Con casi cien años de historia, el Quiosco Joven (antes Quiosco de la Música) vuelve a latir, a hacer sentir a los cordobeses. Durante muchas décadas, esta estructura construida en pleno Paseo de la Victoria ha sido el escenario y epicentro de la música en Córdoba. Un enclave que desde los años 30 a los 70 ha permitido acercar a todos los cordobeses las artes musicales, siendo las tablas habituales de la Banda Municipal.

La narrativa cordobesa cuenta historias sobre los quioscos que había en La Victoria, hasta cinco. En todos ellos, salvo en el de la Música, estaban orientados a servir bebidas y en algunos también comida, además, claro está, en todos había un escenario en el que la música de las orquestas (de las pequeñas) hacían las delicias de los cordobeses, muy dados al baile (si era garrado, mejor). Uno de los artículos que trata este tema es el de José Rafael Solís Tapia en la sección Recuerdos Cordobeses de ‘Córdoba en Mayo’, año 1983. En las noches de verano era uno de los planes más secundados. Las mañanas de los domingos, después del culto religioso al que acudían muchos cordobeses, el plan era estar a las 12.00 horas en el Quiosco de la Música para escuchar a la Banda Municipal. Aunque las horas podían ser diversas, como se puede observar en el cartel anunciador que sigue.

Cartel anunciador de un concierto de la Banda Municipal de Córdoba

De esas historias han oído hablar e incluso las han vivido algunos de los protagonistas con los que Diario Córdoba ha hablado para conocer más a fondo qué ha significado el Quiosco de la Música para la ciudad. Uno de ellos es Rafa León, de 36 años, miembro de la banda de La Esperanza y cuyo abuelo formó parte de la Banda Municipal en sus inicios, tocando el bombardino. López confiesa que en su casa “aún tenemos alguna grabación de Super8 de la banda en el Quiosco”. Ese vínculo con la música, también ha hecho que Rafa León haya investigado y conozca bien la historia de todos los quioscos que existieron en La Victoria, desde el Azul, el Playa o el San Rafael.

A la derecha de la fuente de Los Patos, se encontraba el Quiosco Azul

MUCHOS AÑOS SIN HACER RUIDO

Desde que la Banda Municipal dejara de tocar en el Quiosco de la Música antes de 1980, lo que un día era el referente musical de la ciudad junto al Salón Liceo del Círculo de la Amistad, dejó de sonar. Pasó a no hacer ningún ruido, a caer en el olvido. Su desuso desde aquellos años, solo se ha visto reactivado por acciones puntuales, como una promoción que lanzó este periódico con la elaboración del pastel cordobés más grande del mundo. Los cordobeses pudieron degustarlo varios años en el mismo Quiosco de la Música, algo que aún se recuerda en la ciudad. Otro acto que se llevó a cabo en este escenario fue una actuación homenaje a Mariano Gómez Camarero, director de la Banda Municipal de Córdoba, con quién se hizo el quiosco tal y como lo conocemos. Aquel 7 de julio de 2013 fueron las bandas de La Esperanza y la de Conil las que llenaron de música el Paseo de la Victoria. Ese día, Rafael León, junto a su banda pudo hacer música donde un día lo hizo su abuelo, Diego Ramírez.

De izquierda a derecha, los profesores Pastor (clarinete), Ángel Raya (trompeta), Bartolomé Conde (saxofón) y Diego Ramírez (bombardino)

De Mariano Gómez, músico toledano que dejó huella en nuestra ciudad, Juan Miguel Moreno, catedrático de piano y autor de varios libros sobre la música en Córdoba (entre otros tantos títulos que posee), quiso acordarse en su repaso por la historia musical del mítico quiosco. “A Gómez Camarero, que fue quien popularizó las actuaciones en el quiosco, le sucedió Dámaso Torres García, que además de tocar los domingos en el quiosco, también introdujo las actuaciones, entre el 40 y el 60, en el Salón Liceo del Círculo de la Amistad”. Cabe reseñar que entre Gómez Camarero y Torres García, la Banda Municipal estuvo dirigida, en interinidad, por Daniel Bares Serrano.

LUIS BEDMAR, EL ÚLTIMO GRAN DIRECTOR

Los conciertos de sociedad, música de cámara, las noches de verano y el mayo de aquellos años poco a poco se fueron apagando. Y es que los tiempos cambiaron. Como sucesor de Dámaso Torres, se haría cargo de la Banda Municipal en 1974 Luis Bedmar Encinas. El granadino llegó a Córdoba en 1952 para estudiar en el Conservatorio Superior de Música y estuvo al mando de la banda de Montoro durante 10 años. Una vez tomada la dirección de la Banda, Bedmar no dejó de componer, crear, ensayar… siempre buscando la pureza en sus obras sobre el papel y en los oídos del público que acudía al Quiosco de la Música. Pero los tiempos cambiaron, el tráfico de la ciudad aumentó y el este enclave tan idílico dejó ser un escenario perfecto para este tipo de música.

El Quiosco Joven retoma actividades de ocio orientadas a la juventud

De ello nos han hablado Juan Miguel Moreno Calderón, que apunta que “tocar allí ya no era propicio y la Banda buscó otros sitios, como el Salón de Mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos”. Eso sería en los años previos a 1980. Otra de las personas que recuerdan muy bien cómo dirigía a la Banda Municipal de Córdoba Luis Bedmar es su hijo Jaime. “Aunque éramos chicos, recuerdo que a mis hermanos y a mí, ver a nuestro padre dirigir a la banda. Incluso alguna vez llegamos a subirnos nosotros también”. Jaime reconoce que “a mi padre se le cambiaba la cara cada vez que pasaba una moto, alguien pegaba un grito o cualquier cosa que alterara su concierto. Ensayaban mucho y después no lucía”. Eso sí, Jaime Bedmar apostilla que “es una alegría para la ciudad que la actividad vuelva al Quiosco. Es un sitio mítico, en una ubicación única y seguro que saben sacarle partido, máxime si está orientado a eventos culturares enfocados en la juventud”.

VIENTO JOVEN Y MUCHO MÁS

Desde la Delegación de Cultura, con su buque insignia Planneo han devuelto la vida al Quiosco de la Música, tanto es así que incluso se ha rebautizado como Quiosco Joven. Desde el pasado mes de julio y con las últimas reformas llevadas a cabo, el quiosco que tanto recuerdan los cordobeses de cierta edad, vuelve a tener actividad. La recuperación como escenario para la cultura del emblemático Quiosco de la Música del Paseo de la Victoria ya se valora muy positivamente por la ciudad.

La presidenta del Consejo de Distrito Centro, Juana Pérez, es una de esas voces autorizadas de la ciudad que se congratula de que el quiosco vuelva a sonar, “pero que no sea muy alto ni a deshoras”, advierte con una medio sonrisa. Y es que tampoco nunca ha sido fácil combinar el ocio con el descanso de los vecinos, y más en el centro. Pero la cuestión es que desde la Delegación están optando por unas actividades “que para nada molestan, sino que dan vida a este emblemático lugar”, explica. Además, Juana Pérez espera que “lo que ahora ha empezado la Delegación de Juventud tenga larga vida, que no sea cuestión de pocos meses. Ofrecer ocio de calidad a la juventud es importante para alejarlos de otras cosas como los botellones”.

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La banda de La Estrella fue la encargada de inaugurar el ciclo ‘Viento Joven’ FRANCISCO GONZÁLEZ

La última actividad que este 2021 va a acoger el Quiosco Joven es un ciclo titulado ‘Viento Joven’, que tiene como protagonistas a las agrupaciones pertenecientes a la Unión de Bandas de Música Procesional de Córdoba). Su presidente, Sebastián Giraldo, se mostraba realmente satisfecho porque la música vuelva a este lugar mítico. “Es darle valor a nuestro pasado, además de darnos la oportunidad a las bandas de tocar ante los cordobeses y con un repertorio que se sale de a lo que estamos acostumbrados. Nos alejamos de la Semana Santa, sin olvidarla, y ofrecemos también otro tipo de obras, como pasodobles o villancicos”. Este pasado domingo, el 14 de noviembre, fue el primer concierto y corrió a cargo de la banda de La Estrella. El acto fue todo un éxito y además sirvió para ofrecer un homenaje al citado Luis Bedmar, que tanto hizo por la música de Córdoba, su Banda y su posterior Orquesta. Cada domingo, hasta final de año, seguirán sonando las bandas de Córdoba en el Quiosco de la Música.