El pasado mes de agosto, el Consejo de Ministros aprobaba la nueva norma de calidad de los aceites de oliva y de orujo de oliva cuyo objetivo es actualizar la legislación para adaptarla a la situación actual del sector y a los avances tecnológicos, promoviendo la calidad del aceite de oliva como uno de los pilares básicos para el desarrollo de este sector.

Como indica el preámbulo del real decreto, "de cara a preservar y poner en valor los aceites de oliva y de orujo de oliva, así como a evitar posibles prácticas fraudulentas, se hace necesario establecer en esta norma determinadas obligaciones de los operadores del sector en cuanto a las instalaciones, prácticas no permitidas, los documentos de acompañamiento y la trazabilidad de los productos".

Precisamente para dar cumplimiento a la norma, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) puso en marcha el pasado 1 de octubre el sistema informatizado Remoa, que en su primer mes de funcionamiento ha registrado 7.268 de movimientos. En el Remoa se deben registrar obligatoriamente los movimientos de aceites de oliva y de orujo de oliva a granel, que incluye los movimientos internos entre la almazaras, las refinerías y las extractoras de aceite de orujo de una misma instalación.

De esta forma, se pone en marcha un sistema de trazabilidad y de control que no existe en ningún otro país del mundo, colocando al sector en cabeza de las exigencias de calidad del aceite de oliva.

La normativa contiene obligaciones en relación con las instalaciones, con los envases y, por supuesto, con los aceites, pero también puntualiza las prácticas prohibidas, entre ellas, una que venía siendo muy reclamada por el sector como es el uso del término "virgen" o "virgen extra" en el etiquetado de productos alimenticios de apariencia oleosa que puedan confundirse con los aceites de oliva tales como aceites, condimentos, aderezos, productos similares.

Extracción de aceite de oliva en una almazara cordobesa. A.J. GONZÁLEZ

El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, afirma que "la norma evitará confusiones entre los consumidores, ya que los términos virgen y virgen extra solo se podrán utilizar para el aceite de oliva y no para ninguna otra grasa vegetal en el mercado español. También se refuerza la prohibición de mezclar aceite de oliva con otros aceites, quedando prohibido que alimentos que llevan en su composición aceite de oliva puedan destacarlo en la denominación de venta con el fin de evitar engaños al consumidor. Igualmente, es muy positivo el que se mantenga que los envases de aceite de oliva virgen extra para los consumidores finales en los restaurantes y colectividades deben ser irrellenables, con el objetivo de evitar prácticas fraudulentas".

Fernández de Mesa señala que Asaja coincide con el Ministerio de Agricultura "en que esta norma de calidad aprobada del aceite de oliva y del orujo de oliva es una apuesta firme por mejorar la calidad y trazabilidad del producto, que permitirá revalorizar este alimento, en especial el aceite de oliva virgen extra o AOVE, que atiende las nuevas demandas de transparencia de la ciudadanía y que satisface una reivindicación histórica del sector oleícola, ya que la anterior normativa databa de 1983".

La nueva norma también insta al MAPA, las asociaciones representativas del sector y de los consumidores a establecer un código de buenas prácticas antes del 1 de octubre de 2022, que permita la mejora de la percepción por los consumidores de la calidad del aceite de oliva virgen extra, promoviendo estrategias para su diferenciación y valorización, incluyendo el uso de envases y formas de presentación que permitan diferenciarlo de los aceites de otras categorías.

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En cualquier caso, los aceites cordobeses pueden presumir de estar entre los mejores del mundo. De hecho, el mejor aceite de oliva virgen extra ecológico del mundo del 2021, según el ranking The World’s Best Olive Oils (WBOO) -que contempla los resultados de los mejores concursos internacionales-, es Rincón de la Subbética, un virgen extra de la DO Priego de Córdoba que también se encuentra entre los cinco mejores aceites del mundo, según la Guía Evooleum 2022, que incluye otro aceite de la misma denominación -y de la misma almazara- en el cuarto puesto: Almaoliva Arbequino.