Las declaraciones de Otegi, dos días antes de que se cumplan 10 años del anuncio del cese de la actividad armada de ETA, ha puesto en jarras a las víctimas del terrorismo, que siguen pensando que ese fin no fue real y que la banda terrorista «sigue viva» en las instituciones», por lo que rechazan los mensajes que no supongan una condena explícita de los atentados. Ángeles Pedraza, cordobesa que fue presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y es la actual presidenta de honor de la entidad, dijo este lunes, tras conocerse las manifestaciones públicas de Arnaldo Otegi en las que dijo sentir «pesar y dolor por el sufrimiento padecido por las víctimas de ETA», que lo que esperan las víctimas es «que condene los asesinatos y reconozca que no hubo justificación alguna para llevarlos a cabo». Asimismo, reclaman a Otegi que deje de ser «el altavoz institucional de ETA» y, «sobre todo», que «no consienta los homenajes que se hacen a sus compañeros y amigos asesinos y que interceda para que los etarras colaboren con la justicia con el fin de esclarecer los 300 casos que siguen sin resolver a día de hoy».

El anuncio del cese de la actividad armada de ETA, que se produjo el 20 de octubre del 2011, se vivió entre las víctimas «con expectación, pero no provocó una emoción positiva porque sabíamos que aquello sería una mentira, un montaje, ya que no entregaron más que unas cuantas armas», relata. Para Ángeles Pedraza, como para otras víctimas consultadas, «ETA ya no mata, pero están consiguiendo con no matar lo que no lograron matando». En este sentido, critica el acercamiento de los presos a las cárceles del País Vasco que está llevando a cabo el Gobierno o los homenajes a etarras «ante los cuales ni la Audiencia Nacional ni nadie está reaccionando para prohibirlos y evitar que se les pueda recibir como a héroes». El dolor de las víctimas «se agrava cuando ves que no solo no se están cumpliendo las condenas íntegras sino que se les acerca y se les conceden terceros grados y libertad condicional», apostilla.

Pedraza insiste en que «aunque la banda terrorista fue derrotada por las Fuerzas de Seguridad del Estado, no podemos olvidar que hay muchos ayuntamientos del País Vasco donde hay gente que fue condenada, ni que Otegi ocupa un cargo político pese a haber sido condenado y ha estado en la cárcel o que tenemos a Bildu, cuyos miembros han sido colaboradores de los homenajes a los asesinos». En su opinión, «si ahora no matan es porque tienen todo el dinero y la información que necesitan, pero si algún día les faltara volverían a coger las armas porque es lo único que saben hacer».

A las víctimas, señala, «nos duele mucho que se les perdone sin que hayan colaborado con la justicia porque entendemos que si hubiera arrepentimiento ayudarían a esclarecer los más de 300 casos pendientes». Al tiempo que exigen el cumplimiento íntegro de las condenas, desde la AVT señalan que «ahora es más difícil luchar que antes de ese anuncio porque se está creando una imagen de que esto ha acabado y hay que pasar página que no es real».

A diez años de ese anuncio, el objetivo actual de las víctimas es «luchar por que perdure el verdadero relato de lo que fue la banda terrorista ETA. «Ya que se están saliendo con la suya, tenemos que conseguir que el relato no sea el suyo, que la historia no se haga con el relato de los asesinos sino con el de las víctimas», recalca Pedraza, que explica que desde la AVT se está trabajando en ello desde hace años, intentando resolver los casos pendientes para determinar los autores de los atentados y escribiendo libros con el testimonio de las víctimas para que queden en las bibliotecas «y se sepa qué fue lo que ocurrió sin venganza, pero sin mentiras». Creen que la sociedad no les ha fallado nunca, pero sí la política.