La subida de la luz está generando un agujero en el bolsillo de las familias cordobesas, pero el efecto del incremento en la factura no solo afecta al pequeño consumidor. Las empresas también notan desde el pasado verano cómo el recibo es más abultado cada mes e indiferentemente del sector, en mayor o menor medida los negocios están sufriendo las consecuencias. Desde una tienda pequeña, hasta una cadena de supermercados, pasando por la hostelería o por la industria, la gran mayoría de las empresas cordobesas ya perciben la subida y se plantean tomar medidas.

Aunque pocas sociedades se planteen cerrar a corto plazo, los efectos de la subida del precio de la luz se pueden dejar ver dentro de poco en otros aspectos. No son pocas las empresas que ya se han planteado subir los precios de sus productos para sacar rentabilidad a su actividad. En la industria, la solución pasa por una bajada de la producción, especialmente en aquellas donde lo que se fabrica depende en gran parte del valor de la energía, como puede ser la industria del cobre, con fuerte presencia en Córdoba.

Ocurre además que los picos de subida del valor de la electricidad han coincidido con una bajada de los casos de coronavirus, lo que ha propiciado una mayor actividad en sectores como la hostelería. La recuperación tras meses muy malos se ha topado de frente con un agente que frena cualquier mejora que pudiera darse. Si un negocio se estaba planteando incrementar su actividad ahora que venía una época relativamente buena, ya ha parado a pensárselo mejor, como también puede tener consecuencias en plantillas o en contrataciones. 

Industria: Aumento de los costes de producción

El presidente de la comisión de Industria y Energía de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Isidro López Magdaleno, confirma que la subida del precio de la luz afecta a todas las empresas, con especial incidencia en aquellas que tienen a la energía como base, como pueden ser las del cobre. Esto lleva, explica, a una evidente subida de los costes de producción que además se incrementará con la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas. La consecuencia más evidente, manifiesta López Magdaleno, es que habrá que producir menos si se quieren obtener unos resultados más o menos normales.

Isidro López Magdaleno, presidente de la comisión de Industria y Energía de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO). CÓRDOBA

Pero también en la industria podrían encarecerse los productos finales que se venden lo que, a su vez, tendría consecuencias en la competitividad de las empresas. El presidente de la comisión de Industria de CECO advierte además de que podrían producirse cierres de continuar esta situación durante mucho tiempo y espera que la solución (la bajada del precio de la electricidad) llegue antes del verano del año que viene.

Hostelería: La subida trunca la recuperación

La hostelería fue uno de los sectores más afectados durante los primeros meses de la pandemia del coronavirus. Los continuos cambios de nivel dependientes de la situación sanitaria supusieron el cierre de muchos negocios. Sin embargo, la mejora de la pandemia ha provocado que el sector empiece a tomar de aire de nuevo, una recuperación que, eso sí, se ha visto truncada por la subida de la luz. Sergio Rodríguez es uno de los responsables del Grupo de la Carbonería, uno de los grupos hosteleros más potentes de la ciudad. Cuentan con diez restaurantes y siete locales de almacenaje, es decir, que tienen que pagar al mes 17 facturas de la luz.

Una terraza de un bar de Córdoba. MANUEL MURILLO

Rodríguez explica que ahora mismo están pagando el doble de lo que pagaban el año pasado por la misma época y que la subida se deja ver en la factura, pero también en el coste de las materias primas. ¿Qué queda entonces? Subir los precios, aunque sea en lo mínimo. Desde la Carbonería no se plantean cerrar ninguno de sus locales ni tampoco despedir a nadie de su plantilla. Pero no es el único efecto. Como explica uno de los responsables del grupo, lo que está provocando esta situación es que no haya margen de mejora y que no se puedan plantear contratar a más gente, hacer reformas de mejora en sus locales o abrir incluso alguno nuevo. Frena, por lo tanto, una recuperación en ciernes, que es ahora mismo clave en un sector como la hostelería.

Panadería: La imposibilidad de reducir el consumo

Pedro Roldán es uno de los responsables de la empresa cordobesa Roldán, puntera en el sector de las cafeterías y las panaderías. En Córdoba tienen 14 locales y tal y como explica Roldán, "el horno lo tengo que encender sí o sí". Es decir, es complicado reducir el consumo luz en un negocio de este tipo por mucho cuidado que se tenga. Roldán no deja de pertenecer al sector de la hostelería y también empezaba a percibir más movimiento entre los clientes. Sin embargo, el incremento en la factura no ha dejado indiferente a nadie y ya en septiembre se aplicó una leve subida de los precios. Roldán cuenta, además, que no solo ha subido la luz, sino que también se ha incrementado el precio del café o del cartonaje, por poner solo dos ejemplos. "Cuando ves las facturas de este año y las comparas con las de agosto o septiembre del año pasado te echas las manos a la cabeza", lamenta este empresario, que incide en que la hostelería ha sufrido mucho durante la pandemia y que esto impide coger ritmo. 

Supermercados: La importancia de la eficiencia

Dos de las cadenas más señeras de supermercados de Córdoba, Piedra y Deza, coinciden en señalar que la aplicación de modelos de eficiencia energética está ayudando a paliar la fuerte subida de la luz. Desde Supermercados Piedra explican que esa subida todavía no ha repercutido en los precios de sus productos porque la mayoría de equipos que poseen son de máxima eficiencia energética, lo que todavía minimiza el impacto. Sin embargo, el futuro a corto plazo, advierten, "no es bueno". Y aunque todavía no se ha visto el efecto en las facturas, sí que prevén que dentro de unos meses pueda doblarse el precio a pagar. El objetivo, inciden desde Piedra, es que cualquier situación de este tipo no afecte al cliente final. No se plantean cierres, recortes de personal ni subida de precios a corto plazo, aunque sí estiman que de seguir así la situación serán los clientes los que opten por los productos más baratos. Para hacerse una idea, Piedra tiene unas 60 tiendas en toda Andalucía y el importe de las facturas de este año rondará los 1,5 millones de euros.

Uno de los supermercados de la cadena cordobesa Deza. CÓRDOBA

El aspecto de la eficiencia energética también es el más destacado en este sentido por Deza, que explica que el 33% de su consumo se hace con energía fotovoltaica. La empresa hizo una inversión importante en este sentido lo que ahora está generando unos resultados que se traducen, aunque parezca mentira, en una reducción de lo que pagan de electricidad que estiman puede ser un 8% menor a lo que se abonaba hace un año.