años cuando acababan el colegio se metía a los chavales en los talleres y aprendían el oficio». Desde la asociación intentan que la alfarería sea atractiva como profesión y organizan talleres de todo tipo. Uno de los que están potenciando ahora tiene que ver con la decoración y el pintado de las piezas, porque hay pocos artesanos que se dediquen al remate final de los productos. En este caso, sentencia Montaño, «no hay relevo» y cuenta también que tienen cursos de torno y alfarería para intentar formar al mayor número de jóvenes posible.
Sobre la situación de la alfarería rambleña en general, el presidente de la asociación de artesanos reconoce que «es complicada» porque tras los peores meses del covid «estaba entrando bastante carga de trabajo» y ahora la subida de los precios de la energía lo ha puesto todo en jaque. Aun así, el sector de la alfarería resiste y cuentan con unos niveles de internacionalización de sus productos muy significativo. Montaño cuenta que entre el 50 y el 60% de lo que fabrican sale fuera de España, sobre todo a otros países europeos y también a Estados Unidos.
Sobre exportaciones también saben mucho en Montilla, donde el producto artesanal por excelencia es la tonelería. Joaquín Feria es el presidente de la Asociación Cultural de Artesanos de Montilla Solano Salido y detalla que a pesar de lo variado de la artesanía montillana, con oficios destacados como la guarnicionería y la forja, lo que más triunfa es la elaboración de toneles. Aquí, como en La Rambla, tampoco salen indemnes a la situación económica actual. «Estamos sobreviviendo, adaptándonos a las circunstancias, pero seguimos aquí por esto es lo que sabemos hacer», relata Feria.
El artesano apunta también, sobre el relevo generacional, que la clave estaría en que la Junta de Andalucía potenciara los oficios a través de la formación dual. «Que haya teoría más prácticas, pero no se puede querer cobrar un sueldo sin saber trabajar», opina Feria.
La variedad de oficios que se concentran en la zona artesanal de Montilla también se da en Córdoba capital, donde los artesanos se ubican sobre todo en el Casco Histórico con labores como la joyería o la cerámica. La presidenta de la Asociación Cordobesa de Artesanos (ACA), Luisa García, explica que en esto caso están «expectantes, a ver qué pasa», sin tener muy claro cuál será el futuro. En el caso de Córdoba capital, las ventas dependen mucho del turismo que visita la ciudad. De momento, explica García, «hay turismo, el otoño fue bueno y esperábamos una primavera también buena, pero habrá que esperar a ver qué pasa», aludiendo así a la situación de guerra en Ucrania, que podría paralizar ciertos viajes.
La presidenta de ACA hace referencia también a la subida de precios y habla por experiencia. Ella es ceramista y usa un horno de gas, por lo que el encarecimiento de su trabajo se ha visto disparado. Todo ello, además, sin encarecer el producto final a los clientes.
Sobre la falta de jóvenes que tomen el relevo, al igual que Feria, García entiende que se trata de «un problema mal gestionado por la administración», a la que piden más planes educacionales que potencien estos oficios. Con ello, cuenta, «entrarían jóvenes en los talleres y si te cae un buen aprendiz sabes que tu taller no se va a perder».
Otra de las zonas artesanales de la provincia se localiza en Los Pedroches donde también prima la variedad de oficios. Carpintería, talla de madera, forja y herrería son los fuertes del sector artesano pedrocheño. Santiago Valverde es el responsable de la Asociación de Artesanos del Valle de los Pedroches (Ofiarpe) quien dice, directamente, que «si la venta de artesanía es mala todo el año, con la situación actual parece que vamos para atrás de nuevo».
Las ventas de los productos de esta zona de artesanía es sobre todo comarcal y provincial, sin muchas exportaciones. Valverde cree que aquí no se ha terminado de explotar el comercio electrónico para llegar más lejos y todavía «es muy difícil que te encuentren por internet».
Otra zona declarada de interés artesanal en la provincia es Castro del Río, donde son expertos en tratar la madera de olivo para fabricar muebles únicos en todo el mundo. En general, Córdoba ha sido territorio clave en el sector de la madera. El artesano y presidente de la Unión Empresarial de la Madera (Uniema), Enrique Fernández, comenta que aunque el covid o la situación económica puedan hacer daño, «el artesano por origen es muy duro, para cerrar la puerta del taller tienen que pasar muchas cosas». Recuerda que han pasado «muchas crisis, también la pandemia, y seguimos ahí». La clave, entiende, está en que en muchas de estas empresas la estructura que prevalece es la familiar, una «estructura fuerte que en situaciones de crisis nos permite seguir adelante».
En el caso concreto de la madera olivo informa de que se vende tanto a nivel nacional como internacional (sobre todo, Estados Unidos y Alemania). Ahora acusan el aumento del precio de ciertos materiales, como otro tipo de madera que también se trabaja aquí y que viene, precisamente, de Rusia o de Ucrania y cuyo precio se ha disparado hasta en un 50%.
La artesanía cordobesa, en cifras
- Cinco zonas de interés. En la provincia hay cinco zonas de interés artesanal que engloban un total de 92 talleres artesanos. La Rambla con alfarería o cerámica (34 talleres); Castro del Río con madera de olivo (ocho talleres); Los Pedroches con carpintería, talla de madera, forja y herrería (21 talleres); el Casco Histórico de Córdoba con, entre otros oficios, la joyería y cerámica (18 talleres); y Montilla con tonelería, guarnicionería y forja (11 talleres).
- Siete puntos de interés. Además de las zonas de interés artesanal, la provincia cuenta también con siete puntos de interés artesanal. Se trata de talleres artesanos ubicados en las localidades de Palma del Río (1), Cabra (1), Pozoblanco (1), Hinojosa del Duque (2), La Rambla (1) y Córdoba (1).
- Cinco distintivos. Córdoba cuenta con cinco autorizaciones de uso del distintivo Andalucía, Calidad Artesanal de la treintena que hay en la comunidad autónoma. José Rodríguez (instrumentos), Santiago Valverde (tornería), Rafael Aguilera (maquetas), Carmen Benítez (diseñadora de moda) y Benito Bravo (artesano de madera de olivo) son los cinco artesanos que cuentan con este distintivo.
- 236 artesanos. Según los datos facilitados a este periódico por la Junta de Andalucía, en el registro de artesanos hay 236 profesionales de Córdoba. No en todos los municipios de la provincia hay artesanos registrados. La mayoría se concentran en la capital y en La Rambla, con 45 y 82, respectivamente. Las zonas de interés artesanal son, obviamente, donde más artesanos hay. Además de los profesionales de La Rambla y la capital, en Castro del Río hay 16, en Montilla, 17 y el municipio de Los Pedroches con mayor número en el registro es Pozoblanco, con nueve trabajadores.
- 36 empresas. En total, en la provincia hay 36 empresas de artesanía. Además, hay cinco asociaciones que se corresponden con las zonas de interés artesanal, es decir, que están localizadas en la capita, en La Rambla, en Montilla, en Castro del Río y en Los Pedroches.
