Adoptar un niño nunca fue tarea fácil, pero de un tiempo a esta parte, sobre todo, si se trata de una adopción internacional, el endurecimiento de las condiciones de los países de origen ha complicado y alargado tanto el proceso que ha convertido la misión casi en imposible, especialmente, desde que empezó la pandemia. Según los datos facilitados por la Delegación de Igualdad y Servicios Sociales, desde el 2019 se han presentado en Córdoba 23 solicitudes de adopción y solo se han producido tres, aunque ninguna ha sido en los dos años del covid. Una veintena de padres cordobeses están actualmente en lista de espera para una adopción internacional de los 163 que se encuentran en la misma situación en toda Andalucía.

La adopción Internacional es una medida de protección, de carácter excepcional, dirigida a personas menores tuteladas por otros estados y que por diversas razones, no pueden ser cuidados por sus propias familias ni en su país de origen. Como en la nacional, el bien del menor debe ser lo que prime por encima de todo. En este momento, los niños que están en proceso de adopción proceden de Vietnam, Bulgaria, Rusia, Costa Rica, Madagascar, India, Honduras, Filipinas, Costa de Marfil, Bolivia, República Dominicana y Colombia. La mejora de las condiciones de las familias en China y la pandemia, que empezó en el país asiático, han paralizado casi por completo las adopciones procedentes de este país. Según fuentes de la Consejería, «la demanda de adopciones internacionales ha bajado mucho porque hay menos países que contemplen esta posibilidad o lo hacen con niños que tienen necesidades especiales por alguna discapacidad, porque son grupos de hermanos o porque son mayores.

La mayoría de las familias que quieren adoptar solicitan un bebé y no todas pueden asumir la crianza de grupos de hermanos o de niños con alguna discapacidad. Los tiempos de espera en adopción internacional desde que se presenta la solicitud varían según los países, la disponibilidad de menores en situación de adoptabilidad y el perfil de las familias que se ofrecen para la adopción aunque la media está en torno a los cinco años. A diferencia de la adopción nacional, que no tiene coste para las familias, esta fórmula requiere un importante desembolso. Cada país tiene una tarifa distinta aprobada por la administración, si bien la media actualmente está en 19.000 euros.

En el caso de la adopción nacional, los menores susceptibles de ser adoptados son niños tutelados por la Junta procedentes de situaciones familiares complicadas y que han sido objeto de abandono, negligencia, malos tratos u otras circunstancias traumáticas. El objetivo es dar una familia a menores que no la tienen o no pueden estar con la suya y garantizar que crezcan en un entorno que les proporcione cariño y seguridad. En los últimos tres años, 79 familias se han ofrecido para una adopción nacional y hasta el momento, se han formalizado 51 guardas con fines de adopción (paso previo), de las que 40 están propuestas para adopción.

Según el delegado de Igualdad y Políticas Sociales, Antonio López, el tiempo de espera en estos casos depende principalmente de lo que pida la familia, previa comprobación de su idoneidad, ya que en los centros de protección de menores hay muchos niños susceptibles de ser adoptados. Si la familia está dispuesta a adoptar a niños con necesidades especiales, algo que, según López, solo se da en un pequeño porcentaje de los casos, «los tiempos de espera se acortan considerablemente». Si la solicitud es de menores de tres años y sin necesidades especiales, el tiempo de espera suele ser de unos seis años desde que se presenta la solicitud.

En el proceso de idoneidad, según López, una entidad, en el caso de Córdoba Eulen, se encarga de la valoración psicosocial realizada por equipos técnicos sobre la situación personal, familiar y relacional de las personas que se ofrecen, su capacidad para establecer vínculos estables y seguros, sus habilidades educativas y su aptitud para atender a una persona menor en función de sus circunstancias. Tanto en la adopción internacional como en la nacional, es la Junta de Andalucía la que se encarga de certificar la idoneidad de las familias adoptantes.